"La Consellería de Economía, que dirige Javier Guerra, tardará pocos meses en dar a conocer un plan para privatizar las oficinas del Igape en el extranjero y dejarlas en manos de la Confederación de Empresarios.
Había que cerrar las delegaciones de Tokio y Varsovia; privatizar las de Düsseldorf, Shangai y Miami y abrir otras once 11 nuevas "plataformas". Y se encargaría el personal de la CEG a cambio de recibir, durante cuatro años, 18 millones de euros, 3.000 millones de pesetas. La cuantía de la asignación llamó de inmediato la atención.(...)
¿Quién ayudaría, dentro de la CEG, a montar las plataformas? José Luis González, sucesor de Barbeito en las dos empresas, también según notas recogidas por la prensa, trabaja activamente para habilitar un sistema de videoconferencia con todas las oficinas que él mismo coordinará desde Santiago. (...)
(Francisco Javier Álvarez Barbeito toma posesión (el día 11) como nuevo secretario general de Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), organismo de fomento empresarial que depende de la Consellería de Economía.
El día 25 de ese mes el Boletín del Registro Mercantil publica su renuncia (efectiva antes de su llegada al organismo) a los cargos de accionista y administrador en dos empresas dedicadas a la promoción de servicios en comercio exterior: ABH Consultoría y Asistencia Técnica y Albromat Servicios Integrales.
Llevaba tres años trabajando desde estas sociedades para la Confederación de Empresarios de Galicia, donde impulsó el servicio de licitaciones internacionales, que ayuda gratuitamente a las empresas a conseguir contratos fuera de España.
En ese proyecto, financiado a través de un convenio por la Consellería de Traballo y la obra social de Caixa Galicia, también trabaja José Luis González, que se hace cargo de esas empresas cuando Álvarez Barbeito reingresa en la administración. ) (...)
El Diario Oficial de Galicia recogía este viernes una de las últimas medidas puesta en marcha por el exdirector del Igape, Joaquín Varela, imputado dentro de la Operación Campeón: la creación de varias direcciones generales que ocuparán personas contratadas a dedo.
"Hay cada vez más técnicos de libre designación entre nosotros [señala una fuente interna] son ya 38 en una plantilla de 133 personas". Al mal ambiente que ha creado el escándalo de la investigación judicial se suma ahora el nerviosismo de los técnicos de base que tienen contratos temporales y que ven peligrar su nómina porque el instituto no puede incrementar la masa salarial.
Temen que pueda haber despidos para pagar a los nuevos directores sueldos proporcionalmente más elevados que los del resto de la Administración. "Por algún lado hay que cortar, y se quiere empezar por los de abajo", critica la plantilla." (El País, Galicia, 19/06/2011, p. 1)
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