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Xoán Porto
"Multitudinaria, unitaria y pacífica. Ferrolterra en bloque respondió con una huelga total a la llamada de los sindicatos (CCOO, CIG, UGT y USTG) a rebelarse contra su propio drama y una cascada de “falsas promesas” de carga de trabajo para los astilleros que nunca llega y que ha empujado a la comarca al borde del abismo social que resumen en pocas cifras: 32% de paro, 16 empresas cerradas en 2012 y 14 con un ERE encima en lo que va de año.
Ferrol vive una crisis dentro de la crisis: el 25% del pequeño comercio ha cerrado sus puertas en un centro que tontea con la ruina urbanística y cada día más despoblado:
12.000 vecinos menos en los últimos 15 años.
Miles y miles de vecinos
de los 20 ayuntamientos que suman Ferrol, Eume y Ortegal, más de 50.000,
salieron este mediodía a la calle en una larguísima manifestación de
dos horas que, contra todo pronóstico, fue la más concurrida y la de
mayor impacto de toda la década aunque se circunscribía al ámbito
comarcal.
También fue la primera que ha logrado poner de acuerdo a los cuatro sindicatos mayoritarios en los últimos veinte años aunque las cifras de asistentes todavía bailan un poco:
fueron 120.000 personas para la CIG, 70.000 para CCOO y UGT y unos
30.000 para la policía local que hizo sus cuentas sobre los 5.800 metros
cuadrados de superficie ocupada.
“O nos abrazamos, o no cogemos”,
bromeó desde el micrófono un sindicalista ante una plaza de Armas
abarrotada que dejó a más de la mitad de los manifestantes esparcidos
por las calles adyacentes.
Los sindicalistas más veteranos ya la
comparan con las históricas movilizaciones de los años 80, contra la
brutal reconversión naval que condenó a Astano al ostracismo al
descabalgarlo de la construcción civil, el peaje que la Europa le exigía
a España para ingresar en la comunidad económica.
Ninguna gran industria abrió sus puertas en Ferrol, Fene, Narón, As
Pontes o As Somozas. Tampoco lo hicieron las grandes superficies
comerciales de A Gándara, ni los mercados, ni los pequeños comerciantes y
hosteleros del centro de Ferrol, a diferencia de otras protestas, esta
vez colgaron voluntariamente en sus verjas letreros y pegatinas
de 'cerrado por huelga'.
Fue un paro prácticamente total evidente en
las calles y en polígonos industriales desiertos que patrullaron durante
toda la noche decenas de piquetes itinerantes. La Xunta, no obstante,
rebajó el impacto de la huelga en la función pública al 16% que desglosó
por sectores: sanidad (26%), justicia (17%) y educación (10%).
“Todo cerrado y sin mover un dedo”, manifestó con cierto asombro un
líder sindical, que destacó el carácter ejemplar de una protesta en la
que no se registró ni un solo incidente relevante. Incluso la dirección
de Alcampo, que acostumbra a enfrentarse a los piquetes, accedió a
cerrar esta mañana presionada por 200 sindicalistas y con una docena de
unidades antidisturbios de la Policía Nacional vigilando de cerca.
“Es una respuesta de una enorme dignidad”, manifestó Suso Seixo,
líder de la CIG que iba en cabeza de la movilización ferrolana con
Xavier Vence, portavoz nacional del Bloque. Hubo otros cargos políticos
como la diputada del PSdeG, Beatriz Sestayo, los alcaldes nacionalistas
de Mugardos y San Sadurniño, o la viceportavoz de Age, Yolanda Díaz.
También acudieron los regidores de Ares (PSOE), Narón (Terra Galega) y
Fene, Gumersindo Galego, del PP, que aguantó estoicamente los cánticos y
consignas que pedían, incluso, la 'ilegalización' de su partido.
“Dice
el PP que la huelga da mala imagen. Vergüenza le debería dar a Feijóo
tener a una comarca con la tercera parte de la población en paro”,
proclamó Auri Vázquez, de CCOO. Afeó al presidente gallego que encuentre hueco para recibir a la plantilla
del Racing de Ferrol, recién ascendido, pero no para reunirse con el
Comité de Navantia “a los que prometió carga de trabajo”.
Manel Granda,
de la CIG, defendió la huelga como “un escrache masivo de dignidad” y
César Fraga, de UTG, enumeró las injusticias, recortes y 'engaños' que
han condenado a Ferrol al “abandono total”.
Ningún trabajador del Ayuntamiento de Ferrol entró esta mañana en el
consistorio. No se recogió la basura ni salieron los buses de la
estación. Los piquetes se reagruparon a primera hora de la tarde en la
plaza de Armas para que no decaiga una huelga “completamente
consolidada” pero que aún concluye a medianoche." (El País, 12/06/2013)
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