"La expansión del eucalipto para su uso en la industria papelera, la
falta de una política de prevención, la precarización de los
dispositivos de lucha contra el fuego y la Ley de Montes son algunas de
las claves para entender la situación que se vive hoy en Galicia.
Galicia
se consume bajo el fuego. 146 incendios se han declarado desde el
pasado viernes en la comunidad y cuatro personas han fallecido a causa
de las llamas, mientras varios focos siguen activos en torno a la ciudad
de Vigo y otras partes del territorio.
En los últimos tres días
han ardido 4.000 hectáreas de monte, que se suman a las más de 100.000
quemadas en 11.600 incendios en todo el Estado en lo que va de año. La
falta de una política de prevención global, la precarización y
privatización de los dispositivos de prevención y lucha contra el fuego,
el eucalipto y el papel de las madereras o la Ley de Montes, algunas
claves para entender la situación que se vive hoy en Galicia.
ENCE Y EL PAÍS DEL EUCALIPTO
Existe un plan para que Galicia sea "un puro eucaliptal". Es lo que afirma Xosé Ramón Cendán, miembro de la ejecutiva del Sindicato Labrego Galego (SLG), quien plantea que detrás de ello existe "claramente una presunta corrupción Ence-Xunta".
Existe un plan para que Galicia sea "un puro eucaliptal". Es lo que afirma Xosé Ramón Cendán, miembro de la ejecutiva del Sindicato Labrego Galego (SLG), quien plantea que detrás de ello existe "claramente una presunta corrupción Ence-Xunta".
Este profundo conocedor del monte de la zona
tiene muy claras las causas principales de fondo que han acabado en el
desastre medioambiental, humano y económico que estos días —y en los
últimos años— vive la región. Cendán plantea que “no existe una
coordinación ni una ordenación del territorio y los pueblos están
cercados por eucaliptos”, algo que aumenta el riesgo para la población
en caso de incendio.
La falta de control y el fomento del
cultivo de eucalipto para la industria papelera han hecho que el uso del
suelo se haya modificado profundamente en apenas unas décadas, copando
áreas de uso agrario con este tipo de árbol — "gasolina para el monte",
como lo denomina Cendán — , de rápido crecimiento pero devastador para
la prevención del fuego.
“Cuando no había normativas de suelo,
la gente tenía el territorio ordenado, pero hoy los estudios y los
técnicos trabajan para los negocios, y el mayor negocio es Ence”,
explica el experto. La multinacional papelera es uno de los principales
productores mundiales de pasta de papel procedente de cultivos
forestales, básicamente eucalipto. La empresa ha saltado a la esfera
mediática en numerosas ocasiones por desastres ambientales, sospechas de
prevaricación, puertas giratorias e incluso relaciones matrimoniales
entre representantes de la empresa y de la Xunta, hechos que volvieron a
salir a la palestra el año pasado, cuando consiguió una prórroga de nada menos que de 60 años para continuar su actividad en su fábrica de Lourizán, en la ría de Pontevedra.
“Tendría
que haber una ordenación del territorio clara y tener una silvicultura y
una diversificación adecuadas, lo que sería una prevención totalmente
racional. Sin embargo, se está haciendo todo lo contrario. Invertir ahí
sería mucho más eficiente que invertir en grandes equipos”, apunta
Cendán.
SUELO AGRARIO Y 'LEY DE DEPREDACIÓN DE GALICIA'
El
integrante del SLG expone, además, que Galicia se está quedando sin
suelo agrario en la parte occidental de Coruña, Pontevedra y en el norte
de Lugo. “Esto es una barbaridad de destrucción, un diseño del país que
lo que hace es echar a la gente del entorno rural”, lo que produce una
gestión del monte menos eficiente y mucho más propicia a la expansión de
las llamas.
“La política real es que se trabaja para que la gente
se vaya del campo y venga otro tipo de actores que invierte un dinero,
pero no está en la zona ni le interesa que esté nada ordenado”. Es la
política del Gobierno de Núñez Feijóo, con leyes como la de Fomento de
Iniciativas Empresariales, apodada “Ley de Depredación de Galicia”, que
fomenta la liberalización del suelo. Esta ley se vota este 17 de octubre
en el Parlamento gallego a pesar de tener en contra a organizaciones
ecologistas como Adega o Contraminacción y sindicatos como la CIG.
