24/1/24

La denuncia del PP sobre una supuesta "trama de manipulación digital" recuerda a la carrera electoral del 2009, en la que Rueda, el jefe de campaña, desplegó una gran campaña sucia... un anónimo acusó a Quintana de agresión a su expareja en el garaje de su casa

 "(...) En un tiempo en el que la penetración de las redes sociales no era, ni de lejos, la de la actualidad -Facebook había empezado a implantarse en España un año antes y apenas tres millones de personas manejaban en todo el Estado algún perfil de Twitter, fundado tres años antes-, las medias verdades y mentiras completas circulaban por otros caminos digitales como los foros o los correos electrónicos enviados y reenviados. 

 Un correo electrónico de remitente desconocido, precisamente, fue el que recibieron en aquellos días gran parte de las redacciones de los medios de comunicación gallegos y también varios con sede en Madrid. Contenía como archivo anexo la imagen de estragos en un portón de acceso a un garaje y venía a decir sin ninguna prueba que habían sido causados por el vehículo oficial de Quintana como vicepresidente en su anterior vivienda familiar, a modo de agresión contra su expareja y madre de sus hijos. Las mismas fotos circularon a través de mensajes SMS.

 Paralelamente, el presidente del PP y de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, había insinuado en un mitin en Punxín que Quintana había ejercido la violencia machista por "serios problemas de convivencia". El nacionalista, como vicepresidente, tenía bajo sus competencias la Secretaría General de Igualdad y en su gestión habían destacado medidas pioneras como las ayudas económicas a mujeres víctimas de las agresiones de género. Según el popular, eso era como "poner al ratón a cuidar del queso". Quintana y su expareja se querellaron contra Baltar, que acabó siendo exonerado en los tribunales de Justicia.

Carteles sin firmar

Más allá de las palabras públicas de Baltar, el PP se había desligado de aquellas pioneras fake news, del envío de correos anónimos y de divulgar el accidente que nunca había existido. También de los panfletos sin firmar que, en los últimos días de la campaña, advertían en diversos puntos de la provincia de Ourense de que, si volvían a gobernar, PSdeG y BNG "te podían quitar las tierras y dárselas a otros con la excusa de que no las trabajas" o "el gobierno del BNG y el PSOE te pueden expropiar tu casa para dársela a otra persona, si te ausentas un poco". 

 Igualmente, no habían admitido ninguna relación con las banderolas que, en el primer día da campaña, tapaban la propaganda electoral del PSdeG en múltiples calles e, imitando los colores corporativos de los socialistas, mostraban leyendas como "Reformarías un despacho por dos millones de euros? Touriño sí. No premies la crisis. Reacciona". La intención de aquellos carteles, igual que el de ciertas acciones ligadas al PP en el Facebook una década después, era desmovilizar el electorado de la izquierda.

 Como es sabido, aquella campaña acabó haciéndose muy larga para socialistas y nacionalistas, que a posteriori acabaron admitiendo que "habían infravalorado" la maquinaria de los conservadores. El BNG perdió un escaño por la provincia de A Coruña y esa pérdida fue suficiente para que el PP consiguiese la mayoría absoluta precisa para que Alberto Núñez Feijóo fuese investido como presidente. El jefe de la campaña del PPdeG, puesto que ahora ejerce Paula Prado, era Alfonso Rueda."               (David Lombao, InfoLibre, 22/01/24)

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