25/1/11

La especulación... en el centro de Ferrol

Una de las casas al borde la ruina en el casco histórico de Ferrol

Zona en ruinas frente al Ayuntamiento de Ferrol. Pertenece a uno de los tres grandes propietarios. En 2003 se le abrió un expediente por ruinas. En 2006 un inmueble ardió y el dueño pidió la demolición integral

"El cuadrilátero perfecto de Ferrol se despliega como un Monopoly bajo las manos de tres promotores. Los registros municipales confirman que entre ellos se reparten 240 inmuebles del centro. La acaparación de propiedades no se queda en estas tres personas. La administración local estima que 18 dueños gestionan casi la mitad del casco histórico, un 40% de los edificios.

Pero los tres grandes promotores custodiarían la zona comercial, con la mayoría de los locales de las calles Real, Dolores y María. Y la acumulación tiene un precio... para el comerciante. En el barrio de A Magdalena hay locales a la venta por casi un millón de euros. Cifras de milla de oro para la desértica Ferrol.

¿Quién puede comprar un local por 850.000 euros en esta ciudad? Prácticamente nadie. Según fuentes consultadas por este diario, "estos promotores tienen tantas posesiones que mantienen precios altísimos y al final los comercios cierran". En la calle María asistimos a un panorama de escaparates en telarañas y ventanas tapiadas.

Los alquileres rozan las nubes: 3.500 euros al mes por un bajo en la calle Real. A la altura de la mejor zona de Santiago o A Coruña, muy por encima de Pontevedra o Lugo. Al final, sólo pueden instalarse franquicias y huyen los minoristas." (El Correo Gallego, 19/12/2010)

"Tres constructores se reparten la propiedad de 240 edificios en Ferrol, según el Gobierno local.

Entre los tres acaparan el 20% de los inmuebles históricos del centro, que ronda el millar. Dos de ellos son los promotores José Fernández Gómez, conocido como Jofer, y Abelardo Bellón.

El primero admite que tiene las escrituras de unos 80 inmuebles "para alquilar, vender o rehabilitar". Algunos en buen estado y otros no. Él mismo reconoce que su colega de profesión, Abelardo Bellón, posee también muchas propiedades.

La identidad del tercer gran hacendado no está tan clara, pero según distintas fuentes, sería otro conocido constructor. Sus propiedades se cuentan por docenas en el municipio y se concentran en el barrio de A Magdalena, el epicentro comercial de Ferrol.

Esta concentración de propiedades urbanas tiene en jaque al Ayuntamiento, impotente para frenar el deterioro, acelerado en los últimos años. La ruina campa a sus anchas consumiendo espléndidos inmuebles del siglo XVIII, condenados a la destrucción por la posible negligencia de sus propietarios. (...)

En general, cuentan en la Concejalía de Urbanismo, muchos propietarios han aparcado sus obligaciones legales como titulares de la vivienda. "El dueño tiene una responsabilidad en el mantenimiento que no debe eludir, pero tenemos pocas herramientas para que la cumpla", se lamentan desde el Gobierno local, que lidera el socialista Vicente Irisarri. (...)

Según los técnicos municipales, la explicación más plausible al extenso inventario de propiedades inmobiliarias que acumulan tres personas sería esta: los descendientes de los antiguos dueños emigraron y cortaron lazos con su patrimonio. Otros inmuebles, fueron embargados por bancos y juzgados.

Sus nuevos dueños los fueron adquiriendo, discretamente, en subastas públicas, a través de terceras personas -redes de subasteros- mediante la fórmula cesión del remate. Cuando se formalizaba la compra, el subastero designaba al constructor como propietario.

"Nunca daban la cara, era legal, pero escandaloso", explican fuentes jurídicas, que les atribuyen prácticas irregulares como reservar la casa, haciendo que el vendedor les entregue un poder irrevocable de venta, que suscriben en notarías "afines", o mediante autocontrataciones ilegales, que les permiten "sujetar las propiedades sin dar la cara o aparecer como titulares cuando les conviene". (...)

A pequeña escala, los desplomes se han convertido en moneda corriente en Ferrol para indignación de los vecinos. Ocurre en pisos normalmente deshabitados cuyos propietarios viven lejos o no se ocupan de su mantenimiento hasta que el juzgado los obliga. Dos céntricos edificios se desplomaron parcialmente con muy pocos días de diferencia, el 14 de diciembre y el 3 de enero, en las calles Cataluña y Real.

Nadie resultó herido, pero los destrozos fueron cuantiosos. A raíz de otro derrumbe en 2008, el Ayuntamiento redactó dos ordenanzas para la Inspección Técnica de Edificios y un registro de solares que sancione a los propietarios irresponsables y agilice las expropiaciones. Si algún propietario no cumple, su patrimonio pasará al Ayuntamiento. " (El País, 23/01/2011, p. 5)

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