31/7/17

La Santa Compaña fué la inspiración de 'La noche de los muertos vivientes'... y, por tanto, de todo el cine de 'zombies'

 La Casa Romero de Ferrol

"Hasta ahora, la referencia gallega en Hollywood más obvia era Martin Sheen, nacido Ramón Estévez, de madre irlandesa de Tipperary y padre gallego, de Salceda de Caselas (entre Vigo y Portugal).

 Los vecinos todavía recuerdan cuando el hijo de Francisco Estévez aparecía de vez en cuando con algún vástago por las fiestas de Parderrubias, la parroquia de su padre. Pero el foco que la muerte pone sobre celebridades desvela otra conexión: George A. Romero, fallecido el pasado 17 de julio, pudo rodar La noche de los muertos vivientes¸ el film seminal del género zombi que dirigió en 1968, gracias en gran parte a la financiación de su familia gallega.

George A. Romero (en origen Jorge Alejandro Romero) nació el mismo año que Sheen/Estévez (1940) y también era descendiente de un matrimonio intermigrante: padre cubano, Jorge Marino Romero y madre lituana, Ann Dvorski. La familia paterna, los Romero, procedían de Mourela do Medio, una aldea del ayuntamiento de Neda, en el fondo de la ría de Ferrol. 

El abuelo Antonio emigró a Cuba, y allí se casó con otra gallega, Josefa González, pero todos sus hijos venían a nacer a la tierra de origen. “Mi padre nació en Coruña, pero se lo llevaron a Cuba cuando tenía un año, y después se fue a Nueva York, creo que tengo todavía familia allí”, le comentaba el realizador norteamericano en La Opinión de A Coruña al periodista Santiago Romero ―ninguna relación de parentesco―, en 2008, con ocasión de una retrospectiva con la que lo homenajeó el Festival de Sitges.

 De hecho, el director del Centro Galego das Artes da Imaxe (CGAI, la filmoteca gallega), Guillermo Escrigas Romero ―éste sí semipariente: comparte tatarabuelos con el cineasta― asegura que existe en el archivo de la institución una foto de los Romero, padre e hijo, paseando por la ciudad gallega.

A los Romero, tanto a los que se fueron como a los que se quedaron, no les fue mal en el comercio. Los que no emigraron erigieron en Ferrol para sede de su negocio un edificio modernista ―la casa Romero― que todavía es de los más vistosos de la ciudad.

 Un descendiente, el almirante Javier Romero Caramelo, fue agregado militar en Washington, pero no tuvo ocasión de conocer personalmente a su “primo”. Las dos hermanas de Jorge Marino Romero poseían grandes almacenes en La Habana, y construyeron una enorme residencia con 60 habitaciones en Redes, un pequeño puerto pesquero a pocos kilómetros de Mourela. 

Como muchos indianos, repartían su tiempo entre las dos orillas del Atlántico y aportaron fondos para crear una escuela de Redes. No fue la única inversión en cultura. “En esa ciudad [A Coruña, en concreto en la Praza de Ourense] vivían dos tías mías, hermanas de mi padre, que podría decirse que fueron también productoras de mi primera película, porque me ayudaron a financiarla. La última, Pura Romero, se murió hace dos o tres años y está enterrada ahí”, contaba George A. Romero. 

No fue mal negocio. Además de inaugurar un género, Night of the Living Dead costó 114.000 dólares y recaudó 42 millones. La financiera no fue la única ayuda de su familia. La Santa Compaña y los cuentos tradicionales de muertos y apariciones del otro lado del océano que escuchaba en Miami Jorge Alejandro posiblemente influyeron en el aspirante a director. “Esas leyendas están en mi subconsciente, no puedo negarlo”, admitía el nieto de Antonio de Mourela."                (Xosé Manuel Pereiro , CTXT, 22/07/17)

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