Planta de pintado de figuras de cerámica de la factoría / XOSÉ MARRA
"El largo declive del histórico Grupo Sargadelos, con dos fábricas de
cerámica en Galicia, ha desembocado finalmente en supensión de pagos. La
dirección de la compañía comunicó ayer a la Junta de Accionistas su
propósito de solicitar el concurso voluntario de acreedores hoy mismo,
cuando termina el plazo legal para hacerlo después de que el pasado
noviembre se declarara en preconcurso.
Sargadelos, un auténtico símbolo
en Galicia, fundado a principios del siglo XIX y resucitado tras la
guerra civil por los intelectuales galleguistas Isaac Díaz Pardo y Luis
Seoane, acumula deudas por más de cinco millones de euros con varios
bancos, Hacienda, la Seguridad Social y sus propios trabajadores,
incluidos los 70 que fueron despedidos en diciembre, según explicaron
fuentes de la compañía.
Tras solicitar el preconcurso de acreedores el pasado noviembre, la
empresa aplicó un ERE de extinción que afectó a 70 de sus 170 empleados,
41 de ellos en la factoría de Cervo (Lugo), donde se fabrica la marca
Sargadelos, y otros 29 en la planta de Cerámicas do Castro, en Sada (A
Coruña).
En muchos casos eran empleados que llevaban décadas en la
compañía y que se fueron con las condiciones fijadas en la última
reforma laboral, 20 días por año trabajado hasta un máximo de dos
anualidades. Ninguno ha cobrado todavía esas indemnizaciones. Los
trabajadores que continúan en plantilla han estado percibiendo sus
nóminas puntualmente, aunque tampoco se les han abonado dos pagas
extraordinarias. En conjunto, según las fuentes consultadas, la deuda
con los empleados supera el millón de euros.
El pasado 28 de febrero, vencieron los plazos de varios créditos
bancarios. Además, el grupo también acumula deudas con la Seguridad
Social y tiene sin pagar el IVA correspondiente a algunos trimestres. La
empresa había convocado ayer una reunión con los trabajadores en Cervo,
que finalmente fue aplazada hasta hoy.
“No tenemos aún noticias, pero
el plazo para solicitar el concurso se ha acabado y nos tememos lo
peor”, confesó Rogelia Mariño, presidenta del comité de empresa de la
factoría de Cervo, donde en 1806 el ilustrado Antonio Raimundo Ibáñez,
luego marqués de Sargadelos, fundó la primera fábrica.
La situación del grupo empresarial, que, además de comercializar una
cerámica que con el tiempo se convirtió en un emblema de Galicia,
desarrolló una intensa actividad de agitación cultural, se ha ido
deteriorando a lo largo de la última década.
La constante sangría en las
cuentas de resultados acabó derivando en un enfrentamiento entre los
accionistas mayoritarios y el hombre que refundó el grupo en 1949, el
pintor e intelectual Isaac Díaz Pardo. La bronca adquirió gran
repercusión pública por la dimensión de la figura de Díaz Pardo,
fallecido en 2012, que fue forzado a renunciar a sus cargos en el grupo. (...)" (El País, 06/03/2014)
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