Uno de los dos vecinos de la aldea de Vilardemuros, en el municipio lucense de Sober, que llegó a tener 30 habitantes
"El rural se agota. Y es la Administración autonómica la que impulsa
el goteo de su despoblamiento. Esta es al menos la conclusión a la que
llegan ANPAS, expertos, sindicatos agrarios y los representantes
parlamentarios de los grupos políticos. Ni siquiera es la crisis de la
producción agroganadera —las serias dificultades que atraviesa el sector
lácteo o el abandono del forestal— la que le pone el candado.
La
puntilla definitiva la está clavando la reforma educativa, esa decisión
de convertir en unitarias los colegios de Infantil y Primaria que supone
la contratación de un solo profesor para atender hasta 14 niños de
distintas edades y niveles educativos en una misma aula.
Ante la
previsible pérdida de calidad educativa, numerosas familias del rural
“deciden trasladarse a vivir a las villas más próximas”, explica la
situación que se está extendiendo en este nuevo curso el portavoz de la
coordinadora de ANPAS de Galicia, Elías Rozas.
“Si continúa el recorte de profesorado en los colegios públicos del
medio rural, la gente joven no va a quedarse con sus hijos en los
pueblos. Es lo mismo que cerrar los centros de salud”, destaca el
representante de la coordinadora
“Hay un ataque constante de la Xunta”,
en este caso por parte de la Consellería de Educación, afirma Rozas,
muy molesto con las declaraciones del conselleiro, Jesús Vázquez, que
calificó de “politizadas” las reivindicaciones de las ANPAS de los
colegios rurales.
“Lo único que está politizado es esta decisión de
Educación; si se trata de dinero, que explique la Consellería cuánto
ahorra con este recorte y cuánto gasta en los centros
privados-concertados dirigidos por el Opus”. En su opinión, es el cierre
del rural el que obedece a una decisión política. Una cuestión de
prioridades. “Hay que recortar y con menos población hay menos votos”
que perder.
Es la misma conclusión a la que llega el sindicato Xóvenes
Agricultores —próximo al PP— y los expertos consultados por este
periódico sobre esta cuestión. “El campo hace menos ruido y está más
acostumbrado al matrato”, asegura Carlos Manuel Abella, uno de los
sociólogos llamados a dar su opinión de experto en la comisión
parlamentaria creada el año pasado para aportar ideas contra el
envejecimiento y el abandono de las zonas rurales.
Precisamente para
darle la vuelta a esta situación, el ANPA de Vilariño de Conso promovió
una campaña de captación de parejas jóvenes con hijos en edad escolar que garantizaran la permanencia del colegio. Lo consiguieron, pese a que la Xunta mantiene el pulso frenando la concesión de los docentes que le corresponden.
Para evitar también el despoblamiento y atraer nuevos vecinos, A
Peroxa elabora un catálogo de viviendas deshabitadas para su venta o
alquiler a precios módicos. La iniciativa partió del grupo socialista,
que presentó una moción aprobada en pleno. El portavoz socialista,
Antonio González Fiuza, afirma que el objetivo es ”evitar el
despoblamento continuado en el rural”. (...)
El Plan de Desarrollo Rural, que financian a medias el Ministerio de
Agricultura y la Xunta, y el Programa de Reequilibrio Territorial de
Galicia, presentado por la Xunta bipartita en 2006, tampoco ha
conseguido frenar el vaciado de las aldeas. Las críticas arrecian dentro
de la oposición parlamentaria.
“El PP está en un discurso moral de
apoyar el derecho de las madres a tener hijos, una política puramente
natalista pero sin medidas prácticas”, reprocha Carlos Aymerich, vocal
del BNG en la comisión sobre demografía creada en la cámara gallega.
Beatriz Sestayo, representante del PSOE en el mismo grupo de trabajo,
advierte que este fue “una burla” porque la Xunta no está teniendo en
cuenta los consejos de los especialistas.
“Las matrículas de guarderías y
residencias han subido y en los dos últimos ejercicios el 45% de los
fondos del Educa3 para escuelas infantiles quedaron sin ejecutar”,
explica." (El País, Galicia, 21/10/2012)
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