Los orígenes son similares, aun separados por siglos de distancia: la regueifa, un ancestral arte de hacer cantigas populares con poesía improvisada, lleno de ironía y sarcasmo, nació en Galicia de las clases más desfavorecidas y analfabetas que hicieron de la oratoria un arma para arremeter contra el sistema, los curas y los políticos. "Igualito que el rap, que salió del Bronx más pobre", apunta D'Herbón. (...)
Hay una conexión evidente entre sus artes, por mucho que una proceda de la tradición y la otra de tiempos modernos. O pese a que el rap, de ritmo libre con provocadora letra recitada, resulte mucho más fácil que la regueifa. Ésta requiere no sólo tener el don de la ironía y del sarcasmo, sino el de improvisar en cuartetas, es decir: componer cuatro versos de ocho sílabas, de los cuales deben ser asonantes el segundo y el último.
"Es difícil", corroboran los jóvenes asistentes a este curso. Este sábado, tuvieron que "hacer controversia" en versos sobre el botellón. Unos regueifaron a favor con las palabras ligar, barato, compartir, garrafón y otros se opusieron con rimas sobre el alcoholismo, el descontrol, las meadas, los vómitos y el desorden. Los adolescentes que siguen prefiriendo el rap, aseguran, aunque descubren con curiosidad y asombro la regueifa, destacan Aldán y Samuel." (El País, ed. Galicia, Galicia, 10/11/2008, p. 7)
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