21/9/21

Una cooperativa de orquestas quiere romper el monopolio de las fiestas de Galicia. Terremoto en el negocio millonario de las verbenas gallegas: "Es un sector muy oscuro"

 "Mueven 40 millones de euros por temporada, cientos de millones en servicios indirectos, y gozan del rango de estrellas de la música. Las multitudes se desplazan allá donde toquen sus ídolos, hay galas en televisión, 'rankings' de los mejores grupos y de los mejores solistas, cada concierto es un verdadero despliegue de sonido, luz y pirotecnia. 

Es el extravagante mundo de las orquestas de verbena de Galicia, un fenómeno de masas difícil de entender fuera de esa comunidad y que hoy vive una implosión interna provocada, precisamente, por varias de esas orquestas. Hay mucho dinero en juego y algunos se han cansado de un negocio que califican de opaco y cautivo, dominado con mano de hierro por un puñado de empresarios que hacen y deshacen a su antojo.

En realidad, el mundo de las orquestas lleva tiempo bajo sospecha. Hace 10 años, la Agencia Tributaria inició una investigación que resultó en condena de cárcel para sus dos grandes promotores. La Audiencia de Pontevedra condenó este pasado mes de junio, tras un procedimiento de años, a Ángel María Pérez ‘Lito’, el conocido como rey de las verbenas, a 27 meses de cárcel por defraudar 320.000 euros a Hacienda en concepto de IVA. Finalmente, el Tribunal Supremo le ha absuelto por mala praxis en la obtención de las pruebas. Junto a él, su socio Miguel Ángel García Souto también ha sido condenado a siete años y medio de cárcel y 1,5 millones de multa por el mismo delito. 

 Lito y García Souto eran los propietarios de las dos grandes orquestas gallegas, Panorama y París de Noia. Su condena confirma lo que todo el sector sabía en Galicia desde hace décadas: que en la contratación de las orquestas casi todo el dinero se movía sin declarar a Hacienda.

“Esto desde hace cinco años es otro mundo. Hoy, el 99% de las orquestas emiten su factura al cliente, ya sea el ayuntamiento o la comisión de fiestas. Tenemos a la Inspección de Hacienda encima nuestro, y encantados de que lo estén, así nos olvidamos de historias”, resume Víctor Rodríguez, propietario de Gaias Eventos, la oficina de representación de orquestas y bandas más poderosa de Galicia. Rodríguez es hoy el empresario que mueve los principales hilos tras la caída de Lito. Asegura que en el mundo de las verbenas se acabó el fraude fiscal, y por eso se sorprende de la iniciativa que justo acaba de surgir para batallar contra su monopolio: la Cooperativa de Orquestas Galegas (COOGA).

 COOGA “pretende romper con métodos tradicionales de contratación y representación de formaciones musicales, para poder acercar de forma más directa y sencilla nuestra música a los consumidores”, explica en su comunicado de presentación. “Las orquestas podrán prescindir de una aparatosa red de intermediarios para su contratación, pudiendo depositar su confianza en aquellos representantes que ellas crean pertinentes”.

 Estas palabras, que para alguien externo no tienen nada de especial, suponen para el mundo de las verbenas gallegas un auténtico revolcón. Dan a entender que el negocio millonario de las orquestas sigue infestado de comisionistas dudosos y que no siempre los pueblos y parroquias contratan a las orquestas que quieren, sino a las que les imponen. Muestra de que la cooperativa ha hurgado en la herida es que ninguna de las orquestas contactadas ha querido expresar en abierto sus opiniones en este artículo. ¿El motivo? Si la todopoderosa Gaias Eventos se entera de que simpatizan con la cooperativa, ya pueden ir despidiéndose de trabajar en el futuro.

"La gente está muy quemada, pero apoyando a la cooperativa te la juegas en lo laboral. No es una sensación de amenazas como en el mundo de la droga, pero te juegas quedarte sin contrataciones después de dos años de pandemia muy duros. Hay muchas orquestas que han desaparecido para no volver", cuenta un miembro de una orquesta.

“No queremos entrar en guerras, pero sí vemos que la actual forma de trabajar es oscura y queremos que sea transparente, que el cliente sepa cuánto cuesta cada orquesta y qué es lo que paga, no como ahora, que se le da un dinero al intermediario y este ofrece un paquete cerrado, con las orquestas que él tiene en cartera, y no hay claridad sobre ese dinero”, cuenta Manuel Carballo, presidente de la cooperativa. “Un ejemplo: una comisión de fiestas tiene un presupuesto de 40.000 euros y cierra una fecha con uno de estos intermediarios, pero nadie sabe exactamente cuánto paga por cada orquesta, ni sabes si tu orquesta recibe menos dinero del que debería ni por qué. Estamos en manos de intermediarios y lo que queremos es que quien nos contrata acceda a nosotros directamente, que conozca nuestras tarifas a través de una plataforma en internet. No puede ser que en el siglo XXI exista este retraso”.

