Panorámica de edificios construidos en la localidad de A Valenzá (Barbadás) limítrofe con Ourense
" José Manuel Freire Couto, el alcalde baltarista de Barbadás que ha
acumulado con su mujer un patrimonio en fincas e inmuebles cercano al
millón de euros, ha convertido A Valenzá, el núcleo urbano del municipio
colindante con la capital ourensana, en la apoteosis del ladrillo.
En
apenas tres décadas ese rural abandonado, zona de expansión natural de
la ciudad, se fue llenando de vida atraída por la oferta, a precios
asequibles, de un sinfín de viviendas que proliferaron al mismo tiempo
que la creación de empleos municipales, copados por personas vinculadas
al PP, y las mayorías arrolladoras del regidor.
Hasta 2011, en las sucesivas corporaciones que presidió, Freire se
parapetó en una corte de promotores con los que llenó sus listas
electorales. Buena parte de sus concejales de confianza diseñaron el
urbanismo vertical de A Valenzá al mismo tiempo que hacían negocio.
Ahora, con el boom de la construcción parado incluso en A Valenzá y con
el baltarismo de capa caída, Freire está bajo sospecha. Su considerable
patrimonio y su vinculación al administrador de la inmobiliaria
Mahía-Maexpa, Ramón López Casal, a quien un juez de Valladolid ha
impuesto una fianza millonaria tras imputarlo por los presuntos delitos
de corrupción urbanística y cohecho, lo ponen bajo los focos.
La obsesión edificadora de los promotores privados que se asentaron
en A Valenzá, muchos ocupando los escaños del ayuntamiento, aniquiló la
iniciativa pública en esta localidad de Barbadás: ni una sola vivienda
social, ni la cesión del 10% de edificabilidad en algunas de las áreas
de reparto, ni instituto, ni polideportivo, ni servicios sanitarios.
Solo una sucesión de edificios y torres para acoger a 15.000 personas
(tiene 10.000 en este momento) apelotonadas en un núcleo por el que no
existe más salida a la carretera nacional que una rotonda construida por
el centro comercial Carrefour tras obtener licencias de Ourense y
Barbadás.
Freire y sus concejales promotores se vieron obligados a incluir en
el plan de ordenación municipal un vial de salida. El Ministerio de
Fomento y la Xunta condicionaron a la construcción de esta
infraestructura la aprobación del planeamiento.
La corporación municipal
lo dibujó en los planos y el plan fue bendecido en 2002. Pero después
desapareció del plano para siempre. Ni rastro de la gran obra.
Mahía-Maexpa edificó sin sobresaltos un gran número de viviendas en esa
área de reparto.
El vial no fue lo único que se esfumó del planeamiento. Las
modificaciones que el grupo de gobierno realizó sin pasar por pleno
incluyeron también la supresión de un parque. No había espacio entre
tanto ladrillo. Rodeado de promotores en su actividad pública, Freire
acabó abrazando la misma causa.
El regidor no solo creó sus propias
inmobiliarias sino que intimó con el administrador general de Mahía,
Ramón López Casal, que también hizo negocio en el boom edificador de A
Valenzá (edificó más de 300 viviendas) y al que Freire asegura que le
compró propiedades.
“Algunas se las pagué y otras se las estoy pagando”,
precisó en el pleno extraordinario que convocó la semana pasada,
acosado por las sospechas, para intentar despejar dudas sobre su
enriquecimiento y en el que acabó reconociendo que había defraudado el
IRPF a Hacienda durante cinco años.
Su amigo López Casal está siendo investigado judicialmente por
supuestos cobros en dinero negro y también por supuestos indicios de
fraude contra la Hacienda Pública. López Casal y Freire Couto, este a
través de su hija, comparten sede inmobiliaria en el mismo inmueble de
la localidad portuguesa de Matosinhos.
La corte de promotores inmobiliarios de la que se rodeó el alcalde de
Barbadás en sus encadenados y arrolladores mandatos constituye, en
realidad, el mapa del baltarismo al que asoma, incluso, el máximo
oponente interno de este sector del PP en la provincia, el delegado de
la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez.
Los concejales-constructores de
Freire forman parte de un entramado de empresas que acaban en una
ligazón directa con el Club Deportivo Ourense, la ruinosa empresa
deportiva que el primero de los Baltar se empeñó en adquirir y por la
que está siendo investigado por Hacienda.
José Ramón Fernández Iglesias, concejal de Obras durante casi dos
décadas con Freire (abandonó en 2007 la actividad política) está
considerado uno de los principales pilares de la construcción en A
Valenzá. Mientras tomaba decisiones políticas sobre el desarrollo
urbanístico de esa localidad tenía registradas empresas que edificaron
buena parte del núcleo urbano.
A través de Cofervi, Fernández participó
en la construcción del colegio privado Luis Vives en el que figura como
accionista. Cofervi está participada por Promociones Avenida de Santiago
de la que es administrador Adolfo Domínguez Suárez. El exconcejal de
Obras y exmiembro de la comisión de gobierno de Barbadás José Ramón
Fernández, compartía este socio con el también exconcejal y exmiembro de
la misma comisión de gobierno Antonio Currás, dueño de varias
constructoras.
Fernández ha estado vinculado a 17 empresas. Entre otras, Inversiones
Deportivas Auria creada en 2007. La sociedad está presidida por el
exdelegado provincial de Agricultura, Agustín Prado Verdeal (principal
acreeor del Club Deportivo Ourense) y ocupan cargos en ella, además del
exedil de confianza de Freire y de otro de sus concejales promotores,
Felipe Rodríguez Vide, destacados cargos, o excargos, del PP como
Joaquín Muñoz, Juan Carlos Fasero (exconcejal en Arnoia durante los
mandatos del actual delegado de la Xunta en Ourense y ahora director de
la SGAE Noroeste) o Fidel Martínez, hermano y socio del superdelegado.
Buena parte de los consejeros de Inversiones Deportivas Auria lo son o
han sido también del Club Deportivo Ourense. Como José Ramón Fernández,
el exconcejal de Obras que diseñó mano a mano con Freire Couto el boom
del ladrillo de A Valenzá que ahora se resquebraja y da paso a la
pandemia de los desahucios." (El País, 04/03/2013)
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