18/7/13

Iago, Duarte, Miguel y Enrique José: cuatro historias de la nueva emigración gallega

"Hay épocas en las que no se te pasa por la cabeza marcharte de tu tierra o si lo haces, no es por necesidad. Ahora la gente ya comienza a marcharse para poder conseguir un trabajo, ahí está la pena. Volvemos a ser una generación de emigrantes”. 

Así lo perciben muchos jóvenes que no ven más salida que la de marcharse de Galicia en busca de un futuro mejor. Mientras algunos se marchan con la morriña inseparable, otros ven en esto una oportunidad para moverse por el mundo y progresar tanto académica como laboralmente.

La emigración se convirtió en la salida elegida por muchos de los gallegos y gallegas que no veían solución en un país que supera el 50% de la tasa de paro en los menores de 25 años. Un total de 124.845 personas de entre 18 y 34 años abandonaron Galicia entre 2002 y 2011. Más de la mitad de esas emigraciones se produjeron entre los años 2007 y 2011, años en los que comenzaba y evolucionaba la crisis. 

En el pasado año 2012 fueron otras 25.000 personas las que decidieron abandonar la tierra gallega. Los destinos más solicitados en la llamada 'emigración exterior' son Sudamérica, a donde se marcharon más de 15.000 gallegos y gallegas entre el 2008 y el 2011 y Europa, donde emigraron casi 12.000.

 Dentro de la emigración 'interior' destacan los datos del pasado año 2012, donde según el INE más de 15.000 personas decidieron abandonar Galicia por otra autonomía. Eligieron Madrid 3.758 gallegos y gallegas, más de 2.000 Catalunya y 1.870 las Islas Canarias. Destaca también Andalucía, Castilla y León y la Comunidad Valenciana, donde emigraron alrededor de 1.000 gallegos y gallegas por cada comunidad.

Entre estas cifras se encuentran cuatro jóvenes gallegos que como los demás decidieron dejar su tierra en busca de un futuro mejor. Son las historias de Enrique José, Duarte, Iago y Miguel. Cuatro historias entre todas las que quedan por contar.

 Enrique José López, Kiko, decidió marcharse a Suiza en busca de trabajo. Formaba parte de uno de los más de 93.000 hogares gallegos con todos sus miembros en paro. “Había que pagar facturas, letras, comida... era una situación que no se podía sostener”. “Los motivos que me llevaron a salir de Galicia son muy claros: la crisis. No tenía un puesto de trabajo y la situación no tenía pinta de mejorar”.

Duarte Romero reconoce que se le presentaron tres alternativas: “Buscar trabajo en Galicia, estudiar un máster en el Estado español o marcharme al extranjero”. “Lo del empleo estaba complicado y ningún máster me gustaba lo suficiente como para pagarlo, por lo que la opción que me quedaba era emigrar”. Decidió marcharse una temporada a Londres para mejorar el inglés y trabajar “en algo básico para luego poder cursar un máster en el Reino Unido, esto aumentaría mi empleabilidad”.

Iago Lestegás repitió el mismo camino que sesenta años antes habían hecho sus abuelos, emigrar a Argentina. Terminó la carrera en mayo del 2012 y lo que quería era encontrar un trabajo en su campo. “Dado que yo había estudiado Arquitectura, el horizonte laboral era francamente inquietante en Galicia, cosa que confirmé con algunas "exploraciones" que hice y con gente que contacté en el sector”.

 “La emigración era la única salida”, ya que además de no haber ofertas laborales, Iago no se encontraba preparado ni capacitado para montar un negocio propio “no es lugar fácil para emprender nuestro país, por más que hablen de medidas estrella que acaban quedando en nada y sólo sirven para llenar programas electorales fraudulentos”.

Miguel Sabel estudió Diseño Industrial en Galicia, en la UdC "al terminar sabía que precisaba seguir aprendiendo y sobre todo ver cosas fuera. Gracias a mis padres tuve la oportunidad de pasar casi dos años en Barcelona entre máster y prácticas".

