"Desde 2003, los tanatorios se montaron en cualquier sitio, y hay pueblos con varios. En Ponteceso, por ejemplo, hay tres" y en la parroquia de Sabarís (Baiona), en una misma calle compiten por su particular mercado otros dos. La Xunta llegó a subvencionar el establecimiento de estas empresas, que también recibieron fondos de desarrollo rural de la UE. El tanatorio más modesto no baja de 300.000 euros, pero la inversión más habitual ronda los 600.000. (...)
Cuando se abandonó la costumbre de despedir a los difuntos en su casa, Galicia, una de las comunidades más envejecidas, resultó ser un lugar desprovisto de servicios fúnebres a la moda."En este sector no hay intrusismo. Somos la gente de siempre", afirma Balado, "la misma gente que tenía en el pueblo la mueblería" y montó luego en el bajo de la casa un garaje con ambulancias y coches fúnebres. Ahora, han buscado un solar más grande al pie de la general y han abierto, para cerrar el círculo, un tanatorio y una floristería.
"Aquí va a haber una lucha", anuncia el secretario. Y la batalla va a estar dirigida por las aseguradoras, porque son capaces de sentenciar de muerte a una empresa garantizándole el negocio a otra. Por eso "muchos empresarios de pompas han empezado a comprar corredurías". Y así captan a los clientes desde el principio. En esto no hacen otra cosa que emular a las grandes compañías: Ocaso creó Servisa, una empresa de pompas con sede en muchas ciudades, entre ellas las gallegas de Ferrol y A Coruña. Y Santa Lucía, por su parte, tiene Albia, que aquí ya se ha instalado en A Coruña y Santiago." (El País, E. Galicia, Galicia, 25/06/2008, p. 6)
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