El líder de los socialistas gallegos deslizó su acusación tras referirse a las actividades privadas del jefe territorial de Medio Ambiente en Pontevedra, José Luis Díez Yáñez, y de su antecesor, Evaristo Juncal, destituido tras conocerse que mantuvo negocios con testaferros de narcotraficantes.
Minutos después, en otra conferencia de prensa, Feijóo zanjaba la polémica con una respuesta escueta: "Cada uno es responsable de lo que dice, allá cada cual".
"Feijóo y Hernández nombraron" como representantes de la consellería en Pontevedra "a personas claramente relacionadas con el narcotráfico de este país", acusó. En el caso del conselleiro, Vázquez le invitó a explicar "qué tratos tenía con Pablo Crespo", número dos de la trama Gürtel y ex secretario de Organización del PP de Galicia.
Vázquez replicó al secretario general de Medio Ambiente, que la víspera en el Parlamento aseguró que la ética exigible a los delegados de la Xunta no debe ir "más allá de la ley de incompatibilidades". "La frase es para echarse a temblar", lamentó el líder del PSdeG, aunque consideró que esa doctrina "encaja mucho en lo que hace Feijóo".
La "ética" del presidente de la Xunta la describió con referencias al transfuguismo, la corrupción, el nepotismo y el "uso del Gobierno" contra la oposición, en referencia al "asalto" de sedes de Unións Agrarias en busca de datos contra el PSdeG. (...)
Aunque Vázquez respondía a preguntas sobre los delegados de Hernández en Pontevedra, el ambiente político y la propia rueda de prensa dl líder socialista venían previamente caldeados por la polémica sobre las obras de su casa en San Amaro (Ourense), investigadas por la Axencia da Legalidade Urbanística (APLU), dependiente de la Consellería de Medio Ambiente." (El País, Galicia, 18/02/2011, p. 1 y 3)
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