"En las últimas semanas se ha hablado
mucho de los llamados "árboles bomberos", especies más resistentes a
los efectos del fuego, que frenan el avance de las llamas.
Fue, sobre
todo, a raíz del incendio de Pedrógão Grande, en Portugal, y de algunas imágenes muy viralizadas a través de las redes sociales en
las que se podían ver cómo determinadas especies arbóreas autóctonas
-castaños, robles, sauces, olivos...- se habían salvado de la quema,
protegiendo además a una casa a la que rodeaban.
No era nada nuevo, solo
la constatación de que ciertos árboles tardan más en arder y no
favorecen la extensión de los incendios, a diferencia de especies
pirófitas como el eucalipto o el pino.
El
Ayuntamiento de Ames (A Coruña), próximo a Santiago de Compostela,
inició el pasado invierno, dentro de su plan municipal de prevención y
defensa contra los incendios forestales, un proyecto piloto que incluye
la plantación de 1000 castaños, avellanos, nogales y cerezos en 37
fincas de la parroquia de Piñeiro que abarcan una superficie de
alrededor de dos hectáreas.
"El objetivo es repoblar las franjas
secundarias de gestión de biomasa con especies que arden menos,
frondosas caducifolias, para reforzar la prevención", destaca Javier
García, concejal de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. Por ahora se
han plantado ya 654 árboles en 23 fincas que abarcan unos 10.100 metros
cuadrados y después del verano se completará la primera parte de este
proyecto piloto con la plantación de las restantes.
La iniciativa se llevó a cabo tras firmar convenios con
los propietarios y propietarias de los terrenos para la gestión,
desbroce y repoblación. La intención del ayuntamiento es que el proyecto
se extienda en los próximos años al resto del término municipal,
incrementando así la protección contra el fuego. "Se trata de un
proyecto pionero", destaca Javier García, que subraya que "Ames es uno
de los pocos ayuntamientos gallegos en los que se apuesta por una
política activa de prevención, dando valor al monte".
Ames ha sufrido en los últimos años importantes incendios forestales,
muy peligrosos sobre todo al tratarse de un municipio con importantes
masas de bosque y, al mismo tiempo, muy poblado (30.000 habitantes) y
con asentamientos muy diseminados, por lo que el fuego en muchas
ocasiones se ha acercado a viviendas y núcleos.
De hecho, como detalló
la investigación España en Llamas de
la Fundación Civio, entre los años 2001 y 2014 Ames sufrió 389
incendios de más de una hectárea, que arrasaron 1.110 hectáreas de
terreno, siendo el 67º ayuntamiento gallego con más incendios
importantes y el 94º en el conjunto de España.
El
plan municipal de protección ante emergencias por incendios forestales
del Ayuntamiento de Ames incluye un continuado trabajo de prevención
durante todo el año, especialmente durante el invierno. “Tenemos que
reforzar el trabajo preventivo ya que es fundamental para evitar los
fuegos en el monte durante la época estival”, destaca a este respeto el
alcalde, José Miñones.
El Gobierno municipal ha contratado una brigada
de prevención y extinción, formada por un jefe de brigada y cuatro
peones, que trabajarán bajo las órdenes de la Xunta en caso de que haya
algún fuego. Y cuando no haya incendios forestales, este grupo de
trabajo realizará tareas de prevención. Paralelamente, el Ayuntamiento
también se ha acogido a la subvención de la Consejería de Medio Rural,
que financia durante la época previa al período de alto riesgo las
labores de limpieza mediante un tractor mecanizado que está operativo en
estos momentos." (eldiario.es, 03/07/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario