5/12/25

Un hospital por año, el Juan Cardona, en Ferrol; el Polusa, en Lugo; y el Povisa, en Vigo: la conexión de Feijóo y Ribera Salud durante su última etapa en la Xunta... Galicia cuenta con siete áreas sanitarias, en todas ellas el Sergas deriva actividad a centros sanitarios privados (El Plural)

 "La presencia sobre el terreno en Galicia del grupo privado Ribera Salud experimentó un sólido crecimiento en los últimos años de Alberto Núñez Feijóo como presidente de esta comunidad autónoma. La compañía sanitaria se hizo entre 2019 y 2021 con los tres hospitales de los que dispone a día de hoy en el territorio gallego: el Juan Cardona, en Ferrol; el Polusa, en Lugo; y el Povisa, en Vigo. Tres centros de gran tamaño y con alta capacidad de atención a pacientes que se suman a las diez clínicas con las que cuenta en esta región.

Ribera Salud compró el Cardona y el Polusa en 2021 y 2020, respectivamente, mientras que el Povisa, que es el hospital de referencia para más de 100.000 pacientes en el área sanitaria de Vigo, lo adquirió en 2019. Este último, cuenta con una importante relación con el Servizo Galego de Saúde (Sergas), ya que, mediante conciertos, recibe una importante financiación de esta institución pública. Una financiación que hasta el 2025 era de 75 millones de euros anuales que se destinaban a la atención médica de las 140.000 adscritas al hospital Povisa, pero que este año se modificó para incrementar la partida económica que recibe Ribera Salud en este concierto, alcanzando casi los 100 millones de euros anuales a pesar de atender ahora a menos pacientes, concretamente a 116.000.

Antes de que Ribera Salud adquiriese el Povisa en el 2019, este hospital había pertenecido al grupo Nosa Terra XXI, encargado de la gestión de este centro sanitario, que contaba ya con concierto privado desde el Gobierno de Manuel Fraga, entre 1996 y 2019. El año previo a la venta, el 2018, la relación entre la Xunta y Nosa Terra XXI se tensó, al generarse discrepancias en las partidas económicas que recibía este hospital privado. De hecho, el centro sanitario llegó a solicitar el preconcurso de acreedores alegando pérdidas millonarias a las que se habrían dado lugar desde el año 2014. La venta a Ribera Salud se llevó a cabo en el 2019, año en el que el Sergas modificó el concierto y llevó a cabo una mayor inversión en el Povisa que implicaba asumir el suministro de medicación de dispensación ambulatoria y de alto impacto.

En total, Galicia cuenta con siete áreas sanitarias, en todas ellas el Sergas deriva actividad a centros sanitarios privados. Un modelo de atención que, como se hacía mención, ya implantó Fraga en 1993. Este modelo de Sanidad Público-Privada ha venido siendo objeto de críticas durante años en la región, gran foco de ellas ha sido el propio hospital Povisa del que han denunciado que cuente con menos personal que un centro público y que, además, según la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública, tuvo un papel en la reducción de la cantidad de camas que se habían planteado para el hospital Álvaro Cunqueiro, este sí, de carácter público.

La preocupación mostrada por los defensores de la Sanidad Pública en Galicia se ha incrementado en las últimas horas, al haber salido luz un audio difundido por El País y en en el que Pablo Gallart, CEO del grupo Ribera Salud, daba la orden de retrasar las listas de espera en el Hospital de Torrejón de Ardoz, en Madrid, con el fin de obtener beneficios económicos y aumentarlo entre cuatro y cinco millones de euros. Declaraciones sorpresivas realizadas por parte del alto cargo de un grupo privado que gestiona hospitales pertenecientes a la Sanidad Pública y que es pagado por ello por parte de los gobiernos autonómicos.

Firmas nacionales e internacionales y cerca de 800 millones facturados

Ribera Salud tiene 69 sociedades repartidas por lo largo y ancho del país (Madrid, Galicia, Asturias, Aragón, la Comunidad Valenciana, Murcia y Extremadura), y fuera de las fronteras de España. Así las cosas, gestiona otros tres centros en Portugal (Galo Saúde Parcerías Cascais, Ribera Care Portugal, Laboratòrio Dra. Joana Vicente), además de haber creado una fundación, poseer una empresa tecnológica y su propia división de laboratorios; que reciben los nombres de Futurs y Ribera Lab, respectivamente. Ha llegado incluso a asesorar al Gobierno de Kuwait para levantar el segundo hospital público-privado del emirato.

Con una cifra de negocio de cerca de 800 millones de euros, según se desprende del informe financiero publicado por Vivalto Santé (matriz a la que pertenece el grupo) en su página web, Ribera Salud ha ido creciendo a base de talonario sobre todo tipo de establecimientos sanitarios. De esta manera, solamente en 2024 adquirió el Hospital MC Miraflores y dos policlínicas en Zaragoza, el Hospital de Covadonga y otra policlínica en Gijón, el centro médico Assistens en A Coruña u otro en L’Eliana (Valencia), entre otros, tal y como informa el diario Público.

En términos de plantilla, en España el número de profesionales asciende a 6.233 trabajadores, lo que supone casi una tercera parte de los 20.457 empleados de Vivalto Santé, lo que sitúa a nuestro país como su segundo mercado después de Francia. De hecho, en el Estado español Ribera Salud disfruta también de una filial bajo la denominación de Vivalto Santé Spain. En su caso, gestiona más de 1.200 plazas en siete centros de mayores en la Comunidad Valenciana.

A todo ello hay que añadir la sociedades que contempla en Portugal, Chequia, Eslovaquia o Suiza. Los beneficios alcanzaron en 2024 los 2.747 millones de euros en facturación y tuvo casi 60 millones de beneficios gracias al más de centenar de hospitales y clínicas con las que cuenta."                                (El Plural, 05/12/25) 

29/8/25

Sabemos por qué arde, pero no para qué se prende... En los años 70, como nadie podía acreditar oficialmente su propiedad, el ICONA decidió repoblar los montes comunales gallegos. Con pinos. Los pinos crecen rápido, y arden bien. Aunque los supera otra especie, el eucalipto, que también auspiciaron las administraciones... los montes arden, sean arbolados o de matorral, porque son altamente combustibles, sobre todo cuando se dan determinadas circunstancias climáticas. Lo que queda por establecer es para qué se prende fuego. O lo que es casi lo mismo, quién... lo que hay son incendiarios: aquellos que provocan fuegos por interés de algún tipo... en la zona noroeste, la intencionalidad roza el 70% de los fuegos... la gran mayoría se deben a quemas de residuos agrícolas, regeneración de pastos, o intentar ahuyentar a animales salvajes, seguido por la actuación de pirómanos (7%) o vándalos (un porcentaje similar) o las causas relacionadas con la caza (3,5%)... pero “detrás de algunos incendios se esconden probablemente intereses especulativos relacionados con la clasificación del suelo, los cambios de uso o la puesta en marcha de nuevas actividades sobre el territorio”. Actividades como parques eólicos, plantas de transformación de madera o explotaciones mineras. Estos días circulan por las redes sociales mapas en los que se superponen las ubicaciones de este tipo de proyectos con zonas altamente afectadas por el fuego, como Chandrexa de Queixa... el nivel de respuesta de los responsables es desolador. Ninguna de las propuestas que aportó un grupo de 130 expertos de las universidades gallegas a la comisión constituida en 2017 en el Parlamento Gallego sobre el asunto fue secundada. La de partida era que no se podía abordar el problema como si fuese única y meramente una cuestión forestal. Otra –o la misma– era que el planteamiento de base pecaba de “urbano”... y la Xunta de Galicia afrontó el verano sin cubrir cerca de un centenar de vacantes en el Servizo de Prevención de Incendios Forestais (SPIF) y desoye las continuas propuestas de bomberos y brigadistas de demanda de profesionalización (Xosé Manuel Pereiro)

 "Era un niño cuando vi, o más bien experimenté, mi primer incendio forestal. A Serra de Santa Mariña, el monte que hay en mi aldea, enfrente de la casa de mis abuelos (donde ahora escribo esto) estaba en llamas. Veía la agitación y los trajines de los vecinos. Entonces eran muchos, y además se decía que la Guardia Civil paraba a los que iban o venían de las verbenas para obligarlos a que ayudasen en la extinción. Era a comienzos de los setenta, o eso calculo, entre otras cosas porque fue en esa época cuando empezaron los incendios forestales, el fenómeno.

La sierra ardió más veces, pero el fuego nunca se aproximó a la aldea (bueno, se quemó la casa de un vecino, pero por un cortocircuito), más que probablemente porque está rodeada por un cinturón de bosque autóctono. Así que no puedo contar en primera persona –cruzo, como todos mis vecinos, los dedos– la angustia, los trabajos y las vigilias de amigas o colegas que están sufriendo en carne propia la amenaza de las llamas. Y la intriga, con sospechas o sin ellas, de quién es el causante.

Por qué

Siempre ha habido fuegos por causas naturales, por despistes o como método de renovación de cultivos. Pero los incendios forestales como fenómeno, al menos aquí, comenzaron con la década de los setenta del pasado siglo. Y la culpa, aunque pueda parecer extraño, o sectario, la tuvo el franquismo y sus ansias productivistas. En Galicia, la inmensa mayoría de los montes (entre la cuarta y la quinta parte de todo el territorio, y la mitad de la superficie arbolada) es comunal. Es una propiedad privada colectiva del conjunto de los vecinos con casa abierta y residencia habitual en la parroquia, aldea o lugar en el que se encuentre el monte. Un sistema de propiedad comunitaria de origen germánico que no se puede inmatricular, vender, repartir ni embargar.

