"Yo vi las rocas de Santa María de Muxia untadas de negro. Vi a
centenares de voluntarios llegados de medio mundo y media España sin
medios para combatir la marea negra, sin guantes, sin gafas sin
protección. Allí ya estaban soldados del Ejército belga, perfectamente
equipados para luchar contra la contaminación preguntándose dónde estaba
el Ejército español.
Yo vi al Rey bajar a la playa de Coído de Muxía,
negra como el tizón, seguido de un renqueante Manuel Fraga. Una enorme
mancha de seis metros de largo y dos de ancho llegó con las olas para
saludar a los visitantes.
Yo vi a mariscadores de Laxe llorar mientras un manto de fuel cubría su sustento.Yo subí a la chalana Segundo Duro
para zarpar en un mar embravecido hacia la isla de Sagres con el
percebeiro Manuel González Sampedro a recoger a mano el chapapote
flotante. Vi crear en la lonja de Aguiño enormes espumaderas para
recoger el engrudo a paletadas. Vi la paradisiaca isla de Sálvora
empañarse de los hilillos de plastilina.
Las manchas llegaron a Ons ante
mis ojos. Vi a pescadores, marineros vomitar con sus ropas salpicadas
de negro. Mareados. Exhaustos. Con el penetrante fuel aromático en sus
pulmones y pegado a sus pituitarias. Vi a la entonces periodista en
activo Letizia Ortiz, hoy Princesa, haciendo directos desde Galicia para
TVE.
Vi un enjambre caótico de voluntarios vestidos con monos blancos y
botas de goma recogiendo el lacre viscoso en las rocas de la isla norte
de las Cíes. Escuché a un mariscador hundido hasta los tobillos en
chapapote gritar “¿es que aquí no hay Dios ni Gobierno?”. Vi zarpar
barcos de todo porte de Cangas, Moaña, Vigo…
Estuve en la barca A Xesta
con dos capazos, tres palas, un rollo de plástico y tres pares de
guantes enfrentarse a las olas para echar una mano en el combate de la
marea negra.
Yo trepé a las barricadas construidas en la embocadura de las lagunas
y marismas de Carregal y Vixán para resistir el embate del chapapote.
Caminé por las arenas del parque natural de Corrubedo, donde el fuel se
había escondido bajo dos centímetros de arena. Salí en lancha de la
Escuela Naval de Marín, con 200 alumnos de la escuela, para ver amanecer
en las Cíes y colaborar en la limpieza.
Desayuné con Mariano Rajoy en el hotel María Pita A Coruña, cuando se
puso al frente del dispositivo. Y lo vi mirar fijamente a Jaume Matas.
“Es el ministro de Medio Ambiente”, me recordó con un punto de su
ironía. Lo vi desesperarse en Santiago con lo que pasaba y veía. Allí
siguió.
Yo subí al promontorio del faro de Fisterra para ver llegar tres
enormes manchas “de aspecto irisado” (de 4,6 kllómetros de radio la más
pequeña, de 15,7 kilómetros la más grande) que habían brotado del barco
hundido a 246 kilómetros de la Costa de la Muerte, a tres kilómetros de
profundidad.
Vi un delfín muerto entre las rocas de Corcubión. Vi llorar
a mejilloneros sobre sus bateas, familias de percebeiros (la de
Claudina) maldecir su suerte cuando ya faltaba nada para la temporada de
Navidad, la alta.
Yo vi a surferos portugueses patrullar en la desembocadura del Miño.
Los vi llegar remando sobre sus tablas para avisar de la llegada del
chapapote. Vi un frailecillo de pico rojo recubierto de fuel sobre un
rastrillo. Muerto. Paseé por las playas aún limpias de Foz do Miño con
José Eduardo Marins, secretario de Estado portugués de Medio Ambiente,
con sus barcos ya listos.
Conocí a decenas de voluntarios de los miles que llegaron, militares,
alcaldes, ministros, soldados … Vi pegarse parte de las 77.000
toneladas que llevaba el Prestige en su panza antes de partirse
y hundirse. Pasé por Carnota, Corcubión, Muxía, Fisterra, Laxe,
Aguiño, Laxe, Ribeira... viendo llegar la marea negra.
Vi tomar
decisiones, y hacer y no hacer nada. Recorrí la costa sinuosa desde A
Coruña hasta a Caminha, en Portugal. Vi cómo se llevaban el barco
partido al quinto pino, sin Gobierno, en un temporal de esos que dieron
su nombre a la Costa da Morte. Fue hace once años.
Todo eso pasó y ya está. Ahora sé que no fue culpa de nadie. Quizás lo vi demasiado negro." (Jorge A. Rodríguez, blogs El País, 13/11/2013)
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