Solo hay un niño, su nieto. La escena podría servir para dibujar la realidad de muchos pueblos del oriente de Lugo, la zona que, según las proyecciones realizadas por el Instituto Galego de Estatística (IGE), perderá más población en la próxima década. Hasta más de un 15 % en el 2021. (...)
«Antes facía moito frío, pero agora as casas teñen calefacción», cuenta Emérita mientras regresa a su casa.
La temperatura o la distancia con las urbes no son las razones por las que la gente se va. «Os Gobernos non pensan máis que nas cidades. As fábricas transforman, pero a materia prima está aquí».
A Armando Yáñez le duele ver como sus 40 hectáreas de monte repartidas
en diferentes fincas están infrautilizadas, llenas de maleza que no
puede ya desbrozar «nin o gando menudo».
Y se hace
preguntas. «Por que temos que importar madeira cando aquí temos todo o
que temos e é todo polo minifundio. As herdanzas que partiron todo o
territorio. Pode que cando eramos rapaces tivera senso ter unha leira
pequena na que plantar para comer, pero agora ¿non sería mellor que
estiveran producindo para dar traballo? Traballo hai moito».
Tiene 88 años, trabajó 17 en Xegunde, su aldea,
estuvo 20 emigrado en Barcelona y regresó cuando se jubiló. Desde hace
unos meses ha alquilado un piso en la capital comarcal (A Fonsagrada)
porque su mujer está enferma del corazón y ahí tienen el centro médico,
«o hospitalillo», al lado. Desde Xegunde le quedaba a 17 kilómetros por
una vía de alta montaña.
Poner los montes a producir sería una buena alternativa para acabar con el desempleo. «¿Pagar o paro para estar no bar, co traballo que hai que facer aquí? Sería mellor dedicar os cartos para que houbese traballo», dice.
Pero en esa zona no es fácil. Lo sabe Francisco Javier Rodríguez, que hace 20 años tuvo que irse a Francia y luego a Suiza. «Terían
que darlle un impulso a esta terra, pero non o hai». Y lanza ideas
importadas.
«En Suíza, a maleza que quitan do campo utilízana para facer
biocombustible. Alí teñen outra forma de xestionar. Aquí hai moita
carne que no estranxeiro se paga a prezo de ouro. Por que non poñer un
matadoiro e exportar directamente?», comenta.
«Aquí hai moita carne que no estranxeiro se paga a prezo de ouro» (La Voz de Galicia, 28/12/2011)
No hay comentarios:
Publicar un comentario