27/1/11

Mar elimina las ayudas asistenciales a las mariscadoras de más de 65 años



Mariscadoras en la "zona C" de O Esteiro (Vilanova)

mariscadoras jubiladas de la cofradía de Pontevedra

"La consellería argumenta razones económicas para acabar con la prestación.

Las mariscadoras mayores de 65 años -edad a la que pierden el permiso de explotación- que no hayan contribuido a la Seguridad Social un mínimo de 15 años para acceder a la jubilación se quedarán este año sin la ayuda de 557 euros mensuales implantada por el Gobierno bipartito en 2007.

Con esta cantidad, a la que se sumaba otra de un máximo de 350 euros correspondiente al importe del recibo de la Seguridad Social que sí se mantiene, la Xunta trataba de hacer más llevadera la subsistencia de estas mujeres durante el tiempo que les faltaba para tener derecho a una pensión contributiva. (...)

Fue la única solución para un colectivo que no estuvo obligado a cotizar hasta el año 2000, demasiado tarde para las trabajadoras a las que les faltaban menos de los 15 años exigidos para jubilarse. El mismo día en que la mariscadora cumple los 65 se le retira el permiso de explotación (permex), por lo que no pueden continuar trabajando ni tienen derecho a jubilación.

Precisamente esta línea de ayudas estaba encaminada a corregir la situación de desamparo en la que quedaban las mariscadoras, abonando por un lado la cotización y, por otro, una prestación equivalente a una pensión mínima de jubilación sin cónyuge a cargo." (El País, 26/01/2011, p. 4)

"Desde los 12 años, Carmen Hermo marisqueó en la ría de Noia, primero junto a su madre y después sola, cuando la recogida de almeja y berberecho se convirtió en su sustento. Hace dos días acudió a la cofradía de su localidad para solicitar la ayuda que la Consellería de Mar concede desde 2007 a las mariscadoras a pie que no han completado el período mínimo de cotización y se encontró con una desagradable sorpresa: la nueva convocatoria mantiene el abono del recibo a la Seguridad Social, pero elimina la pensión de 557 euros que cada mariscadora recibía al mes mientras no alcanzaba el mínimo de 15 años cotizados.

Como ella, 32 mujeres que se ganaron la vida en las playas de la ría de Noia se quedarán sin una cantidad concebida para "facilitar la subsistencia" de las mariscadoras durante los años que les faltaban para acceder a una pensión.

La Xunta las ayudaba para corregir una situación anómala: hasta el año 2000 no estuvieron obligadas a pagar y cuando se les impuso este requisito para ejercer la actividad, el cambio pilló a muchas ya mayores y a punto de jubilarse. Con todo, ninguna de ellas pudo pagar la Seguridad Social como mariscadora antes de 1993, año en el que la consellería de Pesca de López Veiga impuso el permiso de explotación (permex) para poder extraer marisco de las rías.

La lenta profesionalización del sector y "la falta de información" hicieron que muchas retrasasen al máximo, hasta 2000, su alta en la Seguridad Social. "Hubo mujeres que sí cotizaron porque aparecían como enroladas en la embarcación de un familiar, pero era algo irregular", explica Natalia Laíño, la presidente de la Asociación de Mariscadores (Agamar). (...)
"A ver si nos podemos mover", sugiere Carmen. La pérdida de los 557 euros que la Consellería do Mar elimina de la ayuda -los únicos que suponían un ingreso, porque los 350 euros restantes son para abonar el recibo de la Seguridad Social- dejarán a la mariscadora retirada bajo el sustento exclusivo de su marido, que cobra una pensión mínima.
En la misma situación está una compañera de Combarro, que insiste en que el hecho de que su esposo sí tenga ingresos no la deja a ella más tranquila. "La pensión de mi marido es de mi marido. Es muy triste que nos quiten lo poco que teníamos".
"Nos enteramos malamente", se queja Carmen García, una mariscadora de Poio para la que la ayuda de la consellería suponía el único ingreso. "Tengo 13 años cotizados y es de lo que como", sentencia. (...)

"Nos la prometieron y ahora nos la quitan de golpe y porrazo", se queja. Asegura que a la mayoría de sus compañeras no les importaría seguir trabajando hasta completar su cotización. "A los 65 años dije que quería seguir trabajando para pagar lo que me faltaba, porque me encontraba bien, pero no pude porque el mismo día de mi cumpleaños me retiraron el carné", recuerda.

"Si nos dejasen trabajar, estaríamos contentas", secunda Evangelina Martínez, una de sus compañeras, también retirada." (El País, Galicia, 29/01/2011, p. 5)

1 comentario:

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