 Este año, dos de las grandes orquestas de Galicia han salido de la órbita de Gaias Eventos para fundar su propia oficina de representación. Las orquestas Panorama y Combo Dominicano se unieron bajo el sello Go Music Management para ser ellas quienes vendan su calendario y controlen las comisiones y a los comerciales. La irrupción ahora de la cooperativa es otra grieta en un muro que parecía inquebrantable.

De media, una orquesta gana 3.000 euros por noche de verbena. Por supuesto, hay categorías. Las grandes cobran fácilmente 6.000 euros y se elevan hasta los 20.000 en las noches más señaladas de agosto, con una facturación anual que ronda los dos millones de euros. Las modestas se conforman con mucho menos. No existen tarifas oficiales, es un mercado salvaje de oferta y demanda, controlado al 90% por las oficinas de representación, principalmente Gaias Eventos.

Las orquestas consultadas formulan una sospecha que no se atreven a denunciar en abierto: la caída de Lito y de García Souto no ha limpiado del todo el fraude fiscal en las verbenas. Presuntamente, existiría una facturación en A y otro porcentaje en B sobre presupuestos de cientos de miles de euros. Medias de 70-30 o 60-40 sobre el importe total. El propietario de Gaias Eventos rechaza de forma tajante tal acusación: “Si alguien conoce algún fraude que lo denuncie y que me lo haga saber para no trabajar más con esa persona. Pero, si no, que dejen de embarrar y lanzar mierda sobre este sector. Llevamos dos años pasándolo muy mal y esto es lo último que necesitamos”. 

 La clave del negocio millonario de las verbenas son las comisiones de fiestas. Todo gira en torno a ellas. En Galicia hay 313 municipios ('concellos'), pero cerca de 3.000 comisiones de fiestas, todas dependientes de alguna parroquia, grande o pequeña. Un ayuntamiento gallego puede tener fácilmente siete u ocho parroquias y ermitas, cada una con su comisión de fiestas, su presupuesto y sus ganas de que la fiesta en honor de su santo sea mejor que la del santo del vecino. De ahí que las verbenas cuenten con buenos presupuestos, casi siempre a base de donativos de los vecinos a la comisión, que actúa como asociación sin ánimo de lucro. Eso, y las ganas de fiesta de los gallegos, explica por qué el sector de las orquestas es tan boyante en Galicia desde hace 50 años.

“Las verbenas forman parte de la sociedad gallega desde hace mucho tiempo, y las orquestas son el centro de la fiesta. En los últimos años se ha incorporado la juventud, que la ha dado un impulso muy grande. No todo son grandes conciertos con miles de personas como aparece siempre en las fotografías en prensa, la mayoría son fiestas tradicionales con poca gente. Una fiesta es la seña de identidad de una aldea o una parroquia y ponen todo su esfuerzo”, explica Manuel Fariña, presidente de la Asociación Galega de Orquestas (AGO). Para Fariña, este terremoto en el sector abre “una situación complicada”, ya que “cambia la forma de venta” y genera un cisma entre quienes están a favor de poner unas tarifas fijas en internet y quienes están en contra.

 Ninguna de las grandes orquestas se ha posicionado en favor de la cooperativa. Cierto es que varias de estas orquestas son propiedad de las oficinas de representación. Es decir, las oficinas son juez y parte del negocio, un hecho que solivianta a las orquestas más modestas y que es el germen de la cooperativa. “Por ahora somos cinco orquestas y un grupo, y hay dos grupos más que quieren entrar. Muchas orquestas nos reconocen en privado que les gusta nuestra iniciativa, pero que no se atreven a salirse de su oficina de representación porque la pandemia nos ha hecho mucho daño a todos, necesitan trabajar y no quieren jugársela”, explica Carballo.

El propietario de Gaias Eventos y referente de las verbenas les lanza un dardo para rebajar la importancia de este movimiento: "Por muy bonitas palabras que utilicen, esta cooperativa funcionará como una oficina de representación más, con sus orquestas y sus comerciales. Son cuatro o cinco orquestas las que impulsan esto. Me parece legítimo, pero no pueden poner en duda a todo el sector para buscar un beneficio".                     (David Brunat, El Confidencial, 27/08/21)

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