Diego Calvo, presidente de la Diputación de A Coruña / gabriel tizón
"Con los Ayuntamientos sufriendo ya duramente las penurias de la
crisis, el presidente de la Diputación de A Coruña, el popular Diego
Calvo, decidió crear en 2012 un plan de subvenciones que da libertad
total a los alcaldes para destinar el dinero a lo que consideren
oportuno.
Este nuevo instrumento para inyectar fondos en los
consistorios incluye un polémico cambio en los criterios que utilizan
tradicionalmente las diputaciones a la hora de fijar cuánto recibe cada
municipio. Los grandes beneficiados son las tres ciudades, A Coruña,
Santiago y Ferrol, las únicas de las siete urbes de Galicia que están en
manos de gobiernos del PP.
En la Diputación de Pontevedra, en la que
esta distribución favorecería a alcaldes de PSOE y BNG, los populares no
la han implantado y desde hace años dejan fuera de los planes de ayudas
a los municipios más grandes para que no se coman las ayudas de los
pequeños.
Según los cálculos efectuados por el BNG, el modelo de reparto del
plan de Calvo, bautizado Unha Deputación para todos os concellos (DTC),
supone que A Coruña reciba diez veces más de dinero que si se
mantuviesen los criterios de los POS, los planes de ayudas para obras y
servicios que han permanecido inamovibles desde el primer gobierno
democrático de la Diputación coruñesa, incluso tras el paso por el poder
de diferentes partidos.
De esta forma, el gobierno de Carlos Negreira
percibirá este año 1.277.000 euros, de un total de 18 millones a
repartir, frente a los 124.000 que le corresponderían si se respetasen
los parámetros del plan más longevo.
La distribución del dinero del DTC también supone una alegría para
Ferrol y Santiago. La primera, con los criterios de Calvo, duplica los
fondos (de casi 198.000 euros a 490.000) y la segunda se acerca al doble
(de 414.000 euros a 751.000). Por el contrario, los criterios para
distribuir las subvenciones de libre disposición del DTC perjudican a 71
de los 93 ayuntamientos de la provincia coruñesa.
En el reparto lo que
más pesa es la población (30%), la superficie (30%) del municipio y el
“esfuerzo fiscal” (20%), ya que la Diputación esgrime que los
ayuntamientos que imprimen mayor presión fiscal a sus ciudadanos deben
recibir “como compensación” más dinero.
El BNG ve en estas cifras un claro “uso sectario y clientelar” del
dinero público a solo un año de las elecciones municipales. “Lo que
quieren es consolidar las tres alcaldías de ciudades que tienen”,
reprochan portavoces de la formación nacionalista, que insisten en que
los criterios de reparto de los POS “nunca se cuestionaron y está
consensuado por todas las corporaciones”. “En los planes de siempre solo
entran [para calcular las ayudas] las parroquias rurales de las
ciudades; en el nuevo se tiene en cuenta hasta la calle Real de A
Coruña”, añade el BNG. (...)
El gobierno provincial de Diego Calvo niega que los nuevos criterios
de reparto de subvenciones respondan a un interés partidista. Sin
embargo, su actuación choca frontalmente con la de sus compañeros del PP
en la Diputación de Pontevedra, presidida por Rafael Louzán.
Allí los
populares no han implantado esta distribución de fondos, que
beneficiaría a Vigo y Pontevedra, dirigidas respectivamente por alcaldes
de PSOE y BNG. En la Diputación pontevedresa, desde hace años, las
ciudades (en concreto, los municipios de más de 50.000 habitantes) están
excluidos de los planes de ayudas y reciben las subvenciones de la
institución de Louzán solo a través de convenios.
Los nacionalistas consideran que el plan creado por Diego Calvo va
contra el espíritu de las diputaciones provinciales que, según la ley,
deben centrarse en los municipios que no llegan a 20.000 habitantes,
aquellos que tienen menos medios y más dificultades para prestar
servicios a sus ciudadanos.
Y aseguran que desde 2011, año en que tomó
posesión Calvo, la Diputación ha firmado convenios con el Ayuntamiento
de A Coruña por valor de dos millones de euros, una aportación que se
une al mantenimiento en la ciudad de infraestructuras como el Teatro
Colón o la financiación de la Orquesta Sinfónica de Galicia.
“No puede
ser que se hagan planes para beneficiar aún más a A Coruña”, censuran
los representantes del grupo provincial del BNG." (El País, 19/04/2014)
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