"No teníamos conocimiento alguno de que
el retraso se debiese a las peticiones de la empresa de Morenés". Javier
Galán, presidente de la coordinadora de comités de empresa de los
astilleros de Navantia en la ría de Ferrol, confirma que ni los
representantes del personal conocían los motivos del aplazamiento de la
construcción de las fragatas F-110. "Todo lo que supimos fue lo que se
deslizó en el Parlamento hace unos meses", confirma.
El Gobierno central del PP, como destacó eldiario.es, frenó la construcción de las fragatas en Ferrol para adaptarlas a los misiles de la empresa del ex-ministro Morenés.
Además, la entonces ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal,
encargó por 9,5 millones a la compañía del propio Morenés evaluara la
idoneidad de este armamento que aplazó durante meses a carga de trabajo
de la que dependen miles de empleos en la ría ferrolana.
"Estuvieron
jugando durante dos años con qué empresa iba a fabricar los misiles
cuando la Armada ya había dejado claro cuál era el tipo de armamento que
iba a llevar; retrasaron una carga de trabajo que podía estar
finiquitada hace tiempo", denuncia Galán sobre un contrato que aún no
está firmado pero que prevé rubricarse antes de final de año.
Los sindicatos evitan cifrar lo que
supondrá en empleo, pero el Ejecutivo aclara que la inversión de 4.000
millones de euros traerá consigo carga de trabajo a los astilleros
ferrolanos durante por lo menos una década. Calcula la creación de 7.000
puestos directos e indirectos en la comarca de Ferrolterra, una zona
muy castigada por la reconversión naval en las últimas décadas. De
ellos, 1.300 empleos serían directos, 2.000 asociados a la industria
auxiliar y otros 3.500 empleos indirectos generados por otros
suministradores.
Desde 2009, la grave crisis económica
provocó, según aclara la propia Navantia, que se esfumase el 50% de su
cartera de pedidos. En Galicia, las eternas promesas de la Xunta tras su
acuerdo con la petrolera mexicana Pemex quedaron en mucho menos de lo
anunciado por Feijóo. Para Ferrol, el Gobierno gallego llegó a hablar de
2.000 empleos con la construcción para el país azteca de un flotel (un
buque concebido para alojar trabajadores de una planta petrolífera),
pero la cifra máxima fue de 500 a pleno rendimiento.
En el limbo
quedaron el resto de los numerosos anuncios del Ejecutivo para la
comunidad: tres buques tanque, un atunero, un barco de apoyo a
plataformas petrolíferas, la renovación de parte de la flota, dos
quimiqueros y los remolcadores. Nada se hizo.
La leve recuperación económica llegó
también al naval ferrolano, que en los últimos meses ha trabajado en dos
buques de apoyo logístico para Australia, en los BAM (buque de acción
marítima) para la Armada española o en el mantenimiento de fragatas para
Noruega, además de diversos e importantes encargos para la eólica
marina.
Además, la entrada en vigor del polémico
contrato de construcción de cinco corbetas para la Armada de Arabia
Saudí también supuso un respiro, ya que aunque sólo medio centenar de
los 6.000 empleos creados serán en la ría ferrolana, posibilita que las
fragatas F-110 se construyan en Ferrolterra sin necesidad de compartir
la carga con Andalucía.
Durante el año 2017, según Navantia, la
empresa pública aportó a Galicia unos 4.000 empleos "de calidad directos
y de industria auxiliar". "Si a eso se le añaden los empleos inducidos
generados en la zona por la actividad de Navantia, la cifra alcanza los
15.500 puestos, el 23% del empleo industrial de la provincia de A
Coruña", explicaba la compañía hace unos meses.
Para el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez,
el freno a la construcción de las fragatas para adaptarlas a los misiles
de la empresa de Morenés "pone de manifiesto, de manera palmaria y
documental, lo que era un secreto a voces: la intención del Gobierno del
PP de desmantelar los astilleros públicos de la ría de Ferrol".
Y
recuerda, además, que en juego están "miles de puestos de trabajo y
familias" que están "pendientes de un sector estratégico y
estratégicamente dilatado desde el Ejecutivo", que se une a la "pérdida
demográfica para el municipio, con todo lo que eso lleva aparejado para
la economía local, que depende del naval como cabeza tractora".
Ahora, una vez se firme el contrato de
las fragatas, llegará "una necesaria y muy esperada concreción de un
programa del que se venía hablando desde hace años, pero que no se había
comprometido realmente". "Tiene que venir, indisolublemente, acompañado
del Plan Industrial que el plantel de Navantia Fene y Ferrol lleva años
demandando y del Astillero 4.0",
dice Suárez, que no ahorra críticas hacia José Manuel Revuelta, antiguo
presidente de Navantia y que dejó el cargo en abril de 2017.
"Fue el presidente más nefasto y
destructivo, que desde lo inicio venía con el encargo de desguazar las
factorías de Ferrol y Fene y reconvertilas en un modelo privado similar
al de la automoción", dijo.
Desde el PSOE ferrolano, por su parte,
exigen respuestas al presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, sobre el
"fragatazo".
La secretaria general de la formación, Beatriz Sestayao,
considera de una "enorme gravedad" la informacion publicada por
eldiario.es y exige la comparecencia del jefe del Ejecutivo gallego para
explicar "el pelotazo que se pretendía dar a costa de los puestos de
trabajo de miles e empleados". (Miguel Pardo, eldiario.es, 09/11/18)
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