Obreros en los astilleros de Navantia en Ferrol / gabriel tizón
"La ría de Ferrol convive con el incendio permanente del sector naval.
Cada semana se reactiva algún foco con muchos frentes y pocas
realidades contrastadas. El grado de indignación de los 2.300
trabajadores de los dos astilleros gallegos de Navantia contra la
“inepta” dirección del grupo y las promesas menguantes de los
gobernantes está tocando techo y se traduce en un apretado calendario de
movilizaciones concentradas en octubre.
Los dos floteles de Pemex, el contrato que el PP gallego se esforzó
en publicitar desde la Xunta como el gran salvoconducto naval
personalizado en la figura del presidente-intermediario, Alberto Núñez
Feijóo, se desinfla.
“Por desgracia”, apuntan los sindicatos, el
contrato del buque hotel no genera ni la actividad ni el empleo que
presumía el Ejecutivo autónomo como palanca para relanzar a centenares
de empresas auxiliares que orbitan en torno a las dos factorías públicas
de Ferrol y las privadas de Vigo, con Barreras, en manos de la
petrolera mexicana, al frente.
El último golpe a los dos astilleros ferrolanos, con más trabajadores
que trabajo, ha sido la decisión de la compañía pública de derivar a
Cádiz la construcción de ocho de los 86 bloques del flotel, el único
buque nuevo firmado desde 2007. Lo que para la empresa es una parte
“insignificante” de la producción (2,3%) supone para los trabajadores el
“síntoma” de los planes de futuro para los centros gallegos.
Lo
interpretan como un “guiño político” hacia el sur para disfrazar el
retraso en la consecución de un gasero prometido a Cádiz. Al mismo
tiempo, sostiene el comité de empresa, es una suerte de castigo a Ferrol
y Fene por no rubricar el convenio colectivo con el ánimo de
“desprestigiar", dicen, a la sección gallega del grupo.
Las tensiones
territoriales se han trasladado al PP, con el cruce de reproches entre
los dirigentes gallegos y la cúpula de la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales (SEPI), designada por los populares. Ni
Feijóo ni el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey, disimulan su enfado,
pero Navantia no da marcha atrás al tiempo que cierra la puerta a
financiar un dique flotante para reparaciones.
“El PP gallego dispara
contra Navantia y la SEPI, pero no contra el Gobierno, aunque es lo
mismo”, critica un portavoz del comité ferrolano. “Si los bloques se van
al sur es porque se permite políticamente”. Los sindicatos están
convencidos de que el retraso en la obra que Navantia argumenta para
justificar el traslado fue “deliberado” y fruto de la mala
planificación.
El plan de construcción de los dos floteles para México es similar en
las rías de Vigo y Ferrol con idéntica fecha de entrega: 16 de julio
del 2016. El astillero vigués realizó un primer corte de chapa simbólico
para la galería y con desfiles de autoridades el 18 de febrero, pero no
empezó a trabajar con el acero hasta mayo.
Aunque Barreras tiene menos
capacidad, le saca ventaja a Navantia y ha puesto los primeros bloques
en la grada. En la obra, calcula Ramón Sarmiento, responsable comarcal
de Industria de CC OO en Vigo, interviene la plantilla directa, unos 110
obreros, y otros 350 de una decena de auxiliares.
La primera chapa de acero del flotel ferrolano se cortó el 22 de
mayo. El empleo inducido en la ría, en esta primera fase de la obra, es
todavía menor del previsto: un centenar de puestos indirectos que se
reparten dos subcontratas, más los 70 operarios del taller de elaborados
de Navantia, que tienen asignados 18 de los 86 bloques.
Los otros 68 se
adjudicaron en varios paquetes que volvieron a recaer en las mismas
firmas. Una cifra que todavía está lejos del medio millar de empleos por
ría que vaticinó el presidente gallego, y del todo insuficiente para
regenerar los destruidos en el último lustro: 4.200 en Ferrolterra y
7.000 en Vigo, según cálculos sindicales.
Ahora mismo, solo tres astilleros de Vigo tienen carga: Barreras, con
el flotel; Freire, con un buque para Noruega, y un remolcador en Armón.
Vulcano y Metalships, están “a cero” en obra nueva aunque el segundo va
tirando con las reparaciones, explica Ramón Sarmiento de CC OO, quien
calcula que hay un millar de personas trabajando en nuevas
construcciones en Vigo y varios centenares más en tareas de taller
naval.
“El sector remontó en 2013 con un año espectacular en contratos,
pero nosotros no entramos en esa ola”, se queja Sarmiento, quien apunta a
la escasez de crédito como una de las causas.
En Ferrol, la única buena noticia la ha dado Iberdrola, que encargará
a Navantia la construcción de 29 estructuras metálicas para enjaular
los molinos eólicos de un parque marino en Alemania. Una portavoz de la
eléctrica confirma que Navantia “es la única compañía preseleccionada”,
aunque la obra está a expensas del visto bueno de las autoridades
germanas.
Sería el primer contrato de obra civil para Navantia después
de que expire, el último día del año, el veto europeo que ha durado tres
décadas. Pero otra de las promesas del Gobierno y del PP en vísperas de
las elecciones europeas, la construcción de un Buque de Acción Marítima
para la Armada, no aparece en los Presupuestos del Estado para 2015." (
Lorena Bustabad
, El País, Ferrol ,
5 OCT 2014)
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