"Para Marta es importante que sus vacas se sientan a gusto. En el establo, de las paredes pintadas de colores cuelgan fotografías hechas por su madre, la conocida fotógrafa Mary Quintero, y ha estampado los muros de la sala de recría a manchas blancas y negras, imitando la piel de una frisona. También ha reconvertido la vieja cuadra en una suerte de galería de arte, con fotos de la Cow Parade de Vigo: "Pienso montar aquí más exposiciones".
Además de la estimulación cromática, las vacas gozan de ambiente musical. "Si escuchan a Mozart, mueven las orejas; se nota que están más relajadas y eso es bueno para el bienestar animal". Marta está convencida de que así dan mejor leche. También les pone temas de Fangoria, y baila para ellas mientras trabaja en el establo: "Creo que eso las divierte".
Cuando charla con ellas, percibe que "son muy inteligentes". Cuenta que cuando brindaron con cava en la inauguración del nuevo establo, las vacas, al verlos beber, también se dirigieron a sus abrevaderos. E igual que cualquier persona, sus frisonas están apadrinadas. Uxía Blanco, Isabel Gemio, Bebe y Alaska son madrinas de varias de ellas.
Sus métodos revolucionarios, sin embargo, no son suficientes para vencer la crisis. Tiene 60 vacas, de las cuales 25 están dedicadas a la producción de leche ecologica. A pesar de ser licenciada en Empresariales, en los últimos tiempos ni ella es capaz de hacer cuadrar las cuentas. "Estoy en números rojos: me pagan a 0,36 céntimos el litro", se lamenta.
Para salir adelante, ha apostado por diversificar productos. Ahora refuerza sus ingresos con la producción de pastas de nata, bautizadas como Maruxas de Nata, que vende en tiendas delicatessen no sólo de Galicia, sino también de Madrid, Barcelona y Valencia. Además, ha comenzado a comercializar leche directamente a los compradores en su granja, y ha montado una terraza donde el cliente puede degustarla recién ordeñada.
De vez en cuando, Marta confiesa que le tiran sus raíces urbanitas y se va a Londres, su ciudad favorita. Dice que son sus "ciones"; suprime el "vaca" del principio para poder desconectar, al menos por unos días, de sus queridos animales." (El País, ed. Galicia, Galicia, 30/10/2010, p. 8)
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