"El Gobierno gallego se enorgullece casi todos los meses de su trabajo
para reducir el número de entes paralelos de la Administración autónoma,
los denominados chiringuitos. Según sus cifras, en los últimos
dos años y medio se han eliminado o fusionado 42 de los dos centenares
que existían -la mayoría (34), fundaciones comarcales similares unas a
otras- con un ahorro de 20,9 millones.
Buena parte de esa reducción se
ha logrado fusionando varios entes en nuevas agencias, pero en el
proceso también se ha aprovechado para integrar en ellas departamentos
que antes formaban parte de la estructura ordinaria de la
Administración.
Se han reducido chiringuitos, sí, pero los que quedan
son más grandes y tienen más poder y personal, se les han encomendado
nuevas competencias que antes corrían a cargo de secretarías o
direcciones generales y se les ha habilitado para usar procedimientos no
permitidos en el organigrama ordinario de la Administración.
De todos los tipos de entes paralelos, el que más juego le está dando
al Ejecutivo son las agencias. Al analizar los estatutos se percibe que
en cada una se ha optado por dejar abierta una puerta distinta a
diversos procederes no permitidos en la estructura ordinaria.
La Axencia
Galega de Servizos Sociais quiere pagar incentivos a sus directivos; la
Axencia de Infraestruturas facilitará que se nombre a dedo a un mayor
número de esos cargos; la Axencia Galega de Promoción Económica podría
consolidar como funcionarios a personal que no lo era; y la de
Innovación facilitaría la contratación de personal sin pasar por los
procesos selectivos ordinarios.
La Axencia de Servizos Sociais (en
la que se fusionarán la Secretaría Xeral de Familia e Benestar y el
Consorcio de Servizos Sociais) es el primer ente paralelo de la
Administración gallega en el que el Gobierno quiere implantar el pago a
sus directivos en función del "cumplimiento de los objetivos fijados" y
de su "productividad", según se reflejó en su borrador de estatutos.
Esos objetivos, sin embargo, los fijaría el propio órgano de control de
la agencia, lo que abre la puerta a sobresueldos discrecionales. Los
secretarios, directores o subdirectores generales del organigrama
ordinario de la Xunta (por ejemplo, de la Secretaría Xeral de Familia e
Benestar a la que sustituirá la nueva agencia) cobran un mismo sueldo en
cada tipo de categoría.
La Axencia de Infraestruturas detalla en
sus estatutos que sus directivos serán más que los que había antes en la
Dirección Xeral de Infraestruturas a la que sustituye. Además, si los
subdirectores antes tenían que ser nombrados de entre los funcionarios,
los nuevos podrán ser elegidos a dedo fuera de la Administración.
En
cuanto a la Axencia Galega de Promoción Económica, que sustituirá al
Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), sus estatutos están
suscitando el recelo de los sindicatos por la intención del Gobierno
gallego de consolidar en ella como funcionarios a los trabajadores que
heredará del Igape, muchos de los cuales entraron sin pasar por
procedimientos selectivos ordinarios y abiertos.
Y una alerta similar
han dado también los sindicatos en el caso de la Axencia Galega de
Innovación, en la que la Xunta quiere poder elegir libremente al 40% de
la plantilla por tratarse de un personal muy especializado, según se le
argumentó a las centrales." (El País, ed. Galicia, Galicia, 19/09/2011, p. 1)
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