9/7/21

¿Aún no conoces a las rederas gallegas que trabajaron con Loewe y crean los bolsos más bonitos del verano?

 "Las rederas de Corme (A Coruña), auspiciadas por Artesanía de Galicia, triunfan con su proyecto paralelo: una línea de bolsos de red y mimbre que es perfecta para los ‘looks’ más veraniegos.

 Rosa Rodríguez (Corme, 1964) comenzó a trabajar como redera de barcos de pesca a los catorce años. Al cumplir 54, Loewe llamó a su puerta para que le ayudase a elaborar unos llaveros. Entre una escena y otra, han transcurrido cuatro décadas de sacrificado trabajo por y para el mar, no siempre bien remunerado ni convenientemente valorado

Pero también está la varita mágica del proyecto Enredadas, creado por las consellerías de Economía, Emprego e Industria do Mar de la Xunta y coordinado e impulsado por la fundación Artesanía de Galicia en 2012, con el objetivo de formar a las redeiras (rederas, en gallego) en gestión comercial y marketing para apoyar la diversificación de su actividad

En ese contexto, casi alquímico, también toma peso otro factor fundamental: el hada madrina que lo cambió todo para las redeiras de Corme –son 17 las mujeres que conforman la asociación Illa da Estrela, incluyendo a Rosa Rodríguez–, la diseñadora rianxeira Rosalía Castro, que visitó la localidad costera coruñesa por primera vez en 2015 para enseñarles a las integrantes de Illa da Estrela a convertir sus artes de pesca en bellísimos accesorios.

 “Me pareció un proyecto muy bonito, y las primeras clases que di fueron con las rederas de Corme. No me pudieron recibir mejor, y a partir de ese momento (con algunos cursos de por medio), nos une una gran amistad. En este camino que seguimos juntas, aprendo de ellas numerosas cosas, como su tesón, trabajo, valentía y, sobre todo, el buen humor y optimismo con el que afrontan cada proyecto”, resume. 

A día de hoy, es capaz de crear prototipos de accesorios para ella, pero aún no ha logrado aprender a hacer los nudos de red con las agujas de las profesionales. “Aprendí a hacerlo a mano, pero me parece realmente complicado lo que hacen. Cuando las veo, me quedo maravillada, menuda destreza y rapidez”.

 “El primer curso que les di, en 2015, trabajamos con redes recicladas que fui a comprar a un almacén. Con ellas hicimos bolsos de diferentes tamaños, sirviéndonos de tejidos naturales como el lino o el algodón para elaborar el forro y haciendo las asas de cuero. En 2018 nos volvimos a reunir en Corme para otro curso y ese año trabajamos el patronaje y la confección con la máquina de coser. Hicimos bordados, mochilas, bolsos de mano y creamos el tejido de mallas con nudos con el que se hacen esas bolsas de mercado que tanto están de moda”, continúa la diseñadora.

Ese año, 2018, Loewe llamó a la puerta de las rederas. Su trabajo paralelo se había popularizado, “especialmente por el boca a boca”, apunta Rosa Rodríguez, y había llegado a oídos de la firma madrileña, que en los últimos años ha apostado aún más por su vinculación a la artesanía española. “Nos contactaron y, después de una temporada valorando varios diseños, se decidió la elaboración de unos llaveros en los que se combinaba la técnica de las rederas con el cuero de la marca. Para nuestra asociación fue una gran satisfacción trabajar con una firma tan conocida como esta”, añade Rodríguez.

Visto en retrospectiva, tanto las rederas como la diseñadora que les enseñó a convertir su oficio en moda (y, por el camino, acabó por hacer las veces de directora creativa de sus accesorios), podían haber imaginado que el proyecto secundario en el que se estaban embarcando interesaría al público. Referencias no les faltaban: “A mí me gusta preparar los cursos bien, y siempre procuro enseñarles cómo grandes firmas, de Celine a Miu Miu, pasando por Chanel o The Row, se sirven de este tipo de arte para crear bolsos, complementos y piezas de vestuario”, añade Castro.

 En 2020, la ‘maestra’ las invitó a crear todos los bolsos con nudos –“Ellas tejían con la aguja con la que trabajan cada día”, puntualiza Castro– y después se adaptaba cada modelo con particularidades especiales: cestos de mimbre, asas metálicas, forros especiales… “Jugamos con las materias primas desde el principio hasta la finalización de la pieza. Muchas veces, un solo bolso tarda varios días en hacerse, ese es su gran valor”, cuenta Castro.

 Quien espere una gran colección y un stock inmenso, puede esperar sentada (pero, al mismo tiempo, sin fatigarse). “Trabajamos por modelos según demanda”, interviene Rosa Rodríguez, que añade que cada temporada se renuevan los diseños. Por el momento, las piezas (a precios asequibles) se venden en su local de trabajo, en el puerto de Corme, en ferias artesana, en varias tiendas especializadas de Galicia (Santiago de Compostela, Cee, A Coruña…) y, por supuesto, a través de sus redes sociales

¿Por qué hacerse con uno de sus maravillosos bolsos, que combinan los capazos con las técnicas de red ancestrales de Galicia? “Porque están hechos con productos relacionados con el mar, y al mismo tiempo [por el reciclaje de estas artes] se aporta un grano de arena para proteger el medio ambiente. Porque lo hacemos con todo el cariño del mundo, aportando también un grano de arena para el futuro de nuestra comunidad. Y porque está pensado para ser disfrutado”, sentencia Rosa Rodríguez."                (Paloma Abad, Vogue, 01/07/21)

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