 "Cuando comencé a buscar un trabajo de verdad, después de meses contestando ofertas y escribiendo a empresas me enteré de que en Galicia no había ni un sólo puesto para mi perfil. En poco tiempo aparecieron varias oportunidades en Madrid, así que hice la maleta, me metí en casa de un amigo y desde entonces han pasado otros tres años".

 Kiko optó por Suiza (Ginebra) porque sabía que había trabajo y porque tenía un lugar donde poder quedarse, una familia conocida que lo acogió como un hijo más. Destaca también las calidades laborales, el buen nivel de vida y la estabilidad económica: “apenas se nota la crisis”. A pesar de que fue sin trabajo, sin contrato, ahora trabaja en la construcción y afirma estar “muy contento”. “Veo una salida a la situación que tenía en Galicia”.

Duarte pasó cerca de un año trabajando de camarero en Londres y estudiando inglés. Escogió Inglaterra porque el inglés era el idioma que más conocía y por su situación económica y en particular por la ciudad de Londres, “porque me gustaba y porque era un centro económico importante, por lo que esperaba que no me costase mucho encontrar trabajo”. 

Ahora está en Birmingham, donde fue a estudiar un master en periodismo online: “Merecía la pena porque estaba dirigido por un prestigioso profesor que además trabaja en temas como el periodismo de datos, tema que en España aún es muy incipiente”. Con el máster terminado, su intención es quedarse y buscar trabajo en el Reino Unido, “no creo que en Galicia pueda encontrar oportunidades que me permitan desarrollarme profesionalmente”.

El primer destino de Iago fue Buenos Aires, Argentina. “Una vez comprendida la necesidad de buscar trabajo fuera elegí ir para Sudamérica por razones personales: había estado haciendo allí el Proyecto Fin de Carrera y había sido una buena experiencia, tengo también la nacionalidad argentina, lo que me simplifica mucho las cosas, y sobre todo porque mi pareja es de allá, un factor muy importante a la hora de escoger destino de emigración”. 

Estuvo en Buenos Aires hasta el pasado mes de enero de 2013, donde tuvo varias experiencias laborales que le permitieron coger experiencia y poder aceptar una oportunidad laboral en Euskadi, donde está ahora. Comenta que la emigración a Euskadi fue aún más dolorosa que la argentina.

 “Estoy en Euskadi porque fue donde encontré trabajo de este lado del Atlántico, en este caso no había razones personales, simplemente una oportunidad laboral que consideré que valía la pena. Ésta es por lo tanto una emigración más dolorosa que la anterior, porque aquí no tenía base alguna sobre la que construir una nueva vida, como sí tenía en Buenos Aires, donde nunca comencé desde cero”.

Miguel comenta que nunca pensó que tendría que emigrar, "siempre pensé que sería temporal, pensaba que ahí quedaría todo". Al final lleva fuera de casa cinco años con una emigración interna entre Madrid y Barcelona.  (...)

Kiko piensa en la morriña de la que no se desprende: “Si por mí fuera ya volvía ahora, no pasa un día sin que lo piense”. A pesar de eso, confiesa que no ve viable ni próximo un retorno a Galicia: “No volvería para estar en la misma situación y sobre todo con unas condiciones laborales tan pésimas como las que el Gobierno intenta imponer, seguirá marchándose gente si esto sigue así”.

Duarte volvería siempre y cuando viese oportunidades laborales para hacer buen periodismo con un salario digno: “Lo que no contemplo es retornar para inscribirme en el paro”. Iago también piensa en el trabajo y en las ganas de volver: “Sí puedo trabajar en el país, volveré sin dudarlo.

 No hay cosa que desee más en estos momentos”. Miguel recuerda el caso de su hermana: "Ella vive en Inglaterra, su hombre es inglés y acaban de comprar una casa. Supongo que si llego a ese nivel de arraigo no va a ser tan sencillo volver".       (eldiario.es, 17/07/2013) 

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