El gobierno de turno del Caudillo por la Gracia de Dios creó en 1971 el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) que –adelantándose al neolenguaje actual– sirvió para lo contrario de lo que pregona, al menos en los montes comunales. Como nadie podía acreditar oficialmente su propiedad, el ICONA, en connivencia, de grado o por fuerza, con los ayuntamientos, o por iniciativa propia, decidió repoblarlos. Con pinos. Como me recordó estos días un vecino, “a alguno se los plantaron delante de casa”. Y al resto, algo más lejos, pero en el terreno que todos habían aprovechado desde tiempos inmemoriales para proveerse de pastos o de leña.

Los pinos crecen rápido, y arden bien. Aunque los supera otra especie, el eucalipto, que también auspiciaron las administraciones (primero la central, que creó la Empresa Nacional de Celulosas e impuso una factoría en Pontevedra y después, con redoblado entusiasmo, la autonómica), aunque en este caso, lo hicieron con métodos algo más sutiles, pero tanto o más efectivos. El capitalismo, en sus versiones primero autoritaria y después depredadora, aportó dos especies altamente pirófilas. En Galicia, según el 4º Inventario Forestal Nacional (iniciado en 2008) las especies foráneas pirófilas introducidas (eucaliptos, acacias, pinos) ocupaban, en exclusiva o con presencia de otras, el 71% de la superficie arbolada, y el 75% de la afectada por los incendios en el decenio 2006-2015 (el último que figura en las estadísticas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico). En ese lapso, según la Estadística General de Incendios Forestales (EGIF), el 30% de los fuegos que se produjeron en España fue en territorio gallego, más que los ocurridos en total en las otras dos comunidades más afectadas (Castilla y León y Asturias). La zona de España con más siniestros es la noroeste (del Miño al Bidasoa, incluidas tierras leonesas), una de las tres áreas en las que los estudios forestales dividen la península (la segunda es la mediterránea, de Huelva a Girona, y la tercera la constituye el interior).

El productivismo, en todas y cada una de sus facetas, se encargó de sustituir la población rural y su forma de relacionarse con el territorio por los monocultivos de cualquier tipo. Hay menos gente que nunca, y menos razones para quedarse: desaparecen desde las escuelas a las sucursales bancarias. La “desagrarización” supuso, entre 1960 y 2017, el descenso en Galicia de 730.000 personas ocupadas (es decir, sin contar la población no activa) en el sector agroganadero. En el proceso se dejó de trabajar aproximadamente una cuarta parte del territorio y del total de la superficie agraria útil. Entre 1989 y 2011 casi la mitad del territorio no urbano de Galicia experimentó un cambio de uso, una dinámica posiblemente inédita en el contexto de Europa Occidental.

En contra de lo que se pueda pensar, hoy hay más superficie arbolada (plantaciones para producción de madera, que no bosques) que nunca: aumentó desde el 38% del territorio en 1972 hasta el 49% en 2011, según el 4ºIFN (y hoy será mucho mayor, de hecho, dado su dinamismo, se plantea revisar la zona cantábrica por quinquenios, no por decenios). Pero no sólo arden los pinares y los eucaliptales (en Ourense prácticamente no hay esta última especie). El terreno que abandonó el ser humano fue colonizado, además de por árboles, por la maleza descontrolada. Se le puede llamar “naturaleza”, aunque los que se encargan de luchar contra los incendios le llaman “combustible”. “Quedó a monte” es la expresión gallega, que vale tanto para un terreno como para una persona.

En el resumen que reconozco que va haciendo falta, los montes arden, sean arbolados o de matorral, porque son altamente combustibles, sobre todo cuando se dan determinadas circunstancias climáticas. Lo que queda por establecer es para qué se prende fuego. O lo que es casi lo mismo, quién.

Para qué

En la época que el ICONA se dedicaba a plantar donde no era suyo se apuntaba a los despistes (“cuando un bosque se quema, algo suyo se quema”, rezaba la propaganda, quiero pensar que sin ser conscientes del sarcasmo). Todavía hay descerebrados que hacen barbacoas o tiran fuegos de artificio donde les place. Y pirómanos, es decir, gente con una patología que hace que disfruten plantando lumbre (y la cobertura mediática refuerza el efecto llamada). Pero fundamentalmente lo que hay son incendiarios: aquellos que provocan fuegos por interés de algún tipo.

El EGIF del decenio de referencia estima en un 88% los incendios con causas conocidas, y las clasifica en cinco grandes grupos: rayos (la única considerada natural en España); negligencias y accidentes (quemas agrícolas y ganaderas, maquinaria, trenes, deficiencias en el tendido eléctrico, hogueras y barbacoas, etc); intencionadas, desconocidas y reproducciones de incendios anteriores. Quedémonos con los fuegos intencionados. Cerca de 70.000 en la etapa estudiada (el doble de los ocasionados por negligencias). En la zona noroeste, la intencionalidad roza el 70% de los fuegos, mientras en la mediterránea y en la interior supera apenas el 30%.

La intencionalidad es multicausal: los informes oficiales dicen que la gran mayoría se deben a quemas de residuos agrícolas, regeneración de pastos, o intentar ahuyentar a animales salvajes, seguido por la actuación de pirómanos (7%) o vándalos (un porcentaje similar) o las causas relacionadas con la caza (3,5%). Incluso mencionan motivaciones residuales como venganzas por multas, resentimiento por expropiaciones, crear malestar social y los ritos satánicos o pseudoreligiosos (todos ellos poco más de un 0,04%). Sin embargo, la propia información oficial reconoce que “a pesar del elevado número de incendios de causa conocida, es un dato muy relevante que sólo se logre identificar al causante en un 17% de los casos, impidiendo por tanto el inicio de procedimientos judiciales para la sanción del delito, en su caso. Especialmente llamativo es el bajo número de incendios intencionados con causante identificado”.

Quién

A raíz de los grandes incendios ocurridos en 2006 en la costa atlántica (con tres muertos), la Fiscalía Superior de Galicia ordenó una investigación exhaustiva a la Guardia Civil. El resumen fue que la intencionalidad era menor, un 60% contra el 85% que le atribuía el entonces Ministerio de Medio Ambiente, pero se disparaba el desconocimiento de las causas: el 49% de los incendios tenían motivaciones desconocidas. “Muchas veces, en los interrogatorios a los que se somete a los detenidos, no confiesan motivación específica alguna”, declaró entonces el fiscal superior, Carlos Varela García.

Aquel año fueron detenidas 180 personas en relación con los incendios, y “los motivos que confesaron los detenidos, algunos de ellos con graves trastornos psíquicos, fueron muy variados: rencillas, venganzas, limpieza de fincas o de pastos...”. Se dictó prisión provisional para 32, 17 precisaron de internamiento psiquiátrico y cuatro pasaron a la Fiscalía de Menores. Diez tenían otros antecedentes penales y bastantes sufrían alcoholismo. No creo que eso constituya una radiografía muy exacta de los incendiarios. Si las leonas hicieran una estadística sobre los herbívoros que consiguen capturar, probablemente concluirían que sus presas eran las gacelas más lentas o los búfalos más viejos.

Baso también mi escepticismo en que a un conocido le ofrecieron hace años en un bar quemar montes, con remuneración variable según resultados (extensión quemada). No quiso preguntar para qué, ni dónde. Pero es curioso que estamos ante un delito cuya enorme gravedad no se corresponde con la escasa o desconocida cuantía de los beneficios. Lo que la investigación descartó fue la existencia de tramas organizadas, según aseguró aquel año –y lo sostuvo otro año trágico, 2017, ante el entonces presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo– el que era fiscal de Medio Ambiente de Galicia y ahora fiscal general del Estado en la picota, Álvaro García Ortiz.

Sin embargo, el fiscal superior Carlos Varela no se recató –hace ya casi dos décadas– y dijo que “detrás de algunos incendios se esconden probablemente intereses especulativos relacionados con la clasificación del suelo, los cambios de uso o la puesta en marcha de nuevas actividades sobre el territorio”. Actividades como parques eólicos, plantas de transformación de madera o explotaciones mineras. Estos días circulan por las redes sociales mapas en los que se superponen las ubicaciones de este tipo de proyectos con zonas altamente afectadas por el fuego, como Chandrexa de Queixa.

Qué

Ante una situación de catástrofe, que todo hace suponer que no hará sino empeorar por las condiciones climáticas, el nivel de respuesta de los responsables es desolador. Ninguna de las propuestas que aportó un grupo de 130 expertos de las universidades gallegas a la comisión constituida en 2017 en el Parlamento Gallego sobre el asunto fue secundada. La de partida era que no se podía abordar el problema como si fuese única y meramente una cuestión forestal. Otra –o la misma– era que el planteamiento de base pecaba de “urbano”. Exactamente igual que las medidas y la propaganda institucional que anima a permanecer en un rural que se pinta como idílico mientras la política real es potenciar la eucaliptización (léase el caso de la megacelulosa Altri) y el productivismo empresarial.

Bajando al detalle, la Xunta de Galicia afrontó el verano sin cubrir cerca de un centenar de vacantes en el Servizo de Prevención de Incendios Forestais (SPIF) y desoye las continuas propuestas de bomberos y brigadistas de demanda de profesionalización. Además del Seprona de la Guardia Civil, la Unidad de Policía Nacional adscrita a Galicia (UPA, aka la policía autonómica gallega) es la encargada de investigar los delitos contra el medioambiente. En unas jornadas sobre incendios celebradas en 2005 en el Consello da Cultura, el entonces responsable reconoció que había 25 agentes destinados a ese tema, que en verano por las vacaciones se reducían en una tercera parte. Con datos referidos al pasado 1 de agosto, la UPA informaba de que a lo largo del año había “detenido o investigado” a 13 presuntos causantes de incendio (la práctica totalidad, por negligencias).

