“El resto de España conserva las vías convencionales para trenes más económicos que el AVE.
A medida que avanzan las obras del AVE, se va arrancando la vieja vía. En tramos tan transitados como el que va de A Coruña a Santiago ya no hay alternativa al nuevo trazado que, cuando llegue el tren de velocidad alta, cambiará de ancho para siempre. Un mecanismo le hará pasar de la noche a la mañana de 1,668 a 1,435 metros, o lo que es lo mismo, del ancho español al ancho europeo. Los raíles quedarán más juntos, pero los gallegos de las localidades intermedias, en la comunidad de más diseminada población, quedarán mucho más lejos de sus destinos. En realidad, estarán aislados. Porque los hay que ni siquiera cuentan con la opción del bus de línea.
Cuando entre los años 95 y 98 se trazó sobre el mapa de Galicia el tren de alta velocidad (300 kilómetros por hora, entre Santiago y Ourense) y el de velocidad alta (220, en el Eje Atlántico), se pintó la raya prácticamente sobre la línea férrea que existía, aniquilando el futuro del tren de media distancia, el convencional de largo recorrido y un probable cercanías como los que discurren por muchas vías del Estado. El AVE será entre 2 y 3 veces más caro que todos ellos.
Este desmantelamiento de la vía vieja no se produjo en ningún otro lugar. Entre Madrid y Sevilla, el AVE y el resto de los trenes de pasajeros circulan por rutas diferentes; lo mismo que entre Córdoba y Málaga. El AVE Madrid-Zaragoza-Barcelona tiene una línea independiente a la anterior, que sigue en uso. Y esto mismo es lo que ya prevé Fomento para la ruta de alta velocidad entre Madrid y Valencia y para la que llegará a Asturias, respetando para otros trenes la tradicional línea que cruza por Pajares.
Pero la verdad es que Fomento nunca ha respondido a estos ruegos y sigue levantando lo viejo en cuanto inaugura lo nuevo. Es lo que denunciaban el fin de semana pasado los vecinos de Portas, cuya estación, fundada en 1899, cerrará el día 20 al entrar en servicio el 21 la variante de Portela a Vilagarcía.” (El País, ed. Galicia, Galicia, 13/07/2008, p. 2)
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