"El procedimiento del voto por correo está regulado por
la ley y, en el caso de las elecciones generales del 20-D, puede ser
solicitado hasta el 10 de diciembre y entregado hasta el día 16.
Ambos
trámites deben ser realizados presencialmente en las oficinas de Correos
excepto supuestos de enfermedad u otro tipo de dificultades justificar
con certificado médico y poder notarial, en los que puede ser gestionado
por una tercera persona.
Esta dinámica funciona sin mayores problemas
en múltiples ámbitos urbanos y rurales, pero personal de Correos
advierte que no siempre es así o, al menos, que esto no sucede con
garantías en amplias zonas rurales de la provincia de Ourense, donde
existen carteros que dicen sentirse "desamparados" e incluso
"presionados por los caciques".
En los últimos días,
explica el cartero Miguel Núñez, delegado de la CIG en Correos de
Ourense, el personal ha recibido, como en otras ocasiones, una
instrucción interna que los autoriza a recoger "al paso", esto es,
durante sus repartos, el voto por correo de las personas que lo
soliciten.
En este período, señala en conversación con eldiario.es, los
carteros rurales pasan a ser considerados "una especie de oficina
ambulante unipersoal" que puede realizar prácticas habituales de otros
tiempos, como recoger un paquete o un giro y "después, hacer la
admisión" al llegar a la oficina.
Muestra de que esta es una "práctica que se hace en
contadísimas ocasiones" es que, por ejemplo, "ya no se nos da el sello"
para certificar los envíos "en marcha". "No nos dan herramientas para
trabajar" pero, explica este trabajador, se les otorga por la vía
práctica "la condición de médicos o notarios" que deben "certificar que
una persona está en condiciones de emitir su voto".
Por si fuera poco,
dice, mediante "órdenes muy genéricas nos dicen que cojamos el voto
abierto", sin sello "ni recibo", y que completen el trámite en las
instalaciones de Correos, en el caso de Miguel, una oficina auxiliar
-una oficina rural de Correos, con horario reducido-.
A la "indefensión" ante la burocracia, resalta, se añade otra: la que
padecen frente a las mencionadas "presiones". Algunos de estos carteros,
asegura, "nos tenemos que ver en pelea continua con los caciques".
En
ayuntamientos como "Lobios, Bande o Entrimo" algunos carteros han optado
en otros periodos electorales por "darse de baja" para evitar episodios
"con tipos siguiéndolos en un coche, imposibilitándoles la labor,
acosándolos" o instándolos a acercarse "a la puerta de la casa de un
moribundo" o "de un incapacitado" para "cogerle el voto".
Esta manera de
proceder, afirma, se agudiza en municipios en los que, en elecciones
municipales, "por pocos votos cayó alguna alcaldía" históricamente
controlada por el PP.
"Los carteros rurales estamos
abandonados desde hace muchos años y sólo se acuerdan de nosotros cuando
hay elecciones", relata el trabajador ante una problemática que "nos
consta, no acontece en el resto de España".
Para evitar todos estos
episodios los carteros dicen necesitar más "herramientas" para trabajar
con seguridad pero, sobre todo, destaca, "lo normal sería que, como en
el resto del Estado, tuvieran que venir a las oficinas" para tramitar el
voto por Correo con la documentación y garantías correspondientes." (David Lombao
, eldiario.es, 04/12/2015)
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