Al gobierno autonómico de Alberto Núñez Feijóo y después de Alfonso Rueda tampoco se le conocen esfuerzos por aplicar la norma, establecida en 2007 por el gobierno de coalición de PSdeG y BNG, que obligaba a los residentes en núcleos rurales a tener despejados de maleza los alrededores de las viviendas. El gallego no es, sin embargo, un caso aislado. Las distintas comunidades autónomas pasaron de destinar en conjunto más de 360 millones a prevención en 2009 a menos de 180 millones en 2022, aunque mantienen más o menos estables las partidas dedicadas a las más visibles labores de extinción. En el área noroeste, la muy castigada este verano Castilla y León ha pasado de destinar 10,27 millones a 1,41 (un 86% menos) y Asturias ha recortado el presupuesto en un 67%.

En general, las únicas voces que se escuchan, además de las airadas o resignadas de los vecinos de las zonas afectadas, son las que confirman el nivel escolar de debate político español. El PP aplica el manual de cinco puntos que siempre usa en caso de emergencias. Primero niega o minimiza la existencia (el Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia ha solicitado a la Administración autonómica, entre otras cosas, que aumente los partes diarios, que ofrezca datos desagregados y localizados de efectivos y que no se limite a informar de los incendios superiores a 20 hectáreas), después pide ayuda al Gobierno central y en tercer lugar posteriormente responsabiliza a otros (normalmente al Gobierno central) de la gestión (o de su falta) a pesar de que las competencias son suyas.

El pasado 5 de mayo, el presidente gallego, Alfonso Rueda, presentaba el plan de incendios 2025 (Pladiga) y se enorgullecía de los 7.000 efectivos que contemplaba, a pesar de que como calculó el periodista Juan Oliver, la letra pequeña del Pladiga 2025 sólo contabilizaba 5.189 (3.044 de personal de la Xunta, 1.968 de entidades locales; 112 trabajadores de medios aéreos subcontratados y 65 más de medios estatales). El pasado martes, después de varias reclamaciones de medios y efectivos al Gobierno central, la Xunta estimaba en 4.300 personas las que luchaban contra el fuego, entre ellos 746 mandos y soldados de la UME y de otros organismos estatales.

No he olvidado los puntos 4 y 5 del manual argumentativo del PP en caso de emergencias (aunque no sólo del PP: he cubierto varios tipos de catástrofes). El cuarto es el capítulo de lamentos y jeremiadas (“lo-siento-mucho-no-lo-volveré-a-hacer” style) y el quinto, la rueda de prensa de medidas cosméticas que ni rozan la raíz de los problemas.

Permanezcan atentos a su estreno en sus pequeñas pantallas.

Yo acabo esto y vuelvo a mirar al monte de enfrente." 

(Xosé Manuel Pereiro  , CTXT, 24/08/2025 )

22/8/25

Rueda: 8,3 millones de fondos europeos que se dejaron sin ejecutar, que se habrían dedicado a subvenciones para actuaciones para preparar el terreno y otros elementos, con 480 expedientes presentados que se encuentran también pendientes de resolución. “Estamos hablando de desbroces, cortalumes, pistas forestales… tareas que deberían estar hechas desde la primavera y que hoy, sencillamente, no existen sobre el terreno. Es desolador ver que muchas de esas actuaciones estaban previstas precisamente en zonas que ahora arden”... y más de 400 focos ocultados por la Xunta (Rodrigo de la Torre)

 "Los socialistas de Galicia evidencian una serie de acciones emprendidas por el Gobierno autonómico de Alfonso Rueda que habrían dado lugar a una dejadez en lo relativo a la prevención de incendios y que, de haberse abordado, quizás se estaría hablando ahora de una situación distinta.  Es por ello que el líder del PSOE en esta región, José Ramón Gómez Besteiro, reclamará al máximo mandatario gallego que comparezca en el primer pleno de septiembre, con la intención de que aclare su gestión en lo relativo a esta materia y que, también, dé cuenta de los recursos disponibles para atajar la ola de fuegos y sus efectos.

La Xunta de Galicia mantiene desde el mes enero bloqueados más de ocho millones de euros procedentes de fondos europeos que deberían estar destinado a la prevención de incendios forestales. Un presupuesto que se dejó sin ejecutar, habiendo obviado el desarrollo de trabajos esenciales que podrían haber reducido los efectos de los incendios y haber frenado el avance de las llamas que han arrasado miles de hectáreas. La diputada socialista Carmen Dacosta ha explicado que a la consejería de Medio Rural sigue, tras este tiempo, sin haber resuelto dos partidas presupuestarias clave para el fomento de dos líneas de trabajo: más de dos millones de euros para obras de infraestructuras de prevención, que se habrían repartido en nueve lotes aún sin adjudicar, así como una cantidad superior a cinco millones de euros que se habrían dedicado a subvenciones para actuaciones para preparar el terreno y otros elementos, con 480 expedientes presentados que se encuentran también pendientes de resolución. “Estamos hablando de desbroces, cortalumes, pistas forestales… tareas que deberían estar hechas desde la primavera y que hoy, sencillamente, no existen sobre el terreno. Es desolador ver que muchas de esas actuaciones estaban previstas precisamente en zonas que ahora arden”, ha denunciado Dacosta.

Debido a la magnitud que han alcanzado los fuegos y las consecuencias derivadas de ellos llevan ahora a José Ramón Gómez Besteiro a reclamar explicaciones en sede parlamentaria al presidente gallego. De esta manera, ha advertido que la prioridad inmediata sigue siendo “apagar los fuegos, garantizar la seguridad del vecindario y apoyar a las familias afectadas”, si bien, ha incidido en que, una vez controlada la emergencia, “el presidente Rueda deberá rendir cuentas por su gestión de la ola de incendios, y por la disponibilidad efectiva de los recursos y medios empleados en las tareas de extinción".

Hasta 400 incendios ocultados por la Xunta de Galicia

La consejera de Medio Rural de Galicia, María José Gómez, ofrecía una entrevista a la Cadena SER el 18 de agosto en la que afirmaba lo siguiente: "Cada día aparecen 30 nuevos incendios en Galicia, entre 30 y 35 incendios diarios, que prácticamente se extinguen en su totalidad. Además, debo decir que, desde agosto hasta hoy, hemos registrado 492 incendios solo en agosto, es decir, 370 incendios más que el año pasado". 

Esta declaración despertaba cierta sorpresa en Praza Pública, un periódico gallego, que comenzaba a revisar datos y atisbaba que, ante este alegato de la consejera, la Xunta ha ocultado hasta 400 incendios, pues de los 447 totales solo ha difundido información sobre 45. Según este medio de comunicación de Galicia, los datos facilitados por María José Gómez seguirían un camino que ya habría marcado el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que en la jornada del 12 de agosto, cuando la temporada de incendios se hallaba en sus primeros días, aseguró que en esa primera parte del mes "se están extinguiendo alrededor de 30, 35 incendios al día por parte de los servicios de la Xunta de Galicia , lo que supone, para que se hagan una idea, 250 más de los que hubo que extinguir en el mismo periodo del año pasado". 

Praza Pública expone que ni por parte de Rueda ni de Gómez se realiza una clarificación de si esta comparativa de números correspondía a los incendios divulgados en su momento o con el total, incluyendo los ocultos. Es por ello que este medio interpreta las cifras y deduce que "la comparación se realiza con los incendios del año pasado que tampoco se divulgaron, ya que durante todo el mes de agosto de 2024 la Xunta solo notificó cinco incendios, cuatro de ellos posteriores a estas fechas y solo uno, en Ponteareas, que comenzó antes, el 16 de agosto. Es decir, si este año se ocultaron 447 incendios en medio de una crisis grave, el año pasado, sin ninguna situación extraordinaria, la Xunta revela ahora que ocultó 121".

Así, Praza Pública subraya que el gobierno gallego solo da a conocer uno de cada diez incendios y que esto se debe a que solo comunica los incendios que superan las 20 hectáreas o los que afectan a zonas pobladas o protegidas. Un criterio que, tal y como expone, "comenzó a adoptarse tras la llegada de Alberto Núñez Feijóo al Gobierno gallego, tras la divulgación de más información y de forma más sistemática durante el anterior gobierno del PSdeG y el BNG, como hacen hoy otros gobiernos del PP, como la Junta de Castilla y León, con muchos más recursos tecnológicos".

Ante esta información, surgen nuevas denuncias del PSOE gallego, desde donde recuerdan que ya desde el primer día de esta ola de fuegos advirtieron de la necesidad de disponer información clara y puntual “porque salva vidas”. De esta manera, la portavoz socialista de política forestal, Carmen Rodríguez Dacosta, ha señalado que “no es una reclamación nueva ni improvisada: llevamos días insistiendo en que la ciudadanía tiene derecho a conocer en tiempo real que carreteras están cerradas, que aldeas fueron evacuadas o que zonas siguen en riesgo”. 

 , El Plural, 22/08/25)

20/8/25

La Xunta de Galicia retira a varios efectivos de bomberos de Lugo y A Coruña en plena ola de incendios... La notificación de la Xunta instaba a los bomberos a regresar a sus casas cuando algunos incluso estaban de camino a zonas afectadas por el fuego... también han pedido a bomberos desplazados desde Andalucía que abandonen Ourense y regresen a sus puestos habituales... Mientras, el gobierno gallego sigue reclamando más medios... En Castilla y León hubo recursos que se mantuvieron parados a la vez que su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, también seguía pidiendo más medios... cousas veredes (SER)

 "La Xunta de Galicia retira en plena ola de incendios a varios efectivos de bomberos de Lugo y A Coruña. La orden llegó este martes por la noche a los bomberos de esas provincias que no entienden la decisión en este momento en el que, sólo en Ourense, el fuego ha calcinado ya más de 70.000 hectáreas.

La notificación de la Xunta instaba a los bomberos a regresar a sus casas cuando algunos incluso estaban de camino a zonas afectadas por el fuego.

La decisión llega cuando Ourense todavía está en nivel 2 de emergencia, con siete incendios activos, tres de ellos, de grandes dimensiones, y con el gobierno gallego reclamando más medios al ejecutivo central para hacer frente a los incendios. Unos recursos que, según la directora de Protección Civil, Virginia Barcones, se están facilitando en cuando las comunidades autónomas —que son las que dirigen la emergencia— lo están solicitando.

Según ha podido saber la Cadena SER, también han pedido a bomberos desplazados desde Andalucía que abandonen Ourense y regresen a sus puestos habituales.

En Castilla y León, según cuenta eldiario.es, hubo recursos que se mantuvieron parados a la vez que su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, seguía pidiendo más medios. El dirigente castellano y leonés no ha negado esta información y se escuda en "decisiones técnicas" de un operativo que cuenta con todo su respaldo."

(Ricardo Rodríguez , SER, 20/08/25)

18/8/25

O comité de TVG e Radio Galega pide a marcha dos xefes de informativos pola "inacción" na vaga de lumes... denuncia que os servizos informativos da radiotelevisión pública estiveron e aínda están desaparecidos do papel que deben xogar como primera fonte de información de servizo público da cidadanía galega nunha emerxencia como a que supoñen os maiores lumes da historia do país... Critican que a "inacción deliberada" dos responsables dos informativos da CSAG puido vincularse coa "incompetencia" nun primero momento, mais no seu comunicado o Comité destaca que a cobertura desta fin de semana obedeceu ao "mandato do goberno da Xunta de ocultar a gravidade da situación relativa aos incendios" (Praza Pública)

 "O Comité Intercentros da Corporación de Servizos Audiovisuais de Galicia (CSAG), a nova denominación dos medios de comunicación públicos –antes CRTVG–, denuncia que "os servizos informativos da radiotelevisión pública estiveron e aínda están desaparecidos do papel que deben xogar como primera fonte de información de servizo público da cidadanía galega nunha emerxencia como a que supoñen os maiores lumes da historia do país.

O ente que representa ás traballadoras e traballadores da TVG e da Radio Galega esixe "o cese de Alejandro López e Marta Darriba, director e subdirectora dos servizos informativos dos medios públicos, que consideran desautorizados", din nun comunicado, "para estar á fronte dunha equipa" que "estes días sentiu vergoña, impotencia e carraxe pola desidia e a irresponsabilidade dos seus superiores". 

Critican que a "inacción deliberada" dos responsables dos informativos da CSAG puido vincularse coa "incompetencia" nun primero momento, mais no seu comunicado o Comité destaca que a cobertura desta fin de semana obedeceu ao "mandato do goberno da Xunta de ocultar a gravidade da situación relativa aos incendios".

A representación legal do persoal da CSAG urxe á directora xeral, Concepción Pombo, a "asumir en primeira persoa a xestión da crise" e pídelle que sitúe a "profesionais da redacción capaces de liderar a grave situación" no lugar dos directivos dos servizos informativos que reclaman cesar. 

O obxectivo, sinalan no seu comunicado, é "recuperar o papel e a responsabilidade como servizo público dos informativos e do resto da programación", que consideran debe centrarse na crise incendiaria, "fornecéndolle á poboación minuto a minuto e desde todas as frontes a información de utilidade que precisa e demanda".

Para as representantes do comité de empresa da CSAG a cobertura desta vaga de incendios confirma as críticas que veñen realizando sobre o "desmantelamento" das delegacións territoriais da canle pública, pois "son os equipos de profesionais que coñecen o territorio os que mellor poden acceder e informar sobre o que pasa nel". Desta maneira, instan a que a TVG e a Radio Galega 'recuperen' o papel de servizo público. " 

(Praza Pública, 18/08/25) 

Rueda descarte el Nivel 3 de emerxencias... "non é necesario" que o Goberno galego solicite o nivel 3 de emerxencia... "Se o nivel 3 supuxese máis medios e fose necesario para que se achegasen eses medios, eu non tería ningunha dúbida, pero non é necesario"

 "(...) O presidente da Xunta, Alfonso Rueda, avanzou que a próxima semana haberá unha reunión extraordinaria do Consello da Xunta, que se celebrará en Ourense, para habilitar as primeiras axudas destinadas a zonas afectadas polos incendios en Galicia e reclamou ao Goberno a incorporación inmediata dos efectivos "solicitados e comprometidos".

"Non poden chegar a contagotas. Agradecemos o que xa chegou e esperamos que chegue hoxe mesmo o comprometido", manifestou Ruda na comparecencia de prensa tras a primeira reunión para estudar estas axudas, onde sinalou que polo momento, con "aínda moitas hectáreas ardendo", non se pode facer unha estimación da contía, pero asegurou que a Xunta "estará á altura" e pediu a todas as administracións a mesma "celeridade".

Así, detallou que a Axencia Galega de Emerxencias (Axega) realizará a avaliación dos danos para que as diferentes consellerías poidan proceder a facer as súas convocatorias e aprobalas no Consello previsto a próxima semana para "que se abra o prazo de petición". Ademais, defendeu que "non é necesario" que o Goberno galego solicite o nivel 3 de emerxencia porque, segundo destacou, non achegaría máis medios.

"Se o nivel 3 supuxese máis medios e fose necesario para que se achegasen eses medios, eu non tería ningunha dúbida, pero non é necesario. Onte mesmo o presidente do Goberno dicía que vai atender todas as solicitudes; estamos no nivel 2, así que sería incomprensible que se estivesen reservando medios", expuxo. (...)

 "TODOS OS MEDIOS"

Por outra banda, o ministro para a Transformación Dixital e da Función Pública, Óscar López, defendeu este luns que o Goberno puxo en disposición "todos os recursos que dispón o Estado" para loitar contra o lume, á vez que acusou ao líder do PP, Alberto Núñez Feijóo, de facer "declaracións irresponsables" e pediu "arrimar o ombreiro" aos 'populares'.

"Todo é todo", sostivo Óscar López nunha comparecencia desde o Ministerio para facer balance dos resultados do Plan do Goberno contra as estafas telefónicas e por SMS, onde tamén se referiu a a situación actual dos incendios que afectan a gran parte do territorio nacional. Segundo recalcou López, "todos os recursos do Estado están mobilizados" e explicou que a Unidade Central de Emerxencias leva mobilizada desde principios de agosto para loitar contra os incendios forestais."

(Galicia Confidencial, 18/08/25) 

16/8/25

A loita contra as lapas da veciñanza de Chandrexa: “Ninguén nos preguntou nada, pero estamos preparados. Temos o noso propio plan de evacuación, comezando pola xente maior da aldea, e unha casa preparada para levalos alí. Sabemos por onde vai vir o lume se atravesa o río e por onde saír. Se miras agora a fachada da miña casa parece un expositor: temos colgadas as botas, os monos de traballo, os pallastros, todas as mangueiras estendidas... Meu pai pasou moitos días no monte apagando lumes e cada noite é quen de predicir o que vai pasar ao día seguinte, de verdade que ninguén pensa que sería bo falar coa xente que leva aquí toda a vida para saber mellor como enfrontar os incendios?”... A veciña de Acevedo conta que esa noite viron pasar moitos helicópteros, pero que ningún deixou caer auga sobre a súa serra. “Neste punto, e mira que é horrible que eu diga isto, podería entender que den por perdida a serra de Queixa e se centren en salvar as aldeas e as casas”... “Tal e como están agora as leis, nas terras queimadas non se pode pastar durante catro anos. Se cando a chegue a primavera non hai alternativa ningunha en dous anos pechamos e marchamos de aquí. Supoño que algo inventarán... Agora mesmo a xente sobrevivirá coa forraxe acumulada do inverno e tirando do penso, que seguro subirá de prezo" (Ana G. Liste)

 "Son as tres da mañá e o lume permanece activo no horizonte. Raquel, veciña da aldea de Acevedo, no municipio de Chandrexa de Queixa, vixía o avance das lapas pola serra adiante xunto a unha trintena de veciñas e veciños. Saben que se o incendio que afecta dende o 8 de agosto a este concello da comarca da Terra de Trives cruza o río Navea, tardará menos de dúas horas en chegar ao pé das súas casas.

“Ninguén nos preguntou nada, pero estamos preparados. Temos o noso propio plan de evacuación, comezando pola xente maior da aldea, e unha casa preparada para levalos alí. Sabemos por onde vai vir o lume se atravesa o río e por onde saír. Se miras agora a fachada da miña casa parece un expositor: temos colgadas as botas, os monos de traballo, os pallastros, todas as mangueiras estendidas...”, conta Raquel a Praza.gal mentres fai a comida.

A vida non para, nin sequera cando o lume ameazou xa varias veces as casas das aldeas de Vilar, Senra, Taboazas, Espasa, Zamorela, Requeixo, Bretelo, Forcadas, Parafita, Chao, Casteligo e Paradaseca durante estes días nos que case ninguén concilia o sono en Ourense.

Na madrugada do mércores 13 ao xoves 14 tiña toda a traza de que o lume ía atravesar o río Navea e chegar ata Acevedo “e de aí xa pode non parar ata o río Sil”, como alerta Raquel. “O río agora vai case seco, é un paso. Vendo isto, non sería necesario que un axente forestal ou algunha mente pensante se achegase ata aquí e falase coa veciñanza que está nesta situación de estrés desde hai unha semana vendo como arde toda a serra?”, pregúntase. A veciña de Acevedo conta que esa noite viron pasar moitos helicópteros, pero que ningún deixou caer auga sobre a súa serra.

“Neste punto, e mira que é horrible que eu diga isto, podería entender que den por perdida a serra de Queixa e se centren en salvar as aldeas e as casas”, di con pesar Raquel, que necesita explicar que as causas deste gran lume, que se vén de unir ao do Macizo Central ourensán superando as dez mil hectáreas queimadas, veñen de moi atrás: “Antes os pobos estaban cheos de xente con gando e todo estaba limpo, había cortalumes naturais. A xente foi marchando, cada vez hai menos animais pero ninguén fai nada, todo segue como cando aquí vivía moita xente que se ocupaba do terreo. Así claro que arde a terra, e arde moi profundamente porque nada llo impide, porque a maleza avanza de forma imparable mentres ningunha Administración pública fai nada en materia de organización do territorio ou xestión forestal”.

Todo o gando de Chandrexa de Queixa vai pastar á serra en primavera. “Que imos facer agora?”, exclama Raquel, que pide desculpas pola carraxe que sente ao falar da impotencia das veciñas e veciños. “Tal e como están agora as leis, nas terras queimadas non se pode pastar durante catro anos. Se cando a chegue a primavera non hai alternativa ningunha en dous anos pechamos e marchamos de aquí. Supoño que algo inventarán... Agora mesmo a xente sobrevivirá coa forraxe acumulada do inverno e tirando do penso, que seguro subirá de prezo. Vin onte unha imaxe de todas as vacas que lograron reunir os gandeiros concentradas na pista de esquí da estación de Manzaneda, déronme moita pena as vaquiñas, pero polo menos os gandeiros conseguiron salvalas. A ver que sucede agora...”, razoa.

Raquel conta que a moitos dos pobos non chegou ninguén e que se defenderon das lapas cos seus propios medios. Nunha aldea de Chandrexa foron un matrimonio e a súa filla de vinte anos os que defenderon as casas. “Alguén terá que dirixir isto”, afirma a ourensá. “Son consciente de que a situación é moi complexa, pero non vexo os medios que din que están traballando; non nego que estean, pero falta coordinación e información á veciñanza das zonas afectadas. Meu pai pasou moitos días no monte apagando lumes e cada noite é quen de predicir o que vai pasar ao día seguinte, de verdade que ninguén pensa que sería bo falar coa xente que leva aquí toda a vida para saber mellor como enfrontar os incendios?”, manifesta."                    (Ana G. Liste , Praza.Gal, 14/08/25) 

15/7/25

O conto de Sargadelos... e 'O contencioso de Sargadelos' (Antía Yáñez)

 "«Política é todo. A arte ten que estar relacionada coas causas xustas. A arte non pode ser unha cousa especulativa, ten que ter unha filosofía de fondo». Estas palabras de Isaac Díaz Pardo están recollidas no libro de conversas de Xosé Manuel del Caño O contencioso de Sargadelos (Linteo, 2009). O intelectual, pintor, ceramista, deseñador, editor e empresario foi homenaxeado o pasado mes de abril polo Día das Artes Galegas 2025. Menos de vinte e catro horas despois, o actual dono de Sargadelos, a senlleira empresa de Díaz Pardo, anunciaba o peche ante a «imposibilidade de resolver en prazo as deficiencias» atopadas tras unha inspección. Os requirimentos: arranxar en 3 meses as 36 faltas que poñían en risco de silicose ás traballadoras (maioritarias) e traballadores, e unha mísera multa de 5.000 euros.

Non é a primeira vez que o actual administrador único do grupo Sargadelos, Segismundo García, amaga cun movemento semellante. O 17 de agosto de 2018 anunciou o despedimento da metade do cadro de persoal nunha rocambolesca asemblea pública na que os medios de comunicación e as traballadoras souberon á vez dos despedimentos, que se foron executando nas semanas seguintes a contagotas.

O que realmente había detrás disto era a súa animadversión cara a Rogelia Mariña, representante sindical de UGT na fábrica e presidenta do comité de empresa. García acusaba a Mariña de ameazas e presións, chegando a afirmar que ela e o seu sindicato lle provocaran á compañía perdas de máis dun millón de euros. A muller deféndese dicindo que só esixía para as traballadoras o que lles correspondía: a paga extra de beneficios. Tres días despois da asemblea, a sindicalista recibe unha comunicación onde se lle di que «ante a tensión xerada no día de hoxe (…) e coa fin de evitar posibles enfrontamentos persoais, esta dirección considera pertinente outorgarlle permiso remunerado durante esta semana. Na espera de que os ánimos se calmen e a inquietude se relaxe».

A Rogelia Mariña despedírana en 2016, ano no que García se converteu no máximo accionista, tras abrirlle tres expedientes consecutivos por supostas faltas graves. Ese 2018 o cesamento declárase improcedente pola Xustiza e Sargadelos é condenada a readmitila, aboándolle os salarios non percibidos e unha indemnización de 30.000 euros por danos morais. Reincorpórase ao seu posto en febreiro dese ano e en agosto ten lugar a xa citada asemblea. Segundo a UGT, Segismundo García afirmou que deixaría sen efecto os despedimentos se o persoal de Sargadelos asinaba un escrito esixindo a dimisión de Mariña. As cartas de «cesación por baixo rendemento» chegaban ás casas coma os grans dun reloxo de area: o tempo está a esgotarse, parecía querer dicir García. Cando xa levaban 20 de 49, convocouse unha asemblea e as traballadores asinaron revogar a Rogelia Mariña. A UGT emprendeu accións legais vista a situación, pero un xuíz en primeira instancia sentenciaría que as manifestacións de García en contra da sindicalista estaban amparadas pola liberdade de expresión. En 2019, o TSXG recoñece vulneración do dereito fundamental de liberdade sindical por parte de Segismundo García e de Sargadelos, aos que ordena o cese inmediato do comportamento antisindical e a indemnizar con 12.500 euros a cada unha das partes (traballadora e UGT). Mariña reincorporouse como unha traballadora máis ao seu posto, abandonando de xeito definitivo o posto de delegada do comité de empresa.

O conto parece repetirse este 2025, pero a ela pillouna xa cunha xubilación parcial con contrato de relevo.

Pero como comeza o conto?

Segundo di Felipe Bello Piñeiro en Cerámica de Sargadelos (Ediciós do Castro, 1965), o conto podería comezar con «Había unha vez…» un fidalgo de familia de non demasiados recursos chamado Antonio Raimundo Ibáñez, nado en 1749. Coa súa perruca empoada, a gornición de encaixe e a casaca de seda, Bello evócao sentado nun cruceiro próximo a Sargadelos e descubrindo por casualidade os materiais necesarios para a explotación das industrias que alí instalaría: arxilas, masa forestal para leña, cursos de auga para aproveitar a enerxía, un porto (o de San Cibrao) próximo para comerciar.

Se o conto comezou así ou doutro xeito non se sabe. Os datos fidedignos son que Ibáñez nace non moi lonxe, en Oscos (Asturias), e que remata asentándose en Ribadeo con 18 anos. Do que tamén se ten constancia é do cedo que demostrou o seu espírito emprendedor. Segundo escribe Xosé Filgueira Valverde en Cuadernos del Seminario de Estudios Cerámicos de Sargadelos (Ediciós do Castro, 1978, nº24), con apenas 25 anos encárgaselle ir a Cádiz cobrar unhas rendas dunha familia rica á que servía. Cos cartos no seu poder, úsaos para comprar produtos andaluces (aceites, viños, etc.) e fretar un barco de regreso a Ribadeo. Após vender tan apreciado xénero no norte de España, devolve o diñeiro das rendas e co que lle sobra cimenta a súa fortuna.

Existe constancia documental de que en 1788 dirixe unha instancia ao Rei para «plantificar una fábrica de hierro con los martinetes necesarios y otra de ollas a imitación de las que vienen de Burdeos» nas terras de Sargadelos. Tras denegarlla nun primeiro momento, consegue o permiso en 1791. En escasos tres anos, Ibáñez inviste case todo o seu capital en construír unha fundición cos últimos avances, pechar os montes próximos e plantar «máis de 100.000 carballos», segundo afirma Bello. En 1794 obtén do Goberno unha contrata para prover de munición de guerra ao Exército Español, prorrogada en 1802 por seis anos máis. Desde entón, e durante 45 anos, a fundición de Sargadelos traballará case en exclusiva para o Estado subministrándolle material bélico, polo que será distinguida como «Real Fábrica».

É en 1804 cando crea a factoría de louza imitando a de Bristol, tan de moda na época. A fábrica conta con todos os avances tecnolóxicos, como o decorado mecánico mediante estampación. É a primeira vez que se introduce en Galicia un sistema industrial de produción en serie. Tras os seus éxitos, Carlos IV condecorouno coa Gran Cruz de Carlos III e abriuse un expediente para concederlle o título de Marqués de Sargadelos. En 1808 declárase a Guerra da Independencia e Ibáñez entra a formar parte da Junta de Defensa de Ribadeo. Sargadelos é a única Real Fábrica que non detén a produción.

A pesar diso, a Raimundo Ibáñez táchano de afrancesado. Os seus inimigos instigan rumores, como que na fábrica de San Cibrao se fabrican as cadeas coas que levan presos aos españois a Francia. Finalmente todo estala o 2 de febreiro de 1809, día no que unha turba o lincha cando trata de escapar de Ribadeo cara a Sargadelos e saquean a súa casa, actual sede do Concello.

