El presidente de la Xunta de Galicia, Gerardo Fernández Albor, comparecerá probablemente la próxima semana ante el Parlamento autonómico para responder personalmente a una interpelación socialista sobre una entrevista mantenida en el norte de Portugal con presuntos contrabandistas. La Xunta, por otra parte, considera zanjado satisfactoriamente el conflicto institucional abierto con el gobernador civil de Pontevedra, motivado precisamente por una alusión parlamentaria al contrabando.
Será el propio presidente Albor, según fuentes de la Xunta, y tal como pedían los socialistas, quien responda a las cuestiones suscitadas por una interpelación sobre un encuentro con personas procesadas por dirigir organizaciones contrabandistas en el sur de Galicia, y huidas a Portugal por ese motivo, presentada a finales de julio por el diputado pontevedrés Benito García Dorgambide y que figura en el orden del día de la sesión parlamentaria del próximo martes, día 27.
Aunque la primera pregunta planteada en su momento por los socialistas, que se hacían eco de diversos rumores, era si dicha entrevista existió realmente, un portavoz presidencial confirmaría que dicho encuentro, calificado de "totalmente involuntario", tuvo efectivamente lugar el 6 de julio en la localidad de Vilanova da Cerdeira, cerca de la frontera. Según esta versión, el presidente de la Xunta fue abordado por personas de las que desconocía su identidad y que resultaron estar procesadas por contrabando. Albor visitaba el norte de Portugal atendiendo una invitación.
El conselleiro de Ordenación del Territorio, Ángel Mario Carreño estuvo presente en Vilanova cuando tuvo lugar el encuentro y apareció citado como presunto mediador, aspecto que desmintió rotundamente a este diario. Según Carreño, que confirma la entrevista pero niega que fuera premeditada, los hechos ocurrieron en el establecimiento A Boega, limitándose el conselleiro "a dar traslado al presidente de una petición del dueño del local, que indicó que unos huéspedes gallegos querían saludarlo".
El Gobierno autonómico, por otra parte, considera zanjado satisfactoriamente el conflicto abierto con la Administración central, tras la entrevista mantenida el pasado jueves por su vicepresidente, Xosé Luis Barreiro, con el ministro del Interior, José Barrionuevo. Según el portavoz autonómico, el ministro pidió disculpas por el incidente provocado al enviar el gobernador civil de Pontevedra un telegrama de felicitación al diputado Anxel Guerreiro, que en el curso de un debate parlamentario se preguntó si la Xunta esperaba .sacar del contrabando financiación para las elecciones autonómicas". (Manuel Rivas, 24/11/1984)
"Las hemerotecas conservan, entre otras perlas cultivadas, un amplio reportaje publicado por el semanario Cambio 16 en su número 672, que salió a la calle el 15 de octubre de 1984, que se titulaba: «La mafia del contrabando es de Alianza Popular».
El texto comenzaba diciendo que «tres hombres fuertes de AP en Galicia son los principales dirigentes de la mafia del contrabando. A esta conclusión han llegado fuentes gubernamentales tras estudiar detenidamente un informe confeccionado por los servicios de seguridad del Estado y de Hacienda».
Nené Barral
Uno de los principales protagonistas de aquel reportaje era José Ramón Barral Martínez, Nené, quien ya por aquel entonces ocupaba la alcaldía de Ribadumia y que fue detenido el pasado martes por el SVA por su presunta relación con un importante alijo de contrabando confiscado en Vigo.
Otro protagonista de ese reportaje era el difunto Vicente Otero Pérez, Terito, socio, al menos en los negocios legales, de Nené. Terito ha pasado a la historia como el paradigma del estraperlista de la postguerra que en los sesenta se reconvirtió al contrabando de tabaco.
Vicente Otero lucía con orgullo la insignia de oro y brillantes de Alianza Popular. Pero todo lo bueno tiene su fin y la dirección del partido empezó a marcar las distancias con Terito tras la orden de detención dictada contra éste en la operación Nécora, aunque al final se demostró que había sido un lamentable error.
Nené, Terito y Ligero, el ex-alcalde de A Guarda, son los ejemplos más sonados de las amistades peligrosas que las formaciones políticas han fraguado en el entorno de la Ría de Arousa.
No eran los únicos. En los ágapes multitudinarios de los años ochenta en las precampañas electorales -nacionales y autonómicas-, los primeros espadas del contrabando compartían mesa y sobremesa con la clase política de Alianza Popular.
Las estrechas relaciones incluso llevaron a Gerardo Fernández Albor, el 6 de julio de 1984, cuando ocupaba la presidencia de la Xunta, a entrevistarse en Vilanova de Cerveira (Portugal) con los contrabandistas que habían logrado zafarse de la macrorredada policial de las Navidades del año 83.
Pablo Vioque
Pero las relaciones de la política con el contrabando saltaron hasta el narcotráfico en Vilagarcía en los años noventa. Es aquí donde aparece el nombre de Pablo Vioque, quien, cuando era el abogado de los capos de la ría, se hizo con la secretaría de la junta local de AP en Vilagarcía, tras una afiliación masiva de contrabandistas.
Luis Jueguen Vilas, vicepresidente de la Cámara de Comercio a comienzos de los noventa, procesado con Vioque por narcotráfico en 1998, fue presidente del PP en Vilagarcía.
Es cierto que en los últimos años, el Partido Popular se preocupó de hacer limpieza en sus filas, pero no lo es menos que cuando llegaron a José Ramón Barral, Nené, la norma se hizo excepción y se autoimpuso como cabeza de lista en las últimas municipales."
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