"Cuando restan unos meses, diez a lo sumo,
para que se celebren nuevas elecciones en Galicia, el panorama político
de la comunidad ha cambiado radicalmente. Porque ayer, en porcentaje de
votos, populares y socialistas obtuvieron el tercer peor resultado de su
historia, con un 37,1 y un 21,3 % de respaldo, respectivamente.
Además,
en un hecho inédito desde la restauración de la democracia en España,
el PSdeG cedió su condición de segunda fuerza, que alcanzó la coalición En Marea, integrada por Podemos, Esquerda Unida y Anova. Aunque con timidez, Ciudadanos logró penetrar. En el polo opuesto, por primera vez en 20 años, el BNG (Nós) no estará en las Cortes en la próxima legislatura.
El PPdeG ganó los comicios en las cuatro provincias y en todas las ciudades excepto Vigo, donde triunfaron los de Pablo Iglesias.
No obstante, en comparación con el 2011, se dejó por el camino 260.000
sufragios y un tercio de sus 15 escaños, para quedarse con 10 sobre un
global de 23, dos por debajo de su media histórica.
Papeletas se le
fueron 110.000 a los de Pedro Sánchez,
pero ni un diputado de los seis que ya tenían, una marca solamente
superior a la de 1977 (tres). En su desaparición del mapa del poder, los
nacionalistas solo consiguieron retener un 38,3 % de sus antiguos
184.037 apoyos, cifra que casi alcanzó C's, con 147.000 y un acta
amarrada en A Coruña.
Aunque, sin duda, el papel de gran triunfador de la noche le
correspondió a En Marea, que se granjeó una credencial de congresista
para Ourense en Común,
otra para EU, dos para Anova y otras tantas para Podemos, suficientes,
si se usan en conjunto, para conformar grupo propio.
Surgiendo
prácticamente de la nada, no en vano, esta alianza de fuerzas políticas
se hizo con más de 406.000 votos, una cuarta parte de los emitidos a
candidaturas. (...)
Tanto ha variado el escenario que, con los mismos
números de anoche, tras las autonómicas del próximo año la composición
del Parlamento gallego se transformaría notablemente.
Respecto al
comienzo del ciclo 2012-2016, el PPdeG pasaría de 41 a 32 actas y el
PSdeG, de 18 a 17. El Bloque, entretanto, desaparecería de un hemiciclo
en el que C?s contaría con hasta seis asientos. Finalmente, En Marea
elevaría de 9 a 20 los diputados obtenidos por la AGE de Beiras hace tres años.
O sea, los populares perderían la mayoría absoluta,
pero, pactando con los de Albert Rivera, sumarían 38 avales, frente a
los 37 del grupo de la izquierda. La Xunta, en el aire por un voto." (La Voz, 21/12/15)
"(...) En Marea, la gran triunfadora
En Marea, al superar los cinco diputados y el 15% de los votos en la Comunidad Autónoma, estaría en condiciones de conformar un grupo propio en el Congreso. Xosé Manuel Beiras, integrante de la coalición, se ha apresurado a celebrar que por primera vez un grupo gallego logre su propio grupo parlamentario.
Yolanda Díaz, número dos por la provincia de A Coruña, ha declarado que estos resultados confirman que “el único camino posible es la confluencia para derrotar a este régimen podrido que causa tanto dolor”. El partido había basado su campaña en sacar rédito de sus “estrellas” en las alcaldías de A Coruña, Santiago de Compostela o Ferrol, y por la presencia en los actos multitudinarios de las figuras de Podemos.
Las candidaturas municipalistas gallegas parecen salir reforzadas por los resultados obtenidos en estas elecciones, al mantener o incluso incrementarlos en sus ciudades. El voto urbano es clave para entender los resultados de la coalición en Galicia. Muy significativos son los datos de En Marea en Vigo, la ciudad más poblada de Galicia, donde ha conseguido ser la primera fuerza, con más de un 33%, seguido del PP con un 27%.
Abel Caballero, que logró en Vigo una de las pocas mayorías absolutas del PSOE en las pasadas elecciones municipales, no ha conseguido que su ciudad apoye a Pedro Sánchez como presidente, quedando como tercera fuerza. En A Coruña, por su parte, el PP se ha situado primero, aunque ambos partidos han rozado el empate con una diferencia de menos de 500 votos.
Aunque los sondeos habían llegado a darles un segundo diputado en Galicia, por la provincia de Pontevedra, finalmente se han quedado con tan sólo uno, por A Coruña. Parece demostrado por los resultados que no ha conseguido movilizar a ese voto de centro-derecha, que en Galicia sigue siendo propiedad del PPdeG.
Gran aumento de la participación.
Uno de los datos más significativos de Galicia ha sido la participación, de un 72,93% del censo en las elecciones actuales, más de 10 puntos por encima de las registradas en 2011. El aumento de la participación ya lo había presagiado el aumento en un 45% del voto por correo respecto a 2011. (...)
Hacían hincapié en ser la única opción realmente gallega de las que se presentaban, y de ser la única opción para trasladar las necesidades y prioridades de Galicia al Congreso. Ante los primeros resultados, su portavoz explicaba que se habían visto perjudicados “por unas elecciones que se han jugado en términos estatales”.