Como con Segismundo García, este conto xa fora contado. Xa en 1798, catro mil persoas asaltaran a súa residencia e fábrica en Sargadelos, incendiando e saqueando, nun levantamento de aparencia popular en contra das restricións que Ibáñez impoñía na zona ao ser dono e señor da industria. Hai indicios de que varios inimigos del puideron estar detrás da insurrección, por intereses económicos e ao perder influencia caciquil. O que se sabe é que o coñecido popularmente como Marqués de Sargadelos (nunca chegaron a concederlle o título debido á súa morte prematura) salvou a vida esa primeira vez. Á súa morte, a fábrica pasou por mans de diversos familiares e diferentes arrendatarios ata o seu peche definitivo en 1875.

Os heroes da historia: Díaz Pardo, Luís Seoane e o Laboratorio de Formas

Case cento cincuenta anos e a outros tantos quilómetros de distancia, Isaac Díaz Pardo funda en O Castro (Sada) outra fábrica de cerámica en 1949.

Díaz Pardo naceu en Compostela en 1920, e no 36 os sublevados pasearon a seu pai. Isto provocou que non puidese estudar Arquitectura como quería o proxenitor, e como xa traballara con el no seu taller de rotulista e cartelista, finalmente decántase por Belas Artes. Remata a carreira en Madrid en apenas dous anos grazas a unha beca da Deputación da Coruña. Pero, como el mesmo di na conversa con del Caño: «a min aquilo de ser pintor e de andar vendendo cadros, profesionalmente, non me interesaba. Gustábame a investigación artística e facer pintura, pero non comercializala». Tras varias experiencias profesionais, viaxa a Inglaterra en 1946, tras a fin da Segunda Guerra Mundial, e entra en contacto con xente exiliada. Aí comprende que é «unha pena estar traballando en España, porque nalgún momento tiñan que cambiar as cousas. Aquí era fácil triunfar, pero entregándose á docilidade do Réxime. Eu fun pensando que había que acabar con Madrid e dedicarme a outra cousa máis honesta, a industria cerámica, tendo en conta que Galicia tivera unha fábrica emblemática, que era Sargadelos. Fora a primeira industria que se montara en Galicia, que podiamos recuperar».

E así o fixo en 1947, cando decide deixar a pintura. Polo seu matrimonio con Carme Arias, Mimina, dous anos antes, Díaz Pardo tiña un taller no Castro de Samoedo, onde seu sogro era propietario dun Pazo. É alí onde constrúen, segundo lle explica a del Caño, «unha especie de laboratorio para ensaiar as terras de Sargadelos, a ver se se podía facer unha cerámica nova». En 1948 comezan a producir e no 49 constitúese a fábrica de Cerámicas do Castro, onde en poucos anos traballan xa un cento de persoas.

En 1955 Díaz Pardo viaxa á Arxentina, pois o Centro Gallego de Buenos Aires convídao a facer unha exposición da súa pintura e da produción de cerámica do Castro. Alí contacta coa xente do exilio e reencóntrase con Luís Seoane, a quen coñecera nos anos trinta no estudo de seu pai. Nos seguintes anos seguirá visitando o país suramericano e poñerá en marcha Porcelanas de Magdalena, da que se desvincula definitivamente en 1968. Porén, as viaxes serviranlle sobre todo para facer xermolar o proxecto máis importante da súa vida: o Laboratorio de Formas.

«É unha idea que concibimos Luís Seoane e mais eu no ano 63», cóntalle Díaz Pardo a del Caño. En Arxentina e en Uruguai había «exiliados ilustres» que non regresaban a Galicia «como protesta contra o que había aquí. Todos eles formulábanse a pregunta do que se debía facer en Galicia, se algún día volviamos vivos, e chegamos á conclusión de que había que recuperar a memoria histórica. Seoane e mais eu recollemos esta inquedanza e institucionalinámola no Laboratorio de Formas. E así recuperouse o Seminario de Estudos Galegos, que fora prohibido e espoliado no 36. Recuperouse a obra e a documentación do Movemento Renovador da Arte Galega no Museo Carlos Maside, recuperouse Sargadelos e creouse Ediciós do Castro para poder recoller a documentación histórica do século XX coa súa Guerra Civil e a memoria dos que perderon. Esta é a filosofía do Laboratorio de Formas que proxectou e realizou o Grupo Sargadelos».

Uns 50 anos despois, a Fundación Sargadelos comezou a organizar os seus Foros de Debate. Nas últimas edicións, con Segismundo García xa á fronte, algúns dos seus convidados ilustres foron Mario Conde, Isabel Díaz Ayuso, Rodrigo Rato ou Iván Espinosa de los Monteros, supoñemos que para continuar coa filosofía de recuperación da memoria histórica. «Política é todo», dicía Díaz Pardo.

Segismundo García: o vilán salvador

Esta perversión do espírito inicial co que se fundou Sargadelos é unha das principais acusacións que recaen sobre Segismundo García, que asinou colaboracións a priori inverosímiles coma a de 2017 coa deseñadora Ágatha Ruiz de la Prada (ou a índa máis estrambótica da líder de UPyD Rosa Díez para unha colección de bolsos) e fixo fichaxes coma a de Eva Cárdenas cando xa era parella do presidente da Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Ademais, tomou decisións polémicas como o peche do Museo Carlos Maside en setembro de 2023, un mes despois de que a Xunta iniciase o procedemento para declaralo Ben de Interese Cultural (BIC), en resposta ao acordo do pleno do concello de Sada para reclamar que a declaración englobase todo o complexo industrial do Castro. «Tal declaración é un impedimento formidable porque nos fai depender doutros catro departamentos administrativos e burocráticos (…) ao que non estamos dispostos», dixo García nunha carta remitida ao consistorio. «As súas teimas parécenme moi ben e moi respectables ata que entran en conflito cos meus intereses, que non son outros que erguer as empresas e protexer o seu patrimonio». Porque o certo é que García aterrou en Sargadelos para salvalo da quebra.

Para entender como se chegou a este punto cómpre retomar a historia de Díaz Pardo por boca del mesmo, grazas á conversa con del Caño no verán de 2007. «As ideas do Laboratorio de Formas non casaban coas de Cerámicas do Castro, que carecía dun compromiso estético e ético». Seoane e Díaz Pardo querían abrir unha nova etapa en Sargadelos, recollendo a tradición máis pola parte industrial que pola liña estética. Pretendían que fose un símbolo da recuperación industrial de Galicia. Porén, como o ceramista xa estaba no Castro, en 1964 constitúese Sargadelos por parte de Arias, a súa muller, e a esposa doutro dos socios. «Para que Cerámicas do Castro puidese entrar no capital de Sargadelos firmouse un convenio en 1965 no que se recoñecía que o creador da nova Cerámica de Sargadelos era o Laboratorio de Formas, quen asumiría en todo momento a dirección», e así mesmo sentaría as bases e a filosofía de traballo da empresa. Dito convenio cumpriuse durante 41 anos sen problema, «ata que en 2006 tres socios do Castro, aconsellados polo asesor letrado de Sargadelos (…) abandonaron o convenio e defenestraron o Laboratorio de Formas».

A orixe do conflito está nas viaxes de Díaz Pardo nos anos 50 ao outro lado do Atlántico. «O Castro é unha sociedade anónima, na que puxemos o mesmo capital tres accionistas: Rey Romero, Federico Nogueira e mais eu. Cando eu fun á Arxentina, incorporáronse tres rapaces que traballaban alí. Concedémoslles «un premio» por levar as cousas, porque eu tiña que viaxar moito (…). Regalóuselles, claro: ningún deles puxo un céntimo». En 1964 fúndase Sargadelos como sociedade limitada e O Castro, «dominado por capitalistas», quixo meterse no accionariado, asinando o xa citado convenio e acadando o 37 % da participación en 1968. Díaz Pardo pensou que, como el dominaba tamén O Castro, non pasaría nada. Pero pasou.

En 2007, o ceramista acusaba a esas persoas de querer rematar co espírito do Laboratorio de Formas e facerse co control da empresa, pero o conto tamén lle soaba de antes. En 1972 os socios capitalistas do inicio, Romero e Nogueira, xa intentaran o mesmo con argucias favorecidas polo réxime franquista. Chegouse a dicir que Sargadelos recibía cartos dos comunistas rusos ou que Díaz Pardo podía ter vinculación co atentado a Carrero Blanco. Daquela non funcionou, pero en 2006 si: a xunta de Sargadelos consegue apartalos do consello, a el e os seus fillos, nunha tensa votación argumentando motivos estritamente empresarias. As desavinzas viñan de case catro anos atrás, cando o fundador pretendeu crear a Fundación Sargadelos como órgano director e propietario do grupo. Algúns acusábano de querer que os socios doasen de forma gratuíta as súas participacións para poñer de presidente e vicepresidente aos seus fillos, Xosé e Camilo. Díaz Pardo preiteou para recuperar o control de Sargadelos, pero durante os anos que lle ficaron ata a súa morte en 2012 perdeu todas as batallas.

Neste contexto de conflitividade na cúpula é cando García fai a súa aparición. Xa contaba cunha participación pequena en Sargadelos, e segundo el a xestión na última etapa de Díaz Pardo foi moi deficiente. Porén, Xosé e Camilo, nunha carta ao xornal El País en 2014, afirman que a decadencia do grupo comezou unha vez os cesaron, pois ata 2006 as empresas sempre tiveran beneficios. Din que o declive de Sargadelos é debido á desvinculación de seu pai da marca polo «crack de imaxe e prestixio», que foi de tal calibre que as vendas se viron reducidas neses oito anos a máis do 65 %, agudizada pola xestión «totalmente equivocada, moi afastada da filosofía orixinal dos seus fundadores».

