"Trescientos millones después, grietas. Una zona del
complejo del Gaiás, en el cual el Gobierno gallego ha enterrado ya
291.500.000 euros, se ha resquebrajado. La Xunta lo atribuye a la
sucesión de temporales y a un defecto de ejecución, no de diseño, y
asegura que todo será solventado por las constructoras contratistas,
cuando el tiempo mejore, con cargo a sus fondos.
O sea, se afana en
ahorrar al arquitecto Peter Eisenman las comparaciones con el polémico
Santiago Calatrava y en espantar el fantasma de un nuevo incremento de
la factura pública.
El problema se localiza en los exteriores de la
Ciudad de la Cultura, en un elemento de la segunda fase de su
urbanización: un enorme bloque de piedra y cemento relleno de tierra que
media entre uno de los aparcamientos al aire libre y el edificio de la
Biblioteca e Arquivo de Galicia, de modo que parece la cola de este
último servicio, si bien en realidad no forma parte del inmueble.
Ahí se
pueden apreciar tres grandes fisuras, un par en horizontal (una de ocho
y otra de seis metros de largo, aproximadamente) y otra en vertical, de
dos, más o menos. En torno a las mismas, además, el piso se ha hundido,
en algún punto, considerablemente.
La biblioteca, adjudicada en febrero del 2004 por
45.757.903 euros, fue inaugurada el 11 de enero del 2011, mientras que
las obras de urbanización del complejo, valoradas en 34,4 millones, se
concertaron en enero del 2010 y aún se hallan en marcha. Consultada al
respecto, la fundación que gestiona el Gaiás insiste en imputar la
chapuza no a las compañías que levantaron el inmueble, sino a las
responsables de acabar su entorno, aunque en rigor son las mismas:
Acciona Infraestructuras y Copasa.
«Dado que se trata de una actuación en curso, es
su responsabilidad tanto resolverlo como asumir su coste», sentencia un
portavoz autorizado. «Ni el edificio ni la actividad de la biblioteca
-enfatiza- se han visto afectados en ningún momento».
Asimismo,
certifica que las citadas empresas ya han programado la reparación,
aunque, salvo cambio de planes, no la van a acometer de manera
inmediata, «porque para corregir es necesario contar con clima seco y
estable durante algún tiempo, con el fin de consolidar el relleno».
De acuerdo con técnicos del Gaiás, las grietas en
la zona comenzaron a aparecer en septiembre. Al principio eran
prácticamente imperceptibles, pero, con el paso de los meses y la
sucesión de ciclogénesis, han ido creciendo a lo largo y a lo ancho
hasta su tamaño actual. Durante ese tiempo, afirman las mismas fuentes,
se realizó «un seguimiento controlado de la evolución, para confirmar la
causa».
Oficialmente, el origen de las fisuras «reside en
la ejecución de un acabado continuo sobre dos soportes diferentes». «Es
probable que se produjera alguna filtración de agua que alterara el
relleno, provocando un asentamiento más pronunciado», concluye el
diagnóstico." (La Voz de Galicia, 26 de marzo de 2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario