... el tal puerto exterior es una obra gigantesca que parece invisible para los medios de comunicación y, en consecuencia, para la opinión pública. Ignoramos que en un lugar disparatado se están tirando miles de millones al mar…. Un puerto es interior, es un refugio, y la ubicación de ese puerto en marcha en Arteixo es pretender un imposible, pues está donde el mar es más peligroso, con olas de tres metros. Conducir allí a barcos que en su mayor parte cargarán petróleo es hacer algo semejante a lo que hacían las antiguas sirenas con Ulises, atraer barcos hacia las piedras traidoras. No creo que nadie responsable esté imaginando en este momento lo que es ese peligro. Y no hablo de que estamos construyendo un superpuerto al lado de otro ya construido, el de Ferrol…
¿Cómo hemos conseguido la proeza absurda de que
El puerto exterior nació como una maniobra especulativa, promovida por un lobby coruñés agrupado en torno del anterior alcalde que pacta el proyecto con el Gobierno de entonces, del PP. Eso es lo que sale de la famosa recepción a Aznar en María Pita….
Pero ese puerto resulta que no tiene previstas sus vías de comunicación, es un enclave aislado y solitario, y que ya se plantea que habrá que hacerle también la conexión por ferrocarril. ¿Cuánto más nos va a costar ese disparate? Porque este país tiene muchas necesidades. ¿No sería mejor dotar al puerto de Ferrol de las instalaciones y comunicaciones que precisa en vez de seguir invirtiendo dinero en un agujero?. (Suso de Toro: Puerto exterior e invisible; El País, Galicia, 08/04/2007, pp. 32)
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