"La euforia del PP por su inesperado triunfo en las elecciones
gallegas del 1 de marzo de 2009 dejó paso de inmediato a la inquietud.
Apenas habían transcurrido tres días de la resonante victoria y Alberto
Núñez Feijóo distaba mucho de mostrarse exultante. Toda la gente con la
que hablaba le advertía de que la situación económica iba a empeorar
drásticamente, lo que llenó de preocupación.
Y eso que el futuro
presidente desconocía otro problema de enorme envergadura que pronto se
le iba a echar encima: el deterioro de las cuentas de las dos cajas
gallegas, especialmente de Caixa Galicia. Feijóo no supo de él hasta
casi dos meses después. Y el aviso le vino de la persona más inesperada,
el rey Juan Carlos.
El presidente de la Xunta ha relatado en los últimos años a varios
interlocutores, según fuentes consultadas por este periódico, que la
primera advertencia de que las cajas gallegas se estaban asomando al
abismo le llegó el 29 de abril, cuando, poco después de tomar posesión,
acudió a La Zarzuela para cumplimentar al rey Juan Carlos.
Según las
versiones recogidas por este diario, el monarca no solo le informó sino
que medió con el Banco de España para que explicase al presidente de la
Xunta cuál era la situación. El episodio aparece ahora relatado en El
hombre que pudo reinar, un libro de Fernando Ónega sobre el anterior
jefe del Estado.
El periodista gallego cuenta que aquel día el rey
preguntó a Feijóo: “¿Cómo van las cajas gallegas?”. Y el flamante
presidente tuvo que confesarle su desconocimiento “No te preocupes,
mañana hablo con el gobernador del Banco de España [Miguel Ángel
Fernández Ordóñez]”, le dijo el monarca. Fue entonces cuando la Xunta
recibió un informe que, según apunta Feijóo en el libro, “era demoledor:
las cajas estaban en la peor situación posible”.
El presidente de la Xunta nunca ha revelado en público el episodio,
aunque, en julio de 2013, cuando compareció en la comisión del
Parlamento que investigó la gestión de las cajas, ya dejó caer que no
tuvo noticia de su desastroso estado hasta un mes después de llegar al
cargo.
El jefe del Ejecutivo gallego criticó entonces que el anterior
Gobierno bipartito no le hubiese puesto sobre aviso, aunque tanto su
antecesor, el socialista Emilio Pérez Touriño, como otros miembros de su
gabinete siempre han asegurado que el Banco de España tampoco les dio
ninguna información a ellos.
Feijóo optó en los meses siguientes por una solución desesperada
fusionando Caixa Galicia y Caixanova. El Banco de España prefería que
cada una por separado se uniesen a otras entidades españolas.
Tras
durísimos enfrentamientos, algunos muy subidos de tono, con el
gobernador Fernández Ordóñez, el presidente gallego logró salirse con la
suya. Pero el experimentó acabó, como la mayoría de las cajas
españolas, en fiasco total." (
Xosé Hermida
, El País, Santiago
23 ENE 2015)
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