1/6/09

Galicia consiguió 13.000 millones de euros entre 1986 y 2006 ¿Dónde están?

"¿Qué le queda a Galicia después de 23 años de integración en la Unión Europea? Según los economistas, bastante. En euros, durante las dos primeras décadas la comunidad autónoma recibió, entre fondos estructurales y fondos de cohesión, 12.894 millones, más de dos billones de pesetas. Ninguna comunidad, salvo Andalucía, logró más dinero. Y sólo en Extremadura la recepción de fondos por habitante fue mayor. Por poner un ejemplo, la cifra supera el actual presupuesto autonómico.

Con esos fondos, entre 1986 y 2006 se pagaron las infraestructuras que hicieron que Galicia saliese del enorme atraso que arrastraba. Aunque las inyecciones de capital también se malgastaron.

Cuando toca reflexionar sobre si las prioridades de gasto fueron las correctas y si dieron resultado, ni los expertos se ponen de acuerdo. "Pese a que la economía gallega ha crecido mucho, lo hizo a una velocidad inferior a la de España, sobre todo en los años ochenta. Desde nuestro ingreso en la CEE perdimos un 10% de peso relativo en el conjunto nacional".

Bueno o malo, la prioridad en la aplicación de los fondos estuvo en el cemento. Según un informe de Quasar citado por Armesto, las inversiones del Programa Operativo de Galicia entre 2000 y 2006 fueron a parar en más de un 70% a infraestructuras. El 17% se destinó a empresas y un 11% a capital humano.
Pero los fondos también se enterraron en proyectos absurdos. Los ejemplos salpican la geografía gallega como recuerdos de un fraude por el que nadie pagó. En Boiro hay una fuente enorme cerca de la Casa de Cultura sufragada por Europa que nunca funcionó porque el Ayuntamiento se negó a mantenerla. El coladero de propuestas para mayor gloria de algunos políticos llegó con el Proder 1 (Programa de Desarrollo y Diversificación Económica de las Zonas Rurales). Lo recuerda Raúl Francés, actual regidor de O Porriño. "Aquí se articularon ayudas sin que se hiciese una fiscalización adecuada de lo que se iba a gastar". El Centro de Interpretación de la Naturaleza del municipio es el mejor ejemplo. Su construcción se justificó en dos fotocopias de un pabellón parecido de Michigan (EE UU). La factura en el entonces gobierno de José Manuel Barros, del Partido Popular, fue de 400.000 euros. El Ayuntamiento no presupuestó ni la gestión del centro ni su equipamiento, y se fue deteriorando porque nadie lo estrenó. "En aquella época se decidían inversiones en función de proyectos escritos en una servilleta de bar. Se hacían tres o cuatro estudios para una misma zona, obras sin sentido, fue un disparate". (El País, ed. Galicia, Galicia, 31/05/2009, p. 1/2)

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