"La pasada semana una docena de pacientes
del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo (CHUVI) que habían sido citados
para la realización de pruebas de TAC tuvieron que marcharse a sus casas
sin poder llevar a cabo los escáneres debido a la negativa de la
empresa pública Galaria a realizar las pruebas.
Entre ellas había
algunos enfermos de cáncer. Desde entonces se ha repetido la negativa de
Galaria, aunque los pacientes cuyas citas quedaban anuladas han sido
tratados en el mismo día por los servicios de Radiología del hospital.
¿Por qué ha sucedido esto? ¿Qué es
Galaria y por qué funciona al margen de los servicios generales del
sistema público de salud? Galaria es una empresa pública de gestión de
alta tecnología médica, fruto de la reconversión en el año 2008 de la
antigua Medtec, creada en 1996 como una sociedad anónima de capital
público y señalada como una de las punta de lanza de la privatización
sanitaria en Galicia. Es importante señalar, además que en diciembre del
pasado año la ex consejera de Sanidad Rocío Mosquera fue colocada a dedo al frente de esta compañía.
Desde hace años Galaria es la encargada de la realización de
resonancias magnéticas del área sanitaria de Vigo. En el año 2016 la
Consellería de Sanidad (ya con Jesús Vázquez Almuiña al frente) decidió
la integración “funcional” de la resonancia de Galaria en el servicio de
radiología del CHUVI, algo que en ese momento fue muy criticado por el
sindicato CIG, que acusó el SERGAS de “reinventar sus fórmulas de
gestión con el objetivo de mantener estos chiringuitos y a sus acólitos
con contratos de alta dirección”.
Esta integración funcional iba
a permitir que por primera vez los servicios de radiología del área
sanitaria de Vigo pudieran realizar resonancias magnéticas (antes las
pruebas eran realizadas en exclusiva por Galaria) y, a cambio, Galaria
llevaría cabo TACs o ecografías, unas tareas para las que se le permitió
contratar a dos radiólogos adicionales. Sin embargo, la empresa se
niega a asumir exploraciones que no sean resonancias magnéticas.
CIG-Saúde exige la completa integración
(más allá de la actual "integración funcional") de la resonancia
magnética y de Galaria en la Estructura de Gestión Integrada (EOXI) de
Vigo "máxime cuando el propio Gerente del SERGAS ha reconocido que las
equipaciones que utiliza Galaria son propiedad del SERGAS y las pruebas
diagnosticas quien las hace es personal estatutario".
El sindicato
destaca que "la integración funcional puesta en marcha en el año 2016 no
está permitiendo una verdadera integración de la labor asistencial" y
que "las consecuencias de esta falta de integración comienzan a afectar,
de una manera poca tolerable, a las personas citadas para realizar
determinadas exploraciones radiológicas", subraya Manolo Moreira,
secretario comarcal de CIG-Saúde en Vigo.
Más resonancias, más dinero
El sindicato denuncia además que la
actual situación consolida la permanencia del “modelo organizativo y
retributivo” de Galaria, en el que se le paga por el número de informes
radiológicos efectuados “en oposición al modelo de prestación de la
sanidad pública, guiado por el interés público". Es decir, cuantas más
resonancias, más transferencia de dinero público a la empresa.
El sindicato recuerda que en el área
sanitaria de Vigo se realizan el doble de resonancias magnéticas que en
la Coruña, contando con hospitales de tamaño parecido. Y encontraba la
respuesta en el beneficio económico obtenido por Galaria por la
realización de más pruebas.
De hecho, en noviembre de 2014 el Consello de Contas de Galicia subrayaba en su Informe de fiscalización de diagnóstico por imagen de alta definición la "elevada proliferación de exploraciones per capita"
por resonancia magnética "realizadas en el CHUVI" y concluía que "tan
desproporcionadas diferencias en la recurrencia a la realización de
exploraciones en los distintos centros hospitalarios permiten cuestionar
que el uso de estas técnicas esté desarrollándose con racionalidad".
De
hecho, los datos correspondientes al año 2012 publicados por el Consello de Contas
mostraban que en el área viguesa se realizaban 55 resonancias por cada
mil habitantes, alrededor del doble que en la A Coruña (25) y en
Santiago de Compostela (30) y muy por encima de la media gallega (32).
El número total en Vigo se aproximó aquel año a las 25 mil (24.236)
tantas como en A Coruña y Compostela juntas (13.657 y 11.882).
Los datos de los últimos años publicados
en las memorias del SERGAS permiten constatar que esta desproporción se
mantiene. Vigo sigue realizando muchas más resonancias magnéticas que
áreas sanitarias y hospitales de tamaño semejante, algo que no sucede en
otras pruebas radiológicas.
En el año 2016 las pruebas mediante
resonancia magnética son entre un 66% y un 78% superiores en la ciudad
viguesa. En el año 2015 el SERGAS le pagaba a Galaria alrededor de 120
euros por cada resonancia, lo que elevaba el gasto anual de esta partida
hasta los tres millones de euros.
Denuncias de los profesionales
CIG-Saúde exige que el SERGAS "haga valer
que Galaria es un medio creado por la propia administración y que
debería estar a su servicio, y su existencia no es un fin en sí mismo,
sino que debería estar condicionada a la función que desempeña".
Además,
recuerda la escasa efectividad de organizar los servicios de
diagnóstico por sistema y reclama que las y los profesionales tengan
(como sucede en otros lugares) "la posibilidad de aplicar diferentes
técnicas diagnósticas sobre el mismo paciente y poder hacer un informe
integrado que proporcione más valor para el diagnóstico".
De igual manera, el pasado 5 de abril la
mayor parte de los y las profesionales del servicio de Radiología del
área sanitaria viguesa firmaron un escrito en
el que pedían "la integración real y completa de los profesionales de
Galaria, hecho que hasta ahora no ha sucedido" y reclamaban que "el
paciente" y no "la técnica" estuviera “en el centro de los objetivos del
alta tecnología sanitaria".
CIG-Saúde alerta además de negociaciones
entre la Gerencia del Hospital y la Dirección de Galaria para activar el
área de Servicio Compartido de Diagnóstico por Imagen (que ya estaba
creada pero que no había sido desarrollada).
El objetivo de esta
operación, según el sindicato, sería integrar el servicio de radiología
en una superestructura en la que el modelo organizativo sería el de
Galaria, aunque formalmente a su frente continuara el Jefe de Servicio
de Radiología de la EOXI de Vigo. La maniobra, denuncia el sindicato,
consolidaría el modelo retributivo de Galaria y supondría "un cambio de
modelo hacia un funcionamiento equivalente a un servicio privatizado". (Marcos Pérez Pena, eldiario.es, 14/06/18)
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