Preferentistas reciben a Feijóo con harina en el Parlamento
"El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha dejado caer esta mañana ante el Parlamento autónomo que empresas de su antiguo amigo, el contrabandista ahora condenado por narcotráfico Marcial Dorado,
pudieron haber contratado con la Administración gallega.
Pero Feijóo no
ha especificado qué tipo de contratos ni su cuantía durante la época en
que el actual presidente —a partir de 1995— ocupaba altos cargos en la
Xunta y fue invitado por Dorado a viajes y fiestas.
El jefe del Ejecutivo gallego se ha limitado a señalar que cuando más “
ayudas y subvenciones” recibieron las firmas del contrabandista fue
durante el bipartito de socialistas y nacionalistas que gobernó Galicia,
entre 2005 y 2009. Feijoo especificó además que se trató de una "ayuda
de solidaridad".
Las palabras del presidente cogieron por sorpresa a
todos, incluido su propio grupo parlamentario, cuyo portavoz, Pedro Puy,
había negado poco antes relaciones económicas entre empresas del narco y
la Xunta.
En una intervención plagada de ataques a la oposición y también a EL PAÍS por haber publicado las fotografías y los detalles de la relación personal entre Feijóo y Dorado,
el presidente de la Xunta ha dejado sin aclarar varios aspectos por los
que fue expresamente interpelado.
No contestó quién pagaba los viajes y
tampoco pudo aclarar cuándo fue su último contacto con el contrabandista. Y siguió aferrándose a que no sabía quién era Dorado
cuando entabló relación con él, pese a que los grupos de la oposición
le mostraron numerosas fotocopias de prensa de principios de los años
noventa en las que se daba cuenta de la detención del contrabandista y
de las sospechas judiciales y policiales sobre su posible dedicación al
comercio de drogas.
“Si hubiese tenido la más mínima información, no
hubiese posado para esas fotos”, ha asegurado. De todas formas el
presidente reiteró: "Doy todas las explicaciones sin demora y con
transparencia y humildad. Si algún gallego considera que debo
disculparme aunque sucediera hace dos décadas, también lo hago",
finalizó el presidente.
Aunque insistió en que su contacto con Dorado se cortó en 1998,
cuando supo que la justicia lo investigaba, admitió que pudo haber
hablado con él entre 2001 y 2003, conversaciones que, según el juez que encarceló al narco,
están recogidas en pinchazos telefónicos.
“Puede que me felicitara las
Navidades o algún cumpleaños, pero no puedo recordar con toda la gente
con la que hablé en esa época”, ha afirmado el presidente.
Feijóo ha admitido viajes con Dorado
a Cascais (Portugal), a Baleares, a Tenerife y a los Picos de Europa. Y
reveló que este periódico le había preguntado si también estuvo con él
en Suiza e Inglaterra y que lo negó. El líder del PP gallego ha mostrado
su “repulsa” por el narcotráfico y ha admitido el error de relacionarse con Dorado:
“Me equivoqué. No fui prudente. Y si algún gallego lo cree necesario,
pìdo disculpas". Una vez más, ha insistido en que le intentaron
“amedrentar” con las fotos, pero, como viene haciendo desde hace diez
días, no ha especificado de quién partieron esas amenazas.
Toda la oposición ha pedido su dimisión, en medio de durísimas
críticas. Tanto el PSdeG-PSOE como Alternativa Galega de Esquerdas (AGE)
y BNG han evocado a los muertos por la droga
y han señalado que en la época en que Feijóo se relacionaba con Dorado
el movimiento social de las madres se enfrentaba a los capos de las Rías
Baixas. El líder de AGE, Xosé Manuel Beiras, incluso ha estado a punto
del llanto cuando recordó a sus amigos muertos de sida.
El socialista Pachi Vázquez ha retado a Feijóo a que denuncie los
supuestos chantajes a la policía. “Sus argumentos son inverosímiles”, ha
señalado Vázquez, “usted era de los gallegos que mejor conocían a Dorado,
porque estaba todo el día con él”. “Esa es su catadura moral”, ha
concluido.
“Dimita y no ponga esta carga sobre las espaldas de Galicia”.
“Usted es la indecencia hecha persona”, le ha espetado Beiras. “Si
usted no sabía lo que ocurría en este país, ¿cómo podía estar en un
cargo público”. “Usted se hizo amigo de un delincuente por mediación de
otro delincuente”, insistió en referencia a Manuel Cruz, antiguo chófer de la Xunta, testaferro de Dorado y la persona que, según Feijóo, le presentó al capo.
Francisco Jorquera, del BNG, reprochó al presidente que contribuyese
al propósito del contrabandista de lograr “respetabilidad social”. “Todo
el mundo en 1995 sabía que las redes del contrabando estaban conectadas
con el narcotráfico. ¿Pretende que los padres y madres de las víctimas
de la droga se crean que usted no sabía quién era Dorado? Es increíble”. (El País, Galicia, 10/04/2013)
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