O certo é que en 2012 Sargadelos declárase en concurso de acredores con débedas que rozan os sete millóns de euros. García ve aí a oportunidade de aumentar a súa participación na empresa e remata por converterse no máximo accionista, asumindo o seu liderado en 2014. En 2010 decretárase un ERE de extinción de emprego para 26 persoas, aprobado pola Xunta, pero anulado posteriormente nos tribunais, e en 2013 un ERE temporal que afecta á maioría do cadro de persoal. Todas foron medidas drásticas atribuídas a Segismundo García para evitar a quebra, e o obxectivo cumpriuse: en 2015 obtivo uns beneficios de 70.000 euros. Na actualidade, cuadriplícaos.
Sargadelos segue en pé. A ensinanza final do conto sería preguntarse a que prezo." 

(Antía Yáñez , Luzes, 14/07/25)

11/7/25

Suso Díaz, orgulloso jubilado de Astano... Suso Díaz nunca te dejaba pagar la cuenta... "Estás hablando con un jubilado de Astano", solía decir con sorna indisimulada cuando se apresuraba a no dejarte echar mano de la cartera... En esa frase, tan corta como convincente, asomaba su carácter generoso, y también era una especie de meme de su propia historia personal y de la de su país... que un obrero del sector naval se hubiera jubilado con la misma pensión máxima que un juez, un médico o un alcalde, y pudiera pagar el convite a los amigos e incluso a los recién conocidos, le llenaba de orgullo. Era el mejor resumen de su vida, dedicada a la lucha sin descanso por la justicia y la igualdad... La muerte del exsecretario xeral de CCOO de Galicia y padre de Yolanda Díaz rememora las generaciones que sustentaron desde la calle la lucha antifranquista por la democracia, la igualdad y la justicia social... "Sobre todo era un defensor de los avances de la humanidad, que más allá de las diferencias ponía siempre por delante la unidad de las izquierdas. De verdad, no como mera táctica, sino como práctica sindical, política y vital". ¿Qué diria Suso hoy?' (Juan Oliver)

 "Suso Díaz nunca te dejaba pagar la cuenta si quedabas con él en los restaurantes de menú de Santa Cruz, en Oleiros (A Coruña), donde vivía. Lo recuerdan quienes lo conocían de cerca, y la verdad es que no hacían falta muchos encuentros, ni demasiado frecuentes, para sentirse muy próximo a él. "Estás hablando con un jubilado de Astano", solía decir con sorna indisimulada cuando se apresuraba a no dejarte echar mano de la cartera para ser él quien abonaba la comida al terminar la sobremesa.

"Mira, es el padre de Yolanda"

"¿Qué diría Suso hoy?"

1/7/25

La operación que unió a Feijóo, Escotet y Currás. Dinero público, favores privados... la venta de Novacaixagalicia a un precio irrisorio marcó el inicio de una relación cargada de sombras, favores mutuos y ausencia de fiscalización real... la entidad se vendió a Banesco —grupo liderado por Escotet— por solo 400 millones. El resto lo cubría, de facto, el Estado... En la declaración de bienes de Feijóo, de 2022 y 2023, como senador, aparecen una inversión de más de 400.000 euros en un fondo de inversión gestionado por Abanca, además de un plan de pensiones por cerca de 200.000 euros. ¿Puede un político que favoreció institucionalmente a un banquero convertirse luego en su cliente privilegiado sin suscitar conflicto de intereses? Uno de los episodios más simbólicos de la relación de Feijóo, Escotet y la compra de la fusión de las cajas gallegas, es el nombramiento de Marta Fernández Currás, exconselleira de Hacienda de Feijóo y artífice de la fusión de las cajas gallegas, como consejera del Deportivo de La Coruña, entidad controlada por Escotet... Currás representa un ejemplo de puerta giratoria perfectamente trazada: de gestora de la operación pública que abrió las puertas a un comprador privado, a consejera retribuida del entramado societario del comprador. La falta de fiscalización y la normalización de estos movimientos convierten este tipo de dinámicas en parte estructural del poder gallego (Cristina Papin Marcote)

 "La historia económica reciente de Galicia no puede entenderse sin el nombre de Juan Carlos Escotet, el banquero venezolano que se hizo con las antiguas cajas gallegas bajo la bendición política de su amigo, el entonces presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. En 2013, en medio de un contexto de crisis bancaria y rescates públicos, la venta de Novacaixagalicia a un precio irrisorio marcó el inicio de una relación cargada de sombras, favores mutuos y ausencia de fiscalización real. 

Una operación política disfrazada de solución financiera. La fusión de Caixa Galicia y Caixanova en Novacaixagalicia derivó en una entidad inviable que fue rescatada con más de 9.000 millones de euros del erario. Pese a este coste descomunal para los contribuyentes, la entidad se vendió a Banesco —grupo liderado por Escotet— por solo 400 millones. El resto lo cubría, de facto, el Estado. Feijóo defendió esta operación como 'la mejor posible', pero nunca se convocó una comisión de investigación parlamentaria ni se valoraron ofertas alternativas con mayor transparencia. El proceso dejó abierta la sospecha de que las condiciones de venta favorecieron deliberadamente al grupo venezolano. 

Escotet no era un desconocido en el mundo financiero latinoamericano. Fundador del grupo Banesco, su trayectoria ha estado ligada al uso de sociedades offshore, estructuras fiduciarias en paraísos fiscales como Bahamas, Panamá, Malta o Miami. Los 'Bahamas Leaks' lo señalan como propietario de cuentas millonarias en HSBC Ginebra. Sin embargo, en España no se ha confirmado si declaró estas sociedades en el Modelo 720, como exige la ley fiscal para residentes. 

El papel de Feijóo en esta historia no termina con la venta de las cajas a su nuevo amigo. Pasó de regulador a inversor. En su declaración de bienes de 2022 y 2023, como senador, aparecen una inversión de más de 400.000 euros en un fondo de inversión gestionado por Abanca, además de un plan de pensiones por cerca de 200.000 euros. Aunque no posee acciones directas, su implicación económica con la entidad que él mismo permitió consolidar es evidente. Esta relación no ha sido suficientemente cuestionada ni por el Parlamento ni por los medios afines. Abanca es también el principal apoyo financiero de la Xunta de Galicia. ¿Puede un político que favoreció institucionalmente a un banquero convertirse luego en su cliente privilegiado sin suscitar conflicto de intereses?

A pesar de su perfil opaco, Escotet fue acogido sin reservas por el Gobierno del señor Feijóo, que incluso facilitó la creación de una universidad privada bajo el paraguas de Abanca. En Galicia, la creación de la Universidad Intercontinental de la Empresa (UIE) —conocida como la universidad privada de Abanca— ha sido defendida desde la Xunta como un “proyecto de futuro”. Sin embargo, los pasos que condujeron a su aprobación reflejan más una estrategia política al servicio de intereses financieros que una necesidad educativa real.

La Xunta, bajo el liderazgo del Partido Popular gallego, impulsó desde 2021 la transformación de la antigua escuela de negocios IESIDE en una universidad con pleno reconocimiento académico. Para lograrlo, obtuvo informes favorables del Consello Galego de Universidades y de la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario de Galicia (ACSUG). Incluso el Ministerio de Universidades emitió un informe positivo en 2024, aunque con muchas reservas sobre futuras exigencias legales.

No obstante, estos avales contrastan con el informe claramente desfavorable del Consello Económico e Social de Galicia, que advirtió de las graves carencias del proyecto: ambigüedad en la oferta académica, escaso encaje en la normativa universitaria vigente y una estructura más cercana a una escuela de negocios que a una universidad con vocación investigadora y pública. Abanca es un grupo financiero que ha crecido en influencia institucional en Galicia con el beneplácito de la Xunta. La creación de una universidad bajo su control afianza su posición en el tejido económico y educativo gallego.

Pese a las alertas de universidades públicas como la Universidad de Santiago y la Universidad de Vigo por la duplicación de grados como Derecho o Empresa, la Xunta sostuvo que la UIE ofrecía una “perspectiva empresarial diferenciada”. Pero detrás de esta justificación se oculta una lógica de privatización encubierta: mientras se congelan plazas públicas y se recortan medios en campus tradicionales, se facilita el desembarco de un operador privado con vínculos políticos evidentes. 

 No se ha celebrado una sola comisión parlamentaria para revisar el procedimiento. Las protestas del profesorado universitario fueron ignoradas. Las demandas de transparencia sobre el proceso de autorización se despacharon como ataques ideológicos. La UIE no nace del consenso ni de una necesidad del sistema universitario gallego, nace del poder de una entidad financiera con fuertes lazos con el poder político, especialmente con Feijóo y su entorno. Los informes favorables existen, pero también los que fueron desoídos. La pregunta clave no es si la UIE cumple la ley, es por qué se le construyó una ley a medida. Y para quién.

Uno de los episodios más simbólicos de la relación de Feijóo, Escotet y la compra de la fusión de las cajas gallegas, es el nombramiento de Marta Fernández Currás, exconselleira de Hacienda de Feijóo y artífice de la fusión de las cajas gallegas, como consejera del Deportivo de La Coruña, entidad controlada por Escotet desde julio de 2024. Abanca es dueña de la práctica totalidad de las acciones. 

La incorporación de Currás al consejo de administración del club de fútbol de la ciudad herculina –donde Feijóo ya posee vivienda propia, comprada en el año 2023 en una de las mejores zonas de A Coruña– tiene una remuneración de 252.000 euros anuales y es vista por muchos como una forma de retribución política por los servicios prestados. El Deportivo, lejos de su época dorada, se ha convertido en un satélite institucional de Abanca, con poca transparencia y una alta concentración de poder.

