"La singular aventura gallega de Pemex llega a su punto final. Seis años después de que fraguara una sorprendente operación auspiciada por Alberto Núñez Feijóo, que supuso la construcción en Galicia de dos buques para la petrolera mexicana y que esta se quedara con el 51% del histórico astillero Hijos de J. Barreras, México se retira de forma precipitada.
Lo hace sin aviso previo y por orden del nuevo Gobierno de López Obrador, para dejar la mayor factoría naval de Galicia y una de las mayores privadas de España sin socios ni avales que garanticen nuevos encargos. La decisión es irrevocable, según constató la junta de accionistas celebrada este lunes en Vigo.
Pemex se va de Barreras de una forma tan misteriosa como llegó. En 2012, cuando Feijóo anunció el acuerdo, era la primera vez que la compañía estatal entraba en el negocio de los astilleros, coincidiendo con el encargo de dos hoteles flotantes de
apoyo a las plataformas petrolíferas. Por 5,1 millones de euros, se
hizo con el 51% de la compañía fundada en 1890 y privatizada por la SEPI
en 1997.
El dinero fresco y los encargos sacaban a la empresa del
atolladero de un concurso de acreedores que llevó a la ruina a muchas
empresas auxiliares. El presidente de la Xunta negoció la operación con Felipe Calderón y la concretó con Enrique Peña Nieto.
Su sucesor solo ha visto en ello un negocio más que dudoso para México,
especialmente tras la caída del precio del crudo, por lo que ha
decidido dar carpetazo a la operación.
La devolución de las acciones está envuelta en un velo de misterio incluso mayor. No tanto por la propia salida, con la que se especulaba
desde hace años, como por la forma en que se ha materializado,
precedida de rumores de una operación opaca contraria a los intereses
del Gobierno federal. Según la prensa del país americano, los anteriores
responsables de la petrolera trataron de vender a sus socios minoritarios el 51% de la compañía “a bajo precio” el
pasado mes de noviembre, aprovechando el momento de transición en el
país.
La revista 'Contralínea' publicó que la acción se concertó con los
españoles para ser ejecutada en un plazo de 30 días, pero el equipo del
sector energético de Andrés Manuel López Obrador, encabezado por el
nuevo director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, descubrió la operación “maliciosa” y ordenó frenarla.
La salida será más lenta, pero también más perjudicial para los intereses de los socios españoles: Ignacio Lachaga, propietario de la naviera Albacora (24,5%), José García Costas (12,3%) y Valiño (10%). Pemex no avalará ni aportará garantías para las próximas construcciones que Barreras tiene en cartera: dos nuevos buques de lujo para la cadena hotelera Ritz-Carlton
que darían continuidad al crucero Azora en construcción, cuya firma se
está demorando precisamente por la ausencia de un plan de protección de
la inversión.
El Azora, valorado en 250 millones de euros y con entrega
prevista en 2020, supuso para el astillero la construcción del buque más
caro en toda la historia del sector naval privado español hasta la
fecha.
Al margen de los beneficios que Pemex haya obtenido de su presencia
en Barreras, justificada en la conveniencia de transferir tecnología y
conocimiento a México para iniciarse en la construcción naval, los
contratos de los dos buques han resultado indiscutiblemente ruinosos para la petrolera. Se trata de dos floteles
por los que pagó en torno a 150 millones de euros cada uno.
Barreras
construyó el primero, que ahora está sin apenas uso en Campeche. El
segundo lo entregó Navantia de Ferrol. Pemex busca compradores para ambos, pero no logra hacerles sitio en el mercado: la oferta más alta recibida por este último buque no alcanza los 44 millones.
Auditoría a Pemex
Ese
es el contexto en el que López Obrador encargó la auditoría a Pemex,
previa a una partida de 200 millones de dólares para cubrir una pequeña
parte de la deuda de la empresa estatal, apenas el 5% del total. Su
objetivo es limpiar la corrupción que el nuevo presidente cree que ha imperado en Pemex durante décadas,
que se extendió a su red de filiales. Pemex está así en pleno proceso
de desmantelamiento de su red de empresas 'offshore', más de 60
compañías en su mayoría sin oficinas ni empleados.
Entre esas empresas bajo sospecha se encuentra el Grupo PMI,
brazo inversor de Pemex en el extranjero y con sede en Holanda, que fue
el encargado de ejecutar la compra de Barreras. López Obrador ha
ordenado indagar a fondo en PMI, un consorcio creado en 1989 y que en
los últimos tiempos ha realizado numerosas inversiones en compañías
'offshore' establecidas en paraísos fiscales.
En el último momento de su
mandato, Peña Nieto ordenó a Pemex que liquidara al menos 40 de las
compañías creadas por el grupo a través de una estructura mercantil
privada, muchas de ellas sin oficinas ni empleados, que maneja los
ingresos por exportación de crudo. Entre ellas, está PMI Holdings BV, la
que concretó la polémica operación de Barreras." (Pablo López, El Confidencial, 27/02/19)
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