José Luis Baltar, ante su coche oficial en 2008. / Anxo Iglesias
"Al cacique orensano José Luis Baltar
siempre le gustaron los coches. No fuma ni bebe: colecciona autos
antiguos. Incluso viejos. Durante las dos décadas largas que presidió el
PP y la Diputación de Ourense, antes de legar ambos puestos a su
primogénito, el exbarón llenó a rebosar de cargos y familiares de su
partido las dependencias de la institución provincial y de vehículos las
granjas de pollos que tiene en el pueblo natal de Esgos, frente a su
hacienda.
Una de las naves, a la vista, alberga destartalados modelos sin
apenas más valor que el del volumen de la chatarra que ocupan. La otra,
cerrada a cal y canto y preservada con fuertes medidas de seguridad,
guarda más de un centenar de coches de época de diversas marcas.
Este
diario ha podido comprobar que la mayor parte del centenar de matrículas
que aportaba la denuncia anónima que archivó hace unos meses la Fiscalía Anticorrupción están registradas a nombre de José Luis Baltar y, en menor medida, al de un puñado de sus más directos colaboradores y enchufados,
entre ellos, un tránsfuga del PSOE que acabó, además obteniendo un
empleo en la institución provincial.
Aquella denuncia aseguraba que los
vehículos fueron en buena parte entregados a Baltar a cambio de favores
en forma de empleos en la Diputación, pero, según explicó el fiscal
general del Estado, descartaron investigarla por considerar que los
datos aportados eran “imprecisos”.
A lo largo de sus dos décadas de mandato en la Diputación Baltar
acumuló coches de gran valor: Triumph Spitfire, Austin Mini, Porsche,
Buick Super Eight, Maserati Bosi, varios Mercedes 300 o un Citroën 11
ligero, considerados piezas codiciadas por los coleccionistas.
Junto a
ellos, el que fue símbolo de poder en la provincia almacena Jaguar,
Cadillac, Maserati, Audi, Land Rover, LTI carbodies 2700D (un taxi
inglés) y numerosos modelos de la marca Seat, además de diversos Citroën
y varios Mercedes.
Baltar mima su garaje hasta el punto de que fuentes próximas a él
aseguran que los vehículos se podrían poner en marcha en cualquier
momento. Dos personas de su confianza vinculadas a la Diputación, según
consta en la denuncia, acuden con periodicidad a Esgos para cuidar la
flota, que está alejada de la vista de los curiosos en la protegida nave
de la antigua granja avícola.
Ocho de las matrículas que figuraban en la denuncia están a nombre
del teniente de alcalde del PP en el municipio orensano de Cartelle,
Jaime Sousa, y cinco al de Ramón Domingos Martínez, estrecho colaborador
de Baltar. Él traspasó uno de los vehículos al exedil socialista en el
Ayuntamiento de Ourense Francisco Congil, empleado por Baltar.
Dando un
portazo, Congil abandonó junto a otros cuatro consejales el PSOE en
2001. Se presentó a las elecciones municipales de 2003 en una lista que
restó apoyos a la candidatura de los socialistas y favoreció la llegada
del gobierno del PP a la alcaldía de la ciudad. Poco después, Congil
consiguió un empleo de bedel en la Diputación. (...)
El gusto del cacique orensano por los coches no es nada nuevo. En su
juventud José Luis Baltar se pagaba los viajes desde su pueblo de Esgos a
Ourense para prepararse como maestro trabajando de cobrador del coche
de línea que hacía el trayecto.
Décadas después, ya al frente de la
Diputación, mientras iba cultivando su parque móvil se implicó con el
sector de los coches clásicos: patrocinó —a través del Instituto
Ourensano de Desarrollo Económico (Inorde)— varias ediciones del rally
de coches antiguos a los que alguna vez acudió acompañado de su mujer en
un viejo 1.500, el primer coche que tuvo y que guarda con celo o, en
contadas ocasiones, en un MG.
El buen cacique nunca ha hecho alarde de su colección. Lejos de ello,
se esforzó siempre en ejercer la campechanía que tan buenos réditos
políticos le reportó y de la que siempre presumió sin apearse un
centímetro del poder. Ahora está jubilado y se ha alejado del partido al
causar baja por la denuncia judicial de prevaricación continuada por la que será juzgado." (El País, 21/04/2013)
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