"Este martes se entregó al juez mercantil de Pontevedra la propuesta de convenio para Pescanova,
que debería suponer el punto final del drama que ha vivido la compañía,
investigaciones judiciales al margen.
Finalmente, los grandes
accionistas (Grupo Damm y el fondo Luxempart), así como los bancos
acreedores han dado el paso al frente y se quedan con la empresa,
inyectando hasta 150 millones de euros y reduciendo la deuda al máximo.
Se quedan fuera de la foto los fondos KKR y Ergon, que en todo momento
han intentado subirse a la operación junto a Damm pero a los que no
querían los bancos bajo ningún concepto. (...)
El plan debe servir para reflotar la empresa y no tomar decisiones
drásticas en un grupo que ha estado al borde del colapso, pero no ha
dejado de funcionar en ningún momento. Desde luego, la plantilla está al
día en pagos y también los grandes proveedores. (...)
Los bancos inyectarán un 70% de los 150 millones de dinero fresco que
se aportará (112,5 se indica en el Hecho Relevante), que irá
preferentemente a cubrir deuda senior y el dúo (“Consorcio”)
Damm-Luxempart el resto. De ese 30%, Damm aportará 30 millones, por lo
que el fondo luxemburgués pondrá sólo 7.
La quita de deuda estará comprendida entre el 60% y el 90%, en función de cómo se vayan desarrollando los acontecimientos.
Aún es pronto para saber el reparto de capital, aunque se prevé que
los bancos contarán con una ligera mayoría una vez se capitalice la
deuda. No es algo que les preocupe en exceso, aunque cabría la
posibilidad de que algún fondo oportunista haya comprado tanto
participaciones de deuda como acciones en el mercado secundario y esté
en disposición de ir a la aportación de capital y, por tanto,
convertirse en accionista.
Es una hipótesis muy remota, sin embargo, o
al menos eso aseguran desde el pool bancario, a pesar de que bancos como Santander, Rabobank o BNP vendieron a fondos buitre.
Ahora, el juez tiene un mes para solicitar especificaciones técnicas
sobre la propuesta, pero estando los bancos detrás no debería haber
dudas sobre la solvencia de la misma. A continuación, es urgente el
nombramiento de un consejero delegado (desde la banca se insiste en que
gusta el actual administrador concursal de Deloitte, Senén Touza)
quien a su vez deberá nombrar unos cuantos nuevos directores generales,
unificando direcciones y ‘depurando’ cargos que eran de la confianza
personal de Sousa, a pesar de que este era un ejecutivo más que
complicado de trato personal, aseguran ex trabajadores de la firma.
Poco más debería escribirse a partir de entonces de Pescanova (la
matriz será Nueva Pescanova, la marca, Pescanova España), salvo los
derroteros judiciales. Sería señal de que las cosas están saliendo
adelante.
Será importante que quede atrás ese funesto 28 de febrero en el que afloró este enorme fraude empresarial, tras un comunicado de suspensión de pagos a la CNMV.
A partir de ahí, el ex presidente emprendió una pintoresca cruzada de
comunicación (tanto a la prensa como al consejo, así como mediante
Hechos Relevantes), pero más de una vez se derrumbó ante el regulador y
sus principales asesores, reconociendo que había un agujero larvado
durante muchos años, pero insistiendo una y otra vez que lo había hecho
por el bien de su empresa. (...)" (Vox Populi, 05/03/2014)
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