"La adjudicataria de la Autovía da Costa da Morte ya no tendrá que
construir todo el vial para comenzar a cobrar de la Xunta su canon anual
por cada vehículo que circule, como se había comprometido la
concesionaria en 2011 cuando ganó el concurso de la obra.
Tres años
después, la unión de empresas encabezada por Copasa aún no había logrado
la financiación privada necesaria para acometer toda la vía, pero ahora
el Gobierno gallego, en vez de rescindirle el contrato por completo, lo
adaptará a la medida de sus posibilidades. La constructora hará solo 25
de los 42 kilómetros totales, según se recoge en la última disposición
adicional de la ley de acompañamiento de los Presupuestos autonómicos
que ayer entró en el Parlamento.
La Autovía da Costa da Morte, entre Carballo y Berdoias (Vimianzo),
obra valorada en 200 millones de euros, fue planificada como una
infraestructura de peaje en la sombra, sistema por el que una empresa
asume su construcción con fondos propios y, una vez terminada, la
Administración le paga por cada vehículo que la emplee.
La vía la licitó
por primera vez el bipartito de PSdeG y BNG en 2008, pero al poco de
colocar el entonces presidente, Emilio Pérez Touriño, la primera piedra,
su adjudicataria, la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por
Ferrovial y Taboada y Ramos, paró los trabajos por su incapacidad para
lograr la financiación necesaria. Nada más recuperar la Xunta en 2009, y
en una decisión que contrasta con la actual, el PP rescindió aquel
contrato por completo.
En vez de negociar al igual que ahora con la
concesionaria, como venía haciendo el bipartito, criticó ese proceder y
convocó un segundo concurso. El PSdeG denunció entonces sobrecoste en
ese procedimiento, y la polémica llevó a la Xunta a anularlo, destituir a
la entonces directora de Infraestructuras y convocar un tercer
concurso.
En ese último proceso, resuelto en 2011 y al que solo se
presentó otra oferta, de ACS, ganó la UTE formada por Copasa, Taboada y
Ramos (presente ya en la primera adjudicación), Covsa y CRC Obras y
Servicios, a la que se le fijó la condición de que “solo se tendrá
derecho a recibir ingresos por parte de la Administración tras la
entrada en servicio de la totalidad de la autovía”.
Tres años después, la adjudicataria apenas ha ejecutado una quinta
parte del total de la obra porque tampoco ha logrado la financiación a
la que se había comprometido. Ahora, la Xunta, y con rango de ley, ha
acordado “la resolución parcial del contrato” para que la empresa solo
tenga que ejecutar los primeros 25 kilómetros de la vía, entre Carballo y
Baio (Zas) y así “reducir el volumen de compromisos de gasto que se
derivan”.
Aparcados sin fecha quedan los 17 kilómetros restantes entre
Baio y Berdoias (Vimianzo), por cuyos trabajos ya iniciados y al 19% de
ejecución la empresa será compensada. Esa cantidad por lo ya trabajado
pero no terminado y el nuevo canon anual que recibirá la concesionaria
por los 25 kilómetros que sí acabará aún deberán ser definidos.
Los
Presupuestos autonómicos en los que se incluye esta rescisión parcial
del contrato siguen contemplando entre las obligaciones plurianuales el
total de 745 millones que la Xunta se había comprometido a pagar hasta
2036 a cambio de los 42 kilómetros cuyo coste real no supera los 200
millones.
La norma que impulsa el Gobierno gallego nada dice de posibles
impugnaciones por parte de la otra oferta que se presentó al concurso de
2011, de Iridium, filial para concesiones del grupo ACS, a la que la
candidatura encabezada por Copasa ganó fundamentalmente por su mejor
oferta económica, esa que luego ha sido incapaz de cumplir. (...)" (David Reinero
, El País, Santiago,
20 OCT 2014)
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