( ... ) "Por lo pronto, las cosas no marchan demasiado bien para los intereses del Estado español, puesto que el juez americano, en una dura resolución, ha acusado a España de perder pruebas decisivas sobre la gestión de la catástrofe: en concreto, se trata de las comunicaciones electrónicas transmitidas por las autoridades de Fomento durante los días 13 y 20 de noviembre de 2002, que podrían ofrecer datos sobre cómo se tomó la decisión de alejar el barco y sobre el rumbo posterior, y que, según ABS, fueron destruidos.
(…) 3. La responsabilidad de las autoridades de Fomento dependerá de si la decisión de alejar el buque rumbo noroeste era ex ante una decisión más peligrosa que la de refugiarlo y, en su caso, de si infringieron su deber de vigilar el posterior rumbo seguido por la compañía de salvamento Smit.
Y Álvarez Cascos ni aparece, ni se le espera...
El País, Galicia, 15/01/2007, pp. 32.
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