"Después de seguir y analizar todo el proceso de AGE desde su
nacimiento hasta ahora, ¿qué crees que vieron los ciudadanos en este
nuevo proyecto político?
Fundamentalmente había una parte
del electorado escorado a la izquierda que buscaba un espacio que ya no
encontraba en el PSOE ni en el BNG o gente que ya no era
tradicionalmente votantes de ellos pero que se identificaban con
opciones de izquierda, libertarias o de ese rango político.
Querían
buscar algo que para ellos institucionalmente mereciera la pena y
aireara el panorama político gallego. Empezó por ahí y ese es el valor
de partida, el capital con el que empezó AGE.
Pero ese
desencanto con la izquierda tradicional también se ve en otras
comunidades, ¿por qué allí no se vivieron fenómenos similares?
Sí que están surgiendo en otros lugares este tipo de opciones, quizás
más minoritarias, pero que apuntan a buscar ese espacio, como CUP en
Cataluña, un espacio que fue impulsado por todos los movimientos
cívicos, no sólo por el 15-M, que afloraron estos años. La gente busca
que las instituciones se refresquen y lo iremos viendo aún más con el
tiempo.
¿Qué valor le das a la figura de Xosé Manuel Beiras dentro del éxito de AGE?
Es indudable que aportó bastante. Aportó carisma y lidera una de las
locomotoras de AGE que es Anova. Pero aún siendo importante, una cosa
está clara. Beiras por sí sólo no consiguió los nueve diputados. (...)
Desde el principio se habló de AGE como la Syriza gallega, pero
hubo fuerzas de izquierda que quedaron fuera de la coalición, ¿llegará
el día que se unan a este frente?
Ellos mismos usaron esa
etiqueta. En el libro se habla de eso. Si ya el asunto surge como un
frente popular claro está que expresan su voluntad de ampliarlo e ir a
por Compromiso por Galicia, con el que se estuvo hablando pero no se
llegó a acuerdo, o a por sectores del BNG y otras fuerzas de un amplio
espectro.
No me extrañaría que acabasen integrados en AGE. Es uno de los
desafíos que tienen por delante y que ellos mismos se marcan.
¿Ese sería su principal desafío de cara al futuro?
En cuanto a fuerza política sí, pero el desafío principal desde la
óptica del ciudadano es que resulten útiles en la política gallega. Ese
listón que pusieron tan alto cuando hablaban de acercar las
instituciones a la ciudadanía y de servir de dique de contención a los
recortes sociales y a la pérdida de derechos, tienen que afianzarlo con
algún logro en este sentido.
Mucho se habla de la irrupción
de AGE en los ayuntamientos. En el 2015 habrá elecciones municipales,
¿crees que se repetirá la coalición en ellas o cada fuerza irá por
separado?
Eso es muy complicado de decir. Sería lo normal
que se reeditara la coalición, pero los comicios municipales son muy
particulares. Habrá muchos lugares en los que no haya presencia de
Esquerda Unida y Anova también se está expandindo aún. Hay que ver
cuando lleguen a las elecciones cómo han conformado ellos su mapa.
Dónde
están presentes, dónde no, dónde podría surgir una candidatura de AGE
directamente... que también podría ser. Es algo que es difícil de
pronosticar. Si hablamos de las ciudades más emblemáticas y
representativas, sí se puede llegar a hacer.
Como como por ejemplo A
Coruña o Santiago, ciudades donde AGE tuvo votos y están bien
implantados. Pero aventurarse a estas alturas es muy complicado." (Alejandro Espiño, Pontevedra Viva, Rebelión, 22/02/2013)
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