"... su auditor BDO sí que había realizado ya en febrero una revisión
inicial de la situación de 2012, aunque nunca vio la luz. En el informe
incluía una anotación que indicaba que la firma estaba pendiente de
recibir un jugoso seguro por “dos siniestros” ocurridos en su planta de
Mira, Portugal, que ocasionaron la muerte de peces y pérdidas entre ese
año y el siguiente de 70 millones de euros.
La compañía nunca dio parte a
los inversores ni al supervisor de estos hechos, y pese a que sus
previsiones de producción no se cumplían, dijo al mercado que todo
marchaba bien.
A la inauguración de la piscifactoría portuguesa, en junio de 2009,
acudió el entonces primer ministro luso José Sócrates. El presidente de
Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, explicó orgulloso que las
instalaciones, la mayor planta de cría de rodaballo del mundo, habían
supuesto una inversión de 140 millones y que darían trabajo directo a
200 personas.
Ese mismo día la pesquera dijo que a final de año podían salir de allí 7.000 toneladas de rodaballo.
Las perspectivas nunca se han cumplido. De hecho, las que fueron
ofreciendo años después, tampoco. Pero la firma ofrecía nuevos datos y
se mostraba optimista ante el mercado. (...)
Sin embargo, en el informe que debía publicarse el pasado mes de
febrero, BDO sí había incluido un “párrafo de énfasis”, que explicaba
que la división de acuicultura lusa “ha sufrido dos siniestros en Mira
(Portugal), el último en octubre de 2011, que han limitado su producción
de forma importante”.
Según fuentes cercanas a la compañía, BDO señala
que se produjo “la muerte de los peces y pérdida del lucro cesante del
proyecto durante 2011 y 2012”. Dichos acontecimientos generaron según
“diversos estudios de peritos” daños por valor de unos 70 millones.
Pérdidas, que sin embargo, “estaban cubiertas por el seguro”.
Dando por hecho que el seguro les va a pagar por los problemas en la
planta, la empresa, según dijo el auditor, se apuntó 49 millones de
euros como activo e ingreso de explotación en Acuinova Portugal entre
2011 (12 millones) y 2012 (37 millones).
La empresa incluso indicó que
se habían quedado cortos, ya que el seguro probablemente les pagará más,
porque el siniestro, ese que no creyeron importante comunicar a los
inversores, suponía pérdidas de 70 millones, sobre una planta cuya
inversión total fue de 140 millones." (El País, 14/04/2013)
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