¿Por qué no se ha investigado el entramado financiero de Escotet? ¿Qué consecuencias éticas tiene la inversión personal de Feijóo en Abanca? Sin fiscalización ni rendición de cuentas, Galicia y España siguen sin saber dónde acabó realmente el dinero público, ni quién se benefició verdaderamente de su dispersión.

La figura de Marta Fernández Currás se ha consolidado en la encrucijada entre la política, las finanzas y las élites deportivas. Su trayectoria desde la Xunta gallega hasta el consejo del RC Deportivo, bajo el mando de Juan Carlos Escotet, revela una trayectoria político-técnica plagada de favores cruzados que exige un escrutinio más riguroso.

Elegida conselleira de Hacienda en 2009 por Alberto Núñez Feijóo, Currás lideró desde la Xunta la fusión de Caixa Galicia y Caixanova, convertida en Novacaixagalicia en 2010. Sin embargo, el proceso no estuvo libre de sombras. Una comisión parlamentaria solicitó su comparecencia en 2013, que ella rechazó aduciendo su entonces cargo de secretaria de Estado de Presupuestos del gobierno de M. Rajoy. Mientras tanto, informes como el de KPMG apuntaban a que la operación favoreció una línea única sin contrastar alternativas ni evaluar los riesgos reales de la concentración bancaria.

La imagen de Currás al firmar el acuerdo fue elevada a símbolo de estabilidad, pese a que años después el rescate costó 9.000 millones al erario. La narrativa oficial omitió análisis sobre las consecuencias sociales, las condonaciones fiscales o los errores estructurales que precipitaron el colapso de las cajas.

Su llegada al club de fútbol se justificó como refuerzo institucional y de control financiero. Pero pocos olvidan que la misma persona que impulsó la fusión que benefició a Juan Carlos Escotet ahora ocupa un puesto en el entorno empresarial que controla. 

El caso de Marta Fernández Currás representa un ejemplo de puerta giratoria perfectamente trazada: de gestora de la operación pública que abrió las puertas a un comprador privado, a consejera retribuida del entramado societario del comprador. La falta de fiscalización y la normalización de estos movimientos convierten este tipo de dinámicas en parte estructural del poder gallego.

Currás aportó a la Xunta su experiencia como inspectora de Hacienda y su perfil técnico. Pero el uso de su posición para estructurar decisiones estratégicas en beneficio de terceros privados plantea serios interrogantes. ¿Hay separación real entre interés público y retribución futura? ¿Debe aceptarse como normal que la alta administración termine en consejos financiados por las mismas entidades a las que dio acceso institucional privilegiado?

El silencio institucional en torno a estos casos es clamoroso. Ni el Parlamento de Galicia bajo el yugo de la mayoría absoluta del Partido Popular, ni los órganos reguladores han abierto investigaciones. La ciudadanía aún no conoce los detalles reales de la operación. El caso Currás-Escotet-Feijóo exige un ejercicio de rendición de cuentas urgente por parte del líder de la oposición, antes de que estas prácticas sigan desdibujando los límites entre lo público y lo privado.

Otra amistad “peligrosa” más que añadir a la lista del señor Feijóo. " 

(Cristina Papin Marcote , InfoLibre, 30/06/25)

18/5/25

Réquiem por un maíz gallego... El pueblo de Meiro defiende el ‘millo corvo’, de color negro violáceo, al que el CSIC alaba su poder antioxidante y los cocineros incluyen en sus recetas

 "Son varios los factores que pueden unir a un pueblo, una región o una comunidad. Entre esos vínculos, los hay de carácter ideológico, deportivo o incluso surgidos después de catástrofes. Sin embargo, lo que no es habitual es que la recuperación de un tipo de maíz, concretamente el millo corvo —variedad de maíz negro—, casi extinto, consiga alinear a todo un pueblo —Meiro, en Bueu (Pontevedra)—, en la misma dirección.

Si hay algún producto que forme parte de la idiosincrasia de Galicia, con permiso de su eximio marisco, ese es el maíz. Originario de América, este cereal llegó a la citada comunidad autónoma en el siglo XVII, encontrándose los primeros testimonios documentados en 1618. Casi un siglo después, su cultivo desplazó a cereales tradicionales, como el centeno y el trigo. El millo corvo, llamado así por su color negro violáceo, similar al de las alas de un cuervo, se ganó un lugar en el cultivo gallego gracias, entre otros factores, a su gran resistencia y a su adaptación a suelos pobres y terrenos difíciles. Su mazorca de color negro no ha estado exenta de leyendas. En la cultura maya, se cuenta que su color negro proviene de un rayo lanzado por el dios de la lluvia, cuyo humo tiñó los granos. El color oscuro del pan, resultado del uso de este grano, fue en el pasado objeto de desprecio, ya que se preferían variedades más claras, como el pan blanco.

A pesar de sus cualidades favorables para el cultivo, el millo corvo, junto a otras tipologías de maíz, como el blanco, fue sustituido a mediados del siglo XX por variedades híbridas más productivas, como la amarilla, dejando de ser parte esencial de la dieta de la comarca de O Morrazo (Pontevedra). En 2024, la producción de maíz común en España ha sido de 3,48 millones de toneladas, según las Cooperativas Agro-alimentarias de España.

Aun así, en los años noventa, un cóctel de nostalgia y entusiasmo impulsó al pueblo de Meiro a recuperar esta mazorca olvidada. En 1997, se fundó la Asociación Cultural de Meiro, cuyo objetivo principal es promover y transmitir los valores de sus antepasados. Sus miembros recorrieron aldeas en búsqueda de semillas, muchas de ellas conservadas celosamente por familias. También hablaron con los ancianos, quienes les transmitieron las técnicas de cultivo y usos gastronómicos. Finalmente, consiguieron dar vida de nuevo al millo corvo, logrando reconstruir el ciclo completo de cultivo, desde la siembra en primavera hasta su recolección a finales de invierno, así como su molienda en molinos de agua. Todo este esfuerzo colectivo culminó en la Fiesta del Millo Corvo, declarada fiesta de Interés Turístico en 2009, en la que Meiro, cada primavera, se tiñe de negro para rendir homenaje a su maíz autóctono. Durante la celebración pueden degustarse elaboraciones hechas con el millo corvo, como panes, empanadas, dulces o cerveza. Las visitas didácticas a los antiguos molinos también forman parte del evento.

Con una habilidad pasmosa, Victoria Martínez, presidenta de la asociación, mueve unas piedras del río para desviar parte del cauce hacia el canal principal del Molino da Presa, también recuperado por ellos y a escasos cinco minutos de Meiro. Cuando la cuba principal se llena, el agua toma fuerza y hace que gire la piedra del molino para la molienda. En el pasado, el uso mínimo del molino era de seis horas, según las hectáreas que poseía cada vecino: cuantas más hectáreas, más tiempo de uso. “Para nosotros el millo corvo es el maíz de pata negra. Antiguamente se aprovechaba todo. Con el grano se hacía harina, la cual se usaba para hacer bicas, empanadas o panes; con el grano que no pasaba el cribado, se daba de comer a los animales; con el carozo —parte leñosa de la mazorca— se hacía combustión o juguetes para los niños; con la hoja, se tejían cestas y sombreros y con los pelos o sedas del maíz se elaboraban cebos para pescar atunes y bonitos”, comenta Victoria, mientras enciende un farolillo en el molino. Con el farolillo ya encendido, no es difícil imaginar esa Galicia costumbrista y mágica del pasado. Una Galicia que Martínez recuerda con un sentimentalismo positivo, cuando bajaba con su abuela a moler maíz al molino. 

 Así, el millo corvo no solo devuelve a Meiro su producto olvidado; también ofrece una herencia nutricional que responde a las preocupaciones del presente en torno a la salud y la alimentación consciente. Sin caer en el manido concepto de superalimento, el millo corvo aporta grandes nutrientes. Su color, más allá de los rayos del dios de la lluvia, se debe a una gran abundancia de antocianinas, pigmentos naturales con un gran poder antioxidante. En un estudio publicado en 2016 por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), además de alabar su poder antioxidante, superior al de otro tipo de maíz convencional, también se la reconoció como una harina apta para celíacos, por lo que su recuperación refuerza su interés como un ingrediente funcional en las dietas actuales.

El enfoque hacia el producto y los productores ha marcado un antes y un después en la propia narrativa gastronómica de los principales cocineros gallegos. Lucía Freitas, cocinera y propietaria de A Tafona, incluyó a La asociación cultural de Meiro en Amas da Terra. Entre sus elaboraciones también aparece el millo corvo, como su Caldo de Gloria, inspirado en el poema de Rosalía de Castro, en el que este maíz se introduce con un bolo do pote, —bola hecha con harina de maíz y agua— relleno de panceta y envuelto en hoja de berza. Otro cocinero que ha caído rendido a este producto ha sido Javier Olleros, quien lo sembró en la huerta de su restaurante, Culler de Pau, realizando elaboraciones como el crujiente de millo corvo con huevas de rodaballo y berros.

Desde campañas políticas hasta la publicidad de todo tipo de productos, los eslóganes buscan atraer a ese cliente ávido de conservar un mundo mejor, pero sin esfuerzo. Para los habitantes de Meiro, la tan sobreexplotada sostenibilidad no ha sido solo un ejercicio de recuperar un producto olvidado; también ha sido un acto de resistencia y de memoria. En ese proceso, han recuperado refraneros populares, recetas y biodiversidad. Con cada bocado de empanada o pan hecho con millo corvo, se come parte de la historia de un pueblo."

( Pedro Reguera, El País, 18/05/25)