Por
todo ello, Cendán aboga por “recuperar las tierras de uso y suministro
agrario; reducir el número de eucaliptos, dejarlos acotados a unas masas
en determinados sitios pero con espacio agrario, y diversificar el
monte. Es como si plantas en toda España maíz... al final habrá unas
plagas que no se podrán gestionar, y aquí ya hay más terreno de
eucalipto que superficie agraria”. Para conseguirlo llama a la sociedad a
“obligar al Gobierno a cambiar sus políticas, porque tiene demasiados
intereses y no lo va a hacer”.
PLAN DE PREVENCIÓN Y PRECARIZACIÓN
Galicia no ha perdido a 436 efectivos para combatir incendios en las últimas dos semanas, sino cerca de mil: 436 contratados directamente por la Xunta y cerca de 500 de la empresa pública Seaga. Al finalizar la temporada de verano, el pasado 30 de septiembre, los 436 efectivos contratados por tres meses para la prevención de incendios eran cesados por la Xunta de Galicia.
Galicia no ha perdido a 436 efectivos para combatir incendios en las últimas dos semanas, sino cerca de mil: 436 contratados directamente por la Xunta y cerca de 500 de la empresa pública Seaga. Al finalizar la temporada de verano, el pasado 30 de septiembre, los 436 efectivos contratados por tres meses para la prevención de incendios eran cesados por la Xunta de Galicia.
“Como la Xunta suele improvisar, no tuvo en
cuenta que al ser contratados como trabajadores de tres meses
obligatoriamente no se les podía prorrogar, cuando sabíamos que las
condiciones climáticas seguían siendo adversas y se podía producir una
oleada de incendios”, explica Sebastián Hernández, secretario de la
Asociación Profesional do Servizo Público de Prevención e Defensa Contra
Incendios Forestais da Xunta de Galicia (Apropiga).
Hernández
denuncia que “hay una obvia precarización” en un dispositivo de
prevención y lucha contra los incendios “fragmentado y privatizado”.
Además de los trabajadores empleados directamente por la Xunta, hay
otros 500 efectivos en 125 brigadas terrestres contratados por la
empresa pública Seaga, que trabajan a través de una encomienda de
gestión de la Xunta y que fueron cesados a lo largo de la primera semana
de octubre.
“La Xunta improvisa, y sabiendo que se aproximaba una
más que probable oleada de incendios, vuelve a recontratar, saltándose
la propia ley, a los 436 trabajadores directos de la Xunta, que son
principalmente vigilantes, emisoristas y conductores de autobomba, pero
faltaban las brigadas de tierra, de Seaga, porque si no tienes quien
apague los fuegos tirando manguera tienes un problema. Pero los llamaron
tarde, algunos se incorporan hoy”, afirma.
Para el secretario de
Apropiga, el problema es de “modelo global, de estructura” en la
prevención de incendios en Galicia. Hernández denuncia que el plan de
prevención de incendios que la Xunta aprueba anualmente “no se
consensúa” con el sector asociativo ni con los profesionales, sino que
se presenta en una mesa donde se hallan presentes los productores de
madera, empresas y productores de montes y se entrega sin posibilidad de
alegaciones. “No se produce una reflexión de lo que se hizo bien y lo
que se hizo mal en años anteriores”, dice Hernández, que insiste en que
“esta oleada de incendios no es sorpresiva”.
Los gobernantes “no
abordan la raíz del problema, porque esto fue una improvisación y una
chapuza”, afirma el portavoz de Apropiga. “El monte está quedando
abandonado y cualquier política de prevención tiene que atender eso, y
hace falta un modelo de prevención que sea eficaz y congruente, es
necesario consensuar un modelo”, añade.
LEY DE MONTES
El 11 de
octubre, con mayoría absoluta en el Senado, el PP votaba en contra de la
tramitación de la Proposición de Ley presentada por Unidos Podemos-En
Comú Podem-En Marea para modificar la Ley de Montes aprobada en 2015 y
eliminar los supuestos que permiten la recalificación del suelo quemado.
Aunque
esta ley prohíbe, en su artículo 50 —y al igual que la anterior
legislación de 2006 a la que esta modificó—, “el cambio de uso forestal
al menos durante 30 años” tras un incendio, sí incluye hasta cuatro
supuestos que permiten a las comunidades autónomas el cambio de uso de
los terrenos quemados, unos supuestos que abren la puerta a especular
con los montes incendiados. Esta modificación fue aprobada en 2015, a
pesar de las denuncias de los grupos ecologistas y los agentes
forestales, con los votos a favor de PP, UPyD y UPN, la abstención del
PSOE y los votos en contra del resto de partidos.