No es la primera vez, y su trayectoria en anteriores comicios parecía marcar esta tendencia. El Bloque Nacionalista ya había sido superado por Alternativa Galega de Esquerdas (AGE) en las últimas elecciones gallegas, por Podemos en las europeas y por las candidaturas municipalistas en las ciudades gallegas, a excepción de Pontevedra.
En esta ocasión, las provincias de Ourense y Lugo, con 4 diputados cada una, que históricamente sólo habían permitido representación a PP y PSOE, han visto como En Marea entraba en la lucha por estos escasos cargos, obteniendo un diputado en cada una de ellas. (...)
"(...) En Marea, la gran triunfadora
En Marea, al superar los cinco diputados y el 15% de los votos en la Comunidad Autónoma, estaría en condiciones de conformar un grupo propio en el Congreso. Xosé Manuel Beiras, integrante de la coalición, se ha apresurado a celebrar que por primera vez un grupo gallego logre su propio grupo parlamentario.
Yolanda Díaz, número dos por la provincia de A Coruña, ha declarado que estos resultados confirman que “el único camino posible es la confluencia para derrotar a este régimen podrido que causa tanto dolor”. El partido había basado su campaña en sacar rédito de sus “estrellas” en las alcaldías de A Coruña, Santiago de Compostela o Ferrol, y por la presencia en los actos multitudinarios de las figuras de Podemos.
Las candidaturas municipalistas gallegas parecen salir reforzadas por los resultados obtenidos en estas elecciones, al mantener o incluso incrementarlos en sus ciudades. El voto urbano es clave para entender los resultados de la coalición en Galicia. Muy significativos son los datos de En Marea en Vigo, la ciudad más poblada de Galicia, donde ha conseguido ser la primera fuerza, con más de un 33%, seguido del PP con un 27%.
Abel Caballero, que logró en Vigo una de las pocas mayorías absolutas del PSOE en las pasadas elecciones municipales, no ha conseguido que su ciudad apoye a Pedro Sánchez como presidente, quedando como tercera fuerza. En A Coruña, por su parte, el PP se ha situado primero, aunque ambos partidos han rozado el empate con una diferencia de menos de 500 votos.
La incógnita de Ciudadanos
El resultado de esta formación en Galicia era una incógnita. Sin contar con figuras locales de renombre, y con notables meteduras de pata por parte de sus candidatos gallegos durante la campaña, ha apostado toda su estrategia a sus líderes centrales. El partido había llegado a prohibir, incluso, que los candidatos gallegos hablasen con la prensa durante la última semana de campaña.Aunque los sondeos habían llegado a darles un segundo diputado en Galicia, por la provincia de Pontevedra, finalmente se han quedado con tan sólo uno, por A Coruña. Parece demostrado por los resultados que no ha conseguido movilizar a ese voto de centro-derecha, que en Galicia sigue siendo propiedad del PPdeG.
Gran aumento de la participación.
Uno de los datos más significativos de Galicia ha sido la participación, de un 72,93% del censo en las elecciones actuales, más de 10 puntos por encima de las registradas en 2011. El aumento de la participación ya lo había presagiado el aumento en un 45% del voto por correo respecto a 2011. (...)
El Bloque pierde su representación
Los sondeos no se equivocaron al pronosticar la pérdida de representación en el Congreso del Bloque Nacionalista, que dentro de la marca Nós-Candidatura Galega ha conseguido poco más del 4% de los votos. Su campaña se había orientado a captar a un elector “joven, urbano y que defiende los valores políticos clásicos del nacionalismo galego”, analizaba Grial Parga para Praza Pública.Hacían hincapié en ser la única opción realmente gallega de las que se presentaban, y de ser la única opción para trasladar las necesidades y prioridades de Galicia al Congreso. Ante los primeros resultados, su portavoz explicaba que se habían visto perjudicados “por unas elecciones que se han jugado en términos estatales”.
No es la primera vez, y su trayectoria en anteriores comicios parecía marcar esta tendencia. El Bloque Nacionalista ya había sido superado por Alternativa Galega de Esquerdas (AGE) en las últimas elecciones gallegas, por Podemos en las europeas y por las candidaturas municipalistas en las ciudades gallegas, a excepción de Pontevedra.
Las circunscripciones pequeñas como barrera
Las cuatro circunscripciones gallegas son pequeñas o medianas, y esto ha supuesto históricamente una barrera natural para las candidaturas más modestas, que se han llegado a quedar sin representación con altos porcentajes de voto. Es el caso del BNG en las elecciones del año 2000, cuando obtuvo más de un 16% de los votos y sin embargo se quedó fuera de la representación.En esta ocasión, las provincias de Ourense y Lugo, con 4 diputados cada una, que históricamente sólo habían permitido representación a PP y PSOE, han visto como En Marea entraba en la lucha por estos escasos cargos, obteniendo un diputado en cada una de ellas. (...)
Sangrías del PP y PSdeG, que salvan las naves
El PSdeG deja de ser la segunda fuerza más votada en Galicia, colocándose en un tercer puesto, superado en más de 50.000 votos por En Marea (...)
Su pérdida en votos respecto a las elecciones de 2011 es de más de
120.000. Mucho mayor es la pérdida de votos del PP en este feudo
histórico del partido, que habría perdido más de un 30% de los votos
respecto a los anteriores comicios (más de 280.000).
Los resultados de las municipales ya habían supuesto una importante
sangría para el PP, que se presentaba a estas elecciones muy
desmovilizado.(...)" (Ana Álvarez, Diagonal , 21/12/15)
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