Bloques nuevos de viviendas en A Valenzá, en Barbadás. / NACHO GÓMEZ
"El boom del ladrillo de la pequeña localidad de A Valenzá (el núcleo
urbano del municipio de Barbadás y zona de expansión de la capital
ourensana con la que limita) ha sido paralelo al desarrollo patrimonial
de destacados dirigentes del gobierno local.
El municipio de Barbadás ha
estado durante años en manos de diversos promotores
inmobiliarios, alguno de los cuales llegó a estar al frente de la
concejalía de Urbanismo. Los cerca de dos millones de euros en fincas e
inmuebles acumulados por el alcalde, el baltarista José Manuel Freire Couto,
médico de profesión que se metió también a promotor, tienen su réplica
en el capital que posee, 1,2 millones de euros solo en valoración
catastral, su teniente de alcalde, Manuel García González, que tiene
suscritas dos hipotecas por 240.000 euros.
Ni él ni el regidor viven en el municipio que dirigen y García es
definido por la oposición como el “verdadero alcalde en la sombra”,
debido a las múltiples ocupaciones de Freire quien, además de atender su
psicotécnico ocupa escaño en el grupo de gobierno de la Diputación de Ourense
y —hasta este mismo mes en que cesó tras hacerse público su patrimonio y
el fraude a Hacienda— asumió la presidencia del Instituto Ourensano de
Desarrollo Económico (Inorde).
El hombre de confianza de Freire en la alcaldía de Barbadás
tiene registradas a su nombre cinco viviendas —tres en Ourense, una en
Sanxenxo y otra en Ciudadela (Valencia)—, varios garajes y trasteros,
cuatro bajos comerciales en A Valenzá, tres solares urbanizables y 16
fincas rústicas fuera de la provincia de Ourense. Los tres solares
urbanizables de García están tasados por Catastro en 224.000 euros.
Ocupan 3.000 metros cuadrados en el polígono de reparto convertido en
urbanizable por el gobierno local del que él mismo formaba parte y que
aprobó en 2003 el planeamiento urbanístico. Junto a él figuran como
dueños de parcelas en ese revalorizado polígono exconcejales de los
gobiernos de Freire, constructores (algunos imputados por supuestos
delitos de fraude urbanístico) y el propio alcalde.
En declaraciones a este diario, García asegura que se hizo con las
parcelas “entre 2001 y 2002”, aunque no pagó por ellas: “Las cambié por
un inmueble”, precisa tras señalar que “esos terrenos siempre fueron
urbanizables, de toda la vida”.
Sin embargo, fuentes del Ayuntamiento
aseguran que las parcelas de ese polígono de reparto, en el que está
previsto levantar torres de edificios, adquirieron esa calificación al
aprobarse el plan de ordenación municipal de 2003, un año después de la
fecha de trueque que menciona el teniente de alcalde.
El resto de las propiedades inmobiliarias
de García se reparten entre Saxenxo (un piso de 160 metros cuadrados
con un valor catastral superior a los 157.000 euros) y Ourense. En la
capital ourensana, García tiene tres pisos en una céntrica calle. Uno de
ellos, de 203 metros cuadrados, valorado en cerca de 209.000 euros por
el Catastro; otro en el mismo edificio, de 93 metros cuadrados, con un
valor catastral de más de 95.000 euros (ambos forman el dúplex en el que
vive) y otro piso más en un inmueble de esa misma calle, de 150 metros
cuadrados y que Catastro valora por encima de los 125.000 euros.
Su piso
de Valencia, de 128 metros cuadrados, tiene un valor catastral de
44.000 euros. Los bajos comerciales de Manuel García están situados en
la calle más céntrica de A Valenzá.
Dos de ellos (con un valor catastral
que supera los 116.000 euros) los ocupa la farmacia de su mujer, otro
lo tiene alquilado a una firma gallega de supermercados que le paga
9.300 euros anuales (el teniente de alcalde asegura que solo posee un
tercio de ese bajo, de ahí la “escasa” renta que percibe) y el último,
por el que consta que cobra 9.885 euros anuales, lo tiene arrendado a
una cafetería." (El País, 28/05/2013)
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