4/1/18

Sanidad El colapso en las Urgencias de Santiago deja a pacientes graves sin asistencia en los pasillos del hospital

"La Asociación de Pacientes e Usuarios del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, (CHUS), dependiente del Servicio Galego de Saúde de la Xunta (Sergas), denunció ayer que las Urgencias del centro siguen colapsadas y que el personal sanitario se ve obligado a dejar a pacientes encamados en los corredores de acceso al servicio sin prestarles la atención inmediata que precisan.

 Hace quince días, ante denuncias similares en hospitales de A Coruña, Vigo y Ourense, la Xunta negó que existieran problemas y sus responsables llegaron a asegurar que mientras haya camas para ingresar a un paciente, aunque sea en un pasillo, no existe colapso alguno.

Según los pacientes del CHUS, ayer a las tres de la tarde había 16 enfermos pendientes de ingreso, cuatro de ellos calificados como graves y sentados en sillas de ruedas o encamados en camillas ubicadas en el corredor de acceso a Urgencias, tal y como puede observarse en el vídeo que acompaña a esta información. Mientras tanto, otros veinte enfermos esperaban a ser calificados. 

El Sergas no adoptó medida alguna, y dos horas después, según la asociación, veinte pacientes con orden de ingreso permanecían ubicados “en zonas de trabajo”, mientras que los calificados con dolencias grave en sillas de rueda o en camilla eran ya once. Todos en el corredor de acceso a Urgencias, sin que pudieran recibir atención “por estar todo el servicio ocupado”.

“Las autoridades sanitarias mantienen esta situación de maltrato asistencial permanente amparándose en la debilidad de los pacientes”, afirma la organización, que subraya la “situación de vulnerabilidad” en la que se encuentran los enfermos. 

 “Mantener esta indiferencia ante el padecimiento de las personas y no adoptar las medidas que garanticen su derecho a la atención inmediata comporta un agravamiento ético y moral de su inadmisible conducta”, añaden sus portavoces.

Desde principios de diciembre se han venido acumulando numerosas denuncias por los colapsos en los servicios de Urgencias de varios hospitales del Sergas, en coincidencia con las críticas por situaciones similares en el hospital madrileño de La Paz y con la trágica muerte hace dos días en el hospital de Úbeda (Jaén) de una mujer que falleció tras casi doce horas sin ser atendida en Urgencias.

Por su parte, la Xunta rechazó los argumentos de los pacientes afectados en Galicia, calificó la situación de “normal” y aseguró que había reforzado en los centros los medios materiales y los equipos de personal médico, auxiliar y de enfermería. Además, el director xeral de Asistencia Sanitaria, Jorge Aboal, llegó a afirmar que no se podía hablar de colapso.

 “Colapso es cuando tienes todos los recursos utilizados y entra gente en Urgencias y no tienes dónde colocar a los pacientes porque no tienes ni una cama”. “Mientras tengas camas para ingresar, no hay colapso”, dijo.

El pasado martes, los sindicatos, que llevan años denunciando la caída en la calidad asistencial del sistema sanitario por los recortes presupuestarios de Feijóo, alertaron de un nuevo repunte de los problemas en el CHUS, donde hasta dieciséis pacientes graves aguardaban a mediodía en camillas o en sillas de ruedas para ser atendidos. 

Una situación que volvió a repetirse ayer.
Los afectados creen que la Xunta está incumpliendo las recomendaciones de un Informe del Valedor do Pobo –el Defensor del Pueblo en Galicia- que en el 2015 ya constató que “la saturación de los servicios [de Urgencias] en muchos casos de carácter estructural y no coyuntural, es la causa principal que motiva el riesgo de vulneración” del derecho de los pacientes a una asistencia que garantice su intimidad y su dignidad.

 “Las situaciones de saturación son consecuencia (...) de la falta de camas libres en los centros sanitarios y de una gestión poco eficaz de las mismas”, concluía el informe del Valedor.

La Asociación de Pacientes e Usuarios del hospital de la capital gallega exige a la Xunta la adopción inmediata de varias medidas para evitar que se repitan situaciones similares.

 Primero, la apertura de todas las camas disponibles en el centro y la dotación de los medios humanos necesarios para atenderlas, contratando personal de refuerzo, para atender el previsible aumento de la demanda que puede provocar la cíclica epidemia de gripe invernal, “todavía por llegar”. 

Segundo, mejorar la coordinación entre todos los departamentos del hospital para evitar que los tiempos de espera para la asistencia a un enfermo superen los fijados por su facultativo. 

Y tercero, habilitar más espacios de atención médica en Urgencias para evitar que los pacientes tengan que esperar horas encamados en los pasillos."                        (Juan Oliver, Público, 30/12/17)

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