"Los representantes de Ritz Carlton no se cansan de
repetirlo: su vocación no es construir barcos. Lo suyo es el lujo.
Básicamente, hoteles como el Ritz de París y el Carlton de Londres, que
le dan nombre.
Pero un día pretendió que el esplendor de sus resorts
surcara los océanos, y la aventura salió mal. Tan mal que ha acabado
donde menos se lo esperaba, en el nada glamuroso mundo de los
astilleros, forjado a base de chapas de acero y obreros del metal.
La
cadena se ha hecho ya definitivamente con el control del histórico
astillero Hijos de J. Barreras, en tiempos propiedad
del Estado español, al que ha tenido que rescatar ante su incapacidad de
sacar adelante su multimillonario pedido de un crucero de superlujo.
El
pasado domingo, casi sobre la bocina del concurso de acreedores, Ritz
Carlton presentó ante el juez un acuerdo que lo hace pasar de cliente a administrador. El convenio aísla al que la mayoría del capital social considera el principal culpable del desastre: el empresario vigués José García Costas (24,5% de las acciones), quien pergeñó junto al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el controvertido desembarco de Pemex en Barreras de 2012. Todos los socios excepto Costas se han puesto de acuerdo para ceder sus derechos a Cruise Yacht 1 Ltd,
del Grupo Ritz Carlton y con sede en Malta. Eso significa que será este
grupo el que dirija el astillero y se encargue de finalizar el pedido
en marcha, el Evrima, además de afrontar otros “contratos viables” que no concreta.
El Evrima lleva meses parado en las gradas del astillero vigués. Y el tiempo apremia, porque Ritz Carlton no se puede permitir más retrasos
en un yate que este 5 de febrero, coincidiendo con la Superbowl, debía
haber realizado su viaje inaugural desde Miami. La Barreras presidida
por Costas, ya destituido, fue incapaz de cumplir los plazos y el presupuesto, de 250 millones de euros. No solo eso.
El armador sospecha que desvió al Evrima hasta 70 millones
ingresados por pedidos en lista de espera, lo que ha provocado la caída
de esos contratos y el eventual pago de indemnizaciones. En realidad,
existía de antemano una paralización encubierta: una auditoría encargada por Ritz Carlton sorprendió en septiembre a los operarios durmiendo o ejerciendo actividades ajenas a sus obligaciones, como pescar o ver películas en el teléfono móvil.
La operación de Ritz Carlton para salvar los muebles de su inversión ha sido compleja. Encontró reticencias en Pemex, titular del 51%, que está de retirada desde el cambio de Gobierno en México, cuando el equipo de López Obrador
descubrió el desastre de su inversión en Vigo. La poca fidelidad que le
quedaba al expresidente de Barreras venía de su viejo socio Albacora (24,5%), pero el plan del 'holding' norteamericano era el único posible. En él se involucró también la banca, liderada por CaixaBank y con el respaldo del Cesce (agencia de crédito participada por el Estado español).
El magistrado del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra,
Sergio Burguillo Pozo, dio su conformidad esta semana a admitir a
trámite la solicitud de homologación del acuerdo de refinanciación del astillero,
lo que evitó una liquidación segura. La decisión judicial blinda el
astillero ante cualquier petición de concurso necesario por parte de
algún acreedor, al paralizar las ejecuciones singulares en trámite y las
que puedan iniciarse. La sociedad controlada por Ritz Carlton asume el
compromiso de compensar el sobrecoste del Evrima,
aumentando su precio en 70 millones (320 millones, en total), en tanto
que los acreedores aceptan un plazo de tres meses sin instar la
liquidación para que se normalice la situación.
Una vez que se valide el acuerdo por parte del juzgado, se nombrarán de forma temporal nuevos equipos “externos y experimentados”,
que tendrán el "desafío de garantizar la finalización del Evrima y
sondear otros contratos", lo que equivale a garantizar cierta
estabilidad a la gestión del astillero por el grupo hotelero. El CEO de
Cruise Yacht 1 Limited, Douglas Prothero, calificó el
proceso que ahora comienza de “viaje desafiante”. Pese a sus reticencias
iniciales, la compañía ya había avanzado hace semanas su intención de
tomar el control de Barreras mediante la cesión de derechos políticos
por parte de Pemex y de Albacora.
El futuro de Barreras es un asunto de Estado en México, donde el propio Andrés Manuel López Obrador
ha cuestionado la inversión de 5,1 millones de euros que en 2012
convirtió a la estatal Pemex en máxima accionista del astillero. Fue una
operación negociada por Feijóo con Felipe Calderón y concretada con Enrique Peña Nieto,
y que nunca supuso el control de la compañía, que se delegó en García
Costas. Los contratos para construir dos floteles —buques de apoyo para
trabajadores de explotaciones petrolíferas—, firmados a la par que el
desembarco en el accionariado, resultaron ruinosos para los mexicanos,
que pagaron en torno a 150 millones de euros para cada uno.
El actual director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, acusó la semana pasada a su antecesor, Emilio Lozoya Austin,
actualmente prófugo de la Justicia, de comprar un astillero “en proceso
de quiebra y que actualmente registra pérdidas por 50 millones de
euros”, una transacción que registró tantas irregularidades que la
petrolera presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República
(FGR) por el posible delito de administración fraudulenta. A la espera
de que se resuelva esa acción judicial, Lozoya, uno de los ejecutivos
que negociaron con Feijóo aquella operación, ha visto ratificada esta
misma semana por la Justicia mexicana una condena de inhabilitación por
10 años para desempeñar cargos públicos por otro caso de corrupción.
Los
términos del acuerdo de Ritz Carlton con Pemex no han trascendido, pero
Romero Oropeza reveló a la prensa entre risas la oferta de compra de
sus acciones por un euro. El máximo responsable de la petrolera advirtió
de que no se irán del astillero vigués sin recuperar lo invertido y se
mostró dispuesto a llevar Barreras a la liquidación. Fue solo unos días
antes de un acuerdo que salva del desastre a una empresa centenaria,
pero que no resuelve su futuro mucho más allá del Evrima." (Pablo López, El Confidencial, 07/02/20)
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