CAMBIO CLIMÁTICO
La Agencia Estatal de Meteorología ya lo había avisado en septiembre. Tras un verano especialmente caluroso —otra vez—, con una temperatura media de 24,7 grados, 1,6 por encima de la media estival (registrada en el periodo 1981-2010), el otoño iba ser a su vez “más cálido de lo habitual, sobre todo octubre y diciembre”, según indicaba el 20 de septiembre la portavoz de la Aemet, Ana Casals.
La Agencia Estatal de Meteorología ya lo había avisado en septiembre. Tras un verano especialmente caluroso —otra vez—, con una temperatura media de 24,7 grados, 1,6 por encima de la media estival (registrada en el periodo 1981-2010), el otoño iba ser a su vez “más cálido de lo habitual, sobre todo octubre y diciembre”, según indicaba el 20 de septiembre la portavoz de la Aemet, Ana Casals.
Si ya había certezas,
la hipótesis de que el cambio climático está afectando a Galicia
especialmente se cobra ahora 146 argumentos más en forma de incendios
solo este fin de semana. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre
el Cambio climático de la ONU dejó claro en sus últimos informes que el
cambio de los registros iba a producir más incendios. Cada vez más
grandes, más devastadores.
La Península Ibérica y el sur de
Europa son, precisamente, las zonas más vulnerables, con Galicia en la
zona cero. Muchos son los llamamientos que se han hecho para alertar de
la situación desde hace años.
Nadie puede decir que no había señales de
lo que podía pasar, y está pasando. El informe Cambio climático, impactos y vulnerabilidad en Europa 2012
situaba ya hace cinco años al noroeste peninsular en una de las zonas
del planeta más afectadas por el cambio climático, con ascensos de
temperaturas medias que podían llegar a aumentos de 3,6 grados y un
descenso muy acusado de las lluvias estivales. En concreto, un descenso
pluviométrico superior al de la costa mediterránea española.
La
consumación de esta hipótesis llegaba en forma de crónica negra este
estío en Portugal. 64 personas murieron en apenas tres días debido a las
llamas de un mes de junio que no dio tregua. Pero la cosa no acaba ahí:
este domingo Portugal ha registrado el peor día de incendios en lo que
va de año: 443 fuegos. Y al menos once muertos. Fallecidos a los que hay
que sumar las cuatro personas que ya han muerto este fin de semana
debido al fuego que arrasa Galicia.
COMBUSTIBLE VEGETAL
El eucalipto es una especie muy inflamable que al dejar pasar mucha luz “fomenta un sotobosque abundante y muy combustible”, tal como explica el Informe La conflictividad de las plantaciones de eucalipto en España y Portugal, realizado por Greenpeace. Además, “los fragmentos de corteza desprendida que cuelgan del tronco o se acumulan en su base se convierten en pavesas que, arrastradas por el viento, dan lugar a nuevos focos que pueden hacer inútiles cortafuegos”, explican desde la organización ecologista.
Si la legalidad y la élite económica ya fomentan la propagación del eucalipto, la elevada capacidad de regeneración y colonización de este tipo de después de un incendio aumentan su expansión por el monte gallego, afectando a las especies autóctonas, más resistentes a las llamas. Una situación “de difícil retorno”, alertan desde Greenpeace." (El Salto, 16/10/17)
El eucalipto es una especie muy inflamable que al dejar pasar mucha luz “fomenta un sotobosque abundante y muy combustible”, tal como explica el Informe La conflictividad de las plantaciones de eucalipto en España y Portugal, realizado por Greenpeace. Además, “los fragmentos de corteza desprendida que cuelgan del tronco o se acumulan en su base se convierten en pavesas que, arrastradas por el viento, dan lugar a nuevos focos que pueden hacer inútiles cortafuegos”, explican desde la organización ecologista.
Si la legalidad y la élite económica ya fomentan la propagación del eucalipto, la elevada capacidad de regeneración y colonización de este tipo de después de un incendio aumentan su expansión por el monte gallego, afectando a las especies autóctonas, más resistentes a las llamas. Una situación “de difícil retorno”, alertan desde Greenpeace." (El Salto, 